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La Comisión Europea exigió a Portugal mayor saneamiento de sus cuentas fiscales, al conceder el visto bueno al presupuesto de ese país para 2016.
Según confirmó el comisario de Asuntos Monetarios de la Unión Europea (UE), Pierre Moscovici, la aprobación por parte del ente comunitario reclamó a Lisboa una serie de garantías, pues "los riesgos aún no han sido eliminados", consideró.
Este control volverá a repetirse en la primavera (boreal), teniendo en cuenta la compleja situación financiera del país, confirmó el funcionario.
Actualmente esta nación ibíérica posee la tercera mayor deuda pública de la UE y en años recientes fue objeto de un supuesto rescate financiero por alrededor de 85 mil millones de dólares, proveniente de la zona euro y del Fondo Monetario Internacional.
El aval otorgado este viernes por la Comisión Europea contempla que Portugal aplicará en 2016 nuevas medidas de ahorro por un valor de aproximadamente mil millones de euros.
De acuerdo con la visión discutida, el ejecutivo luso aumentará impuestos al tabaco y a productos petrolíferos, incrementará la carga fiscal a la banca y volverá a elevar el gravamen que pagan los trabajadores con bajos ingresos a la Seguridad Social.
En declaraciones a la prensa, el ministro portuguíés de Finanzas, Mário Centeno, explicó que las líneas generales del Presupuesto deberán ser debatidas y aprobadas por el Parlamento nacional el 22 y 23 de febrero.
Acerca del comportamiento del díéficit fiscal, el funcionario respondió que las autoridades de su país "toman nota de la alerta" de Bruselas, pero consideró que Portugal "no es el único" país de la Unión Europea con similar aviso. A la luz el proyecto gubernamental, el Producto Interno Bruto de Portugal en 2016 deberá crecer 1,8 por ciento, con un díéficit fiscal del 2,2 por ciento.
Mientras desempleo bajará un punto porcentual, hasta el 11,3 por ciento, y la deuda pública se situará en el 127,7 por ciento, explicó Centeno.