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El gobierno malasio suspendió hoy la contratación de trabajadores extranjeros hasta que se verifiquen las necesidades reales de mano de obra.
El anuncio fue hecho por el viceprimer ministro Ahmad Zahid Hamidi, quien además llamó a emplear a connacionales, durante una visita al estado de Sarawak, según divulgan medios de prensa.
De acuerdo con el vicejefe del Ejecutivo, quien es tambiíén titular del Interior, los trabajadores foráneos sin documentos válidos o que han permanecido en el país más allá de lo autorizado serán detenidos y enviados a sus lugares de origen.
Añadió que la aplicación de la ley contra esas personas se reforzará en todo el país.
Se espera que los malasios, sobre todos los jóvenes, respondan al llamado del gobierno para que asuman esos empleos y contribuyan a impulsar el crecimiento económico.
El tema cobró actualidad luego de la firma de un memorando de entendimiento la víspera con Bangladesh para recibir a 1,5 millones de contratados en los próximos tres años, lo que preocupa a algunos sectores.
Se estima que en este país hay más de seis millones de personas procedentes de otras naciones que laboran en plantaciones, la construcción, el sector manufacturero y servicios de limpieza.