Puede que la intención de su última publicación de Instagram resida en animar a sus seguidores a no ser demasiado duros consigo mismos en estos días de confinamiento motivados por la crisis del coronavirus. Sin embargo, y como ha quedado patente en la sección de comentarios de la llamativa fotografía en blanco y negro que ha compartido en su perfil, en la que el artista aparece descamisado y "distraído" frente a la pantalla de su ordenador portátil, el efecto que ha generado en muchos de sus fans se identifica más con un súbito aumento de la temperatura corporal. "Hoy estoy distraído, y eso está bien", ha escrito el astro de la música para acompañar la sugerente instantánea.
El estallido de la pandemia obligó a Ricky Martin a interrumpir su gira "Movimiento" y encerrarse en su casa, pero la cuarentena no le sentó nada bien. "Empecé a volverme loco", asegura vía Zoom. "En serio, tuve mucha, mucha ansiedad. Entonces, me dije: 'Algo bueno tienes que sacar de esto'. Tenía que salir de la incertidumbre, de la locura, y tenía mi herramienta: la música. La música es la mejor medicina, así que me dije: '¡Vete a hacer música!'".Así es como terminó la creación de "Pausa", un EP en el que había empezado a trabajar hacía pocos meses, y que "ha adquirido un toque mágico durante el confinamiento", asegura el autor.Este EP de seis canciones (todas muy, muy sensuales) no es cualquier cosa, pues contiene una lista de colaboraciones que quita el hipo. Están Residente y Bad Bunny, con los que colideró el ala musical del movimiento que tumbó al Gobierno de Ricardo Rosselló en Puerto Rico; y también Carla Morrison, Raül Refree ("un auténtico genio", dice Martin), Diego El Cigala y el mismísimo Sting."Lo de Sting fue muy gracioso", dice el cantante. "Le llamé y le dije que para mí era un sueño trabajar con él. Le expliqué que estaba haciendo música para salir de la ansiedad, que necesitaba su ayuda para una canción. ¡Y él me dijo que estaba igual que yo, que tenía muchísima ansiedad!". Pero eso no fue lo mejor: "Me dijo que de acuerdo, que me podía ayudar, pero puso una condición: cantar en mi idioma. Así que ahí lo tenemos, ¡Sting cantando en español!".
La vida de Ricky Martin ha ido tan rápido que hubo una época en la que incluso se adelantó a internet. Los más mayores del lugar recordarán, cómo no, uno de los primeros y más sonados bulos analógicos de nuestra historia televisiva reciente, aquel episodio -falso, pero que nos pareció tan real que hasta llegamos a ver el vídeo claramente en nuestra imaginación- del armario, el perro y la mermelada en el programa de televisión Sorpresa, sorpresa.Tal fue el impacto de la historia, de su rocambolesca trama inventada por una mente perversa, que aún no podemos quitárnosla de encima, nos negamos a que fuera todo una mentira. Y es que el nombre de Ricky Martin, generalmente, se asocia a canciones como Livin' la vida loca o a ese episodio, que se hizo viral cuando no había noticias virales, o como mucho se entendía por viralidad una sucesión de charlas de bar o de cuchicheos en el patio del colegio. Es decir, todo iba muy rápido, se le salían las cosas de madre, a Martin el éxito -como ídolo del pop latino- empezaba a dejar huella en su día a día. Aquello también nos dice que hace ya mucho tiempo que es célebre, que hemos pasado media vida con su imagen de fondo.PUBLICIDADAds by TeadsHa pasado mucho tiempo, en definitiva, desde que a Ricky Martin la vida empezara a irle a cien, y ahora ya es un hombre distinto. Tiene 48 años, ha puesto sus asuntos emocionales en orden, ha salido del armario e incluso necesita, de vez en cuando, que su música transmita una cierta introspección. Acaba de publicar un nuevo EP que se llama Pausa: nuevas canciones que tratan sobre vivir la vida a otro ritmo, sobre respirar y disfrutar del momento, frenar la avalancha de los acontecimientos. Las compuso antes del confinamiento -que a él le pilló en Estados Unidos-, y las grabó durante las últimas semanas de marzo y las primeras de abril, con diferentes colaboradores a distancia, como Diego el Cigala.Quizá no llegue a los extremos conspiranoicos de Miguel Bosé o Bunbury, pero Ricky Martin es de los que piensan que el artista de éxito debe ser también un portavoz de ideas y opiniones diversas, y el mensaje que quiere transmitir es que hay que poner la vida en pausa, aunque sea la personal, y no dejarse arrollar por los acontecimientos que muchas veces, y casi siempre de manera artificiosa, nos desvían de lo esencial, que es el amor y la cercanía de la familia, y disfrutar de los instantes únicos que el día a día nos ofrece. Durante el confinamiento le ocurrió que los días empezaron a ir más despacio y que muchas cosas innecesarias desaparecían de sus horas.También ha confesado hace poco que ese cambio de rutina un poco más y destruye su matrimonio. Se han cumplido ya diez años desde que Ricky Martin salió públicamente del armario -para disgusto de millones de chicas que aún aspiraban a que su ídolo se convirtiera en un príncipe azul, y que no supieron leer las señales-, y actualmente comparte su vida con el pintor inglés Jwan Yosef, de nombre artúrico y origen sirio, 13 años más joven que él. Lo que ha demostrado el confinamiento es que la cercanía es buena, pero demasiada cercanía, y a todas horas, erosiona las relaciones porque además de pausa las personas también necesitan sus momentos de esparcimiento.Al final Jwan y Ricky han reconducido la situación y el amor vuelve a estar en el centro, así como su larga prole compartida. A finales del año pasado nació Renn, el hijo que han tenido ambos -a través de la gestación subrogada-, que se suma a los que ya previamente había tenido Ricky Martin por el mismo método y por sus propios medios: la niña Lucía y los gemelos Valentino y Matteo.Desde que anunció su outing, Ricky Martin ha querido ir modulando poco a poco su perfil como artista pop y juvenil para entrar en una edad más madura, articulada a partir de un repertorio más sobrio. Esa ha sido su manera de gestionar la ola de homofobia que se lanzó sobre él en 2010, y que poco a poco ha remitido, pero que él no olvida. Por eso, otra de las cosas que ha hecho en los últimos días ha sido utilizar sus canales -casi 15 millones de seguidores en Instagram- para posicionarse a favor de las protestas negras en Estados Unidos, al considerarlas justas y necesarias para avanzar hacia una igualdad real entre todas las comunidades, mayoritarias y minoritarias, que forman el país en el que pasa la mayor parte de su tiempo y donde desempeña su trabajo.
Ricky Martin y Jwan Yosef se casaron en secreto, en un enlace rápido, improvisado y sin ninguna pompa. Ahora que su matrimonio está más que afianzado con el artista, el cantante quiere volver a pasar por el altar, según ha desvelado en el programa «Ventaneando».Ambos quieren celebrar una segunda boda, todavía sin fecha prevista, con sus amigos y en la que estén presentes sus cuatro hijos: Valentino, Matteo, Renn y Lucía. Cuando se dio el «sí, quiero» con Jwan Yosef prácticamente lo acababa de conocer: «Cuando conocí a mi esposo, lo vi y dije: ‘Me voy a casar’. En el ‘Hola, mucho gusto’, dije: 'Este es el hombre de mi vida’. ¿Qué me gustó? Es brillante, es creativo como yo. ¡Dos locos se han juntado! Pasaron los meses y dijimos: ‘¿Qué tenemos que esperar? Esto está clarísimo».Y prosigue: «Da la casualidad que en esos días mis padres estaban aquí en Los Ángeles, sus padres también y yo dije: ‘No hay que esperar nada más, ¡llama al juez!’. Fue muy improvisado. Media hora antes de la boda no sabíamos cómo nos íbamos a vestir, ni mucho menos».Ese enlace no se parecerá en absoluto al anterior, pues esta vez será por todo lo alto. «Quiero hacer una fiesta grande, me voy a volver a casar a lo grande. Quiero que la boda dure cuatro días. Los gemelos estaban pero creo que Renn y Lucía tienen que ser parte de esta celebración», cuenta Ricky Martin.Durante su entrevista, Martin también expresó su agradecimiento a su marido por el matrimonio, que es justo lo que esperaba. «Había dibujado esa imagen durante muchos años y llegó cuando menos lo esperaba. Es lo que necesitaba», dice.
Hace un par de semanas Ricky Martin nos sorprendió con Pausa, un EP que ha lanzado completamente por sorpresa y que tendrá una segunda parte llamada Play, con canciones más enfocadas para el baile.El artista puertorriqueño ha querido presentar este nuevo trabajo en El Hormiguero a través de una videollamada desde su casa en Los Ángeles: "Llevo trabajando en nueva música por lo menos 9 meses. Pero cuando nos encerraron, después de recuperarme de la ansiedad que estaba sintiendo, a los 15 días de encierro me metí en el estudio y empecé a llamar a amigos para ver cómo estaban y qué estaban sintiendo", explica. "Para ver si estaban igual de 'locos' que yo, porque me sentía muy ansioso".Pablo Motos se interesó por la salud mental del cantante y le preguntó cómo había vivido en este sentido el confinamiento: "Casi no dormía, me levantaba a las 5, 6 de la mañana para ver qué estaba pasando en las noticias. Hasta que llegó un momento en el que dije 'espera, tienes que enfocarte en tus hijos y en tu familia'.", le confiesa, y añade "Todos estamos bien afortunadamente, mi madre está aquí pasando la cuarentena conmigo y ha sido una bendición".Por otro lado, Ricky Martin asegura que la música le ha servido para desahogarse y está orgulloso con las canciones que han salido en su nuevo trabajo.En cuanto a sus hijos, el artista explica que ha sido completamente transparente al a hora de explicarles lo que está ocurriendo respecto a la pandemia del coronavirus:"Yo a mis hijos les tengo que decir la verdad. Si ellos pueden formular una pregunta, pueden recibir la respuesta. Así que con mucha transparencia y honestidad. Y ellos se han convertido en unos niños muy responsables, que están muy informados de lo que hay que hacer para cuidarse".Y aunque él asegura que tiene la suerte de estar bien e incide en que es el momento de "cuidar la salud mental" y de "preguntarnos todos los días cómo estamos, qué estamos sintiendo"; el vivir alejado de la ciudad hace que su casa se haya convertido en "su zona de confort".Por último hace una crítica a las políticas de Donald Trump sobre cómo está gestionando esta crisis: "Desafortunadamente hay unos 10 o 15 estados que seguimos subiendo. A lo mejor tenemos menos hospitalizaciones pero tenemos más contagios. Desafortunadamente no tenemos las pruebas y como ciudadanos estamos prácticamente solos".
No todos los días se encuentra uno con un comentario del mismísimo Ricky Martin en sus redes sociales, así que el actor Mauricio Martínez ha querido presumir abiertamente del que el famoso cantante dejó en una de sus publicaciones, haciendo una captura de pantalla y subiéndola a su perfil. "Oye, saluda que no dormimos juntos", le aseguró Ricky, entendemos que en tono de broma. Lo que probablemente no se esperaría es que el intérprete mexicano decidiera seguirle el juego y responderle con una afirmación subida de tono: "Porque tú no quieres".
El cantante puertorriqueño Ricky Martin (48 años) engalana este martes la portada más reciente de la revista de la comunidad LGTB Out Magazine, y en cuyo contenido incluye una entrevista a este, en la que relata su plan futuro familiar y su experiencia musical durante la pandemia de la COVID-19.«Ricky Martin, la revolución» es el título de la entrevista publicada este martes en las plataformas sociales, y que se acompaña de una diversidad de fotografías en las que el artista aparece solo, con distintos cambios de ropa de conocidos modistas y acompañado de su esposo, el artista plástico Jwan Yosef.Sobre su familia, integrada por los gemelos Valentino y Matteo, nacidos en 2008 y de Lucía y Renn, de dos y un año, respectivamente, Martin afirma que no descarta ampliarla en un futuro cercano.«Hay momentos en los que quiero diez más, y luego están esas mañanas en las que todo el mundo llora y yo digo: 'Está bien, tal vez estemos bien los seis'», revela el artista en la entrevista llevada a cabo en su residencia en Los Ángeles (EE.UU.).Y prosigue el cantante: «Me encantaría tener muchos nietos en el futuro y estar todos los domingos en familia, pero ya sabes, tenemos que ver qué pasa. Me convertí en padre a los 35, pero no es lo mismo cuando tienes 48». Asegura que para ser padre ahora necesitas tener mucha energía: «Y soy fuerte, créeme, estoy saludable, cargo bebés al mismo tiempo, llevo el coche y mochila, pero es demasiado, es una gran responsabilidad».En la entrevista, Martin también aborda la paralización de su gira de conciertos en febrero pasado en Puerto Rico, la ansiedad que le produjo inicialmente el distanciamiento social debido a la pandemia, su vida durante la cuarentena, los inicios de su carrera musical, su nuevo disco, además de su labor filantrópica.El cantante lleva subido a los escenarios desde que era un crío y acostumbrado a estar activo siempre, el coronavirus ha supuesto una dura prueba. «Siempre pensé que iba a poder hacer esto todo el tiempo que quisiera, incluso si me veía ridículo en el escenario a los 70 años con un bastón, era mi opción».
enudo es Ricky. Con12 añitos ya volvía locas a las adolescentes con un grupo que luchaba por arañar los primeros puestos en las listas musicales con contrincantes tan potentes como Parchís o Timbiriche, del que surgió la rubia más polémica del pop, Paulina Rubio, con permiso de Britney Spears. Su picardía portorriqueña y su visión de negocios hicieron que a los 20 años se independizara en los escenarios.Y triunfó. A sus 49, Ricky Martin ha vendido hasta la fecha cerca de 60 millones de álbumes. Pero ojo, con su disco debut en inglés llamado como él las ventas fueron estratosféricas. Editado en 1999, 20 millones de copias andan esparcidas por todos los rincones del planeta. Uno de los temas, Livin' la vida loca, fue la canción del verano de ese año. Aquellos movimientos pélvicos fueron su pasaporte al olimpo americano.De ese single se vendieron 8 millones de unidades cuyo estribillo pegadizo alcanzó el número uno durante cinco semanas consecutivas en la prestigiosa Billboard Hot 100. Un sueño hasta ese momento prácticamente inalcanzable para un artista latino (Julio Iglesias es de otro planeta) que consiguió pavimentar el aterrizaje de otros compañeros como Enrique Iglesias o Shakira.Detrás de él, un equipo de productores formado, entre otros, por Madonna, Emilio Estefan Jr. o Jon Secada lograron fabricar al nuevo galán latino de las últimas décadas. Lejos de ser absorbido por el agujero negro del éxito, Ricky siguió siendo materia para ser devorado por hordas de carnívoras ávidas por conseguir una gota de su sudor y transformarla en su esencia matinal.Aún no había hecho pública su homosexualidad, pero le gritaban (las más afortunadas le susurraban) que le amaban y querían un hijo suyo. En el punto más álgido de su celebridad, Ricky sólo tenía ojos para la bella modelo mexicana Rebecca de Alba, con quien llevaba saliendo desde 1994. Lo suyo iba tan en serio que un aborto frustró el sueño de ambos de convertirse en papás. En 2005 decidieron separarse.Su relación estaba abocada al fracaso porque el solista firmó un contrato con el productor Tommy Mottola -actual esposo de Thalía y exmarido de Mariah Carey- en el que se estipulaba que no podía casarse ni tener hijos. Había que perpetuar esa imagen impoluta y virginal. Las fans tenían derecho a seguir anhelando su cuerpo. Pasar por el altar significaba atadura y, por consiguiente, una bajada drástica en la popularidad. Tras su separación de Rebecca, parece ser que el artista se consoló con otra modelo, en este caso top, Alessandra Ambrosio, y ella lidió con Miguel Bosé. ¿Tapadera?Ricky quería seguir viviendo la vida, a ser posible, pisando bien fuerte todos los colores del arcoiris. Pasito a pasito, con o sin María, el boricua fue asumiendo lo que otros famosos fueron obligados a ocultar (a Rock Hudson le obligaron a casarse con su secretaria) hasta que en 2010 soltó aquello de "hoy acepto mi homosexualidad".Aquel día, se originó tal terremoto mediático que los programas de televisión gestaron tsunamis de opiniones tan variadas como el gusto por los placeres. El conocido espacio de Univisión El Gordo y la Flaca recogió las impresiones negativas de algunos mortales, "Es un mal ejemplo porque él era un modelo latino", "teníamos la sospecha de que él era de ese lado", como las positivas: "Demasiado amor tiene ese hombre para no despreciarlo por eso".Ocultar su identidad sexual no le permitió disfrutar libremente de la relación que tuvo entre 2008 y 2014 con el empresario Carlos González, época en la que el cantante tuvo a sus gemelos Matteo y Valentino a través de un vientre de alquiler. Dos años después conoció al artista Jwan Yosef (36). A principios de 2018 confirmaron que eran marido y marido. Su instinto paternal volvió a despertarse y tuvieron a Lucía y Renn.El boricua ya no se calla. Desde hace una década dice lo que piensa y, como tal, a través de una videoconferencia en el programa Suelta la sopa, vaya si la soltó: "Soy una amenaza para Estados Unidos por latino, homosexual y estar casado con un hombre árabe".En la actualidad, los Martin-Yosef viven en una espléndida mansión en Beverly Hills con una superficie de algo más de mil metros cuadrados por la que pagaron casi 12 millones de euros. Siempre que sus compromisos profesionales lo permiten, prefieren pasar buenos momentos junto a sus pequeños en vez de acudir a todas las fiestas que se celebran en su vecindario. Es lo que tiene haber saboreado intensamente una vida loca.
Este fin de semana el hogar de los Martin-Yosef estaba de celebración. El artista sirio cumplía 36 años este domingo y su famoso marido no se ha olvidado de una ocasión tan especial. El cantante portorriqueño le ha sorprendido dedicándole una romántica felicitación en Instagram en la que, de paso, ha aprovechado para presumir de su atractivo marido. "¡Feliz cumpleaños, mi alma! Te amo tanto", ha escrito junto a una fotografía en la que los dos posan de espaldas frente al mar y sin camisetas. La pareja se casó en 2017 y tiene cuatro hijos.
La pesadilla de muchas celebridades es que sus retoños decidan seguir sus pasos en el terreno profesional. El cantante Ricky Martin, por contra, considera algo natural que sus dos hijos mayores, los mellizos Matteo y Valentino, se hayan interesado tanto en su trabajo como en el de su marido, el artista sirio Jwan Yosef, y no tiene miedo a que su propia fama les haga sombra en el terreno profesional. "A Matteo le llama más la atención el arte y Valentino tiene claro que va a pasarse la vida delante de una pantalla porque quiere convertirse en el mejor youtuber del mundo", ha explicado en una entrevista al portal Extra.
Hace poco más de un año que Ricky Martin se convirtió en padre por cuarta vez con la llegada al mundo de un niño llamado Renn, que nació solo diez meses después de que el cantante y su marido Jwan Yosef tuvieran a su primer retoño en común, la pequeña Lucía. Ahora la estrella de la música latina ha insinuado que podría sorprender a todos sus fans muy pronto anunciando que ha dado la bienvenida a otro bebé, ya que aún no ha utilizado dos de los embriones que se fecundaron para el proceso de gestación subrogada gracias al cual pudo darles dos hermanitos a sus hijos mayores, Matteo y Valentino, a los que educaba en solitario hasta que conoció al artista sirio, con el que se casó en 2017.
Relajado y disfrutando de la playa se muestra Ricky Martín, que este 24 de diciembre cumplirá 49 años. El cantante boricua compartió la imagen en su Instagram y los comentarios de elogios sobre su apariencia física no se hicieron esperar. Algunos de sus seguidores le escribieron: "Nos tienes que contar ese secreto tuyo de cómo cumplir años de vida y descumplirlos en apariencia. Te sigues viendo de 30".
Ricky Martin cumplió cuarenta y nueve años este veinticuatro de diciembre. El cantante puertorriqueño es un ídolo en los países de habla hispana y ha conquistado asimismo públicos anglosajones, empezando por los de Estados Unidos, al ser bilingüe, amén de que conozca otros idiomas. Su atractivo le ha merecido ser amado en la distancia por millones de jovencitas. Un tiempo existió en el que no hubo discusión al denominarlo "el rey del pop latino". Nadie podía sospechar hasta que lo hizo saber en 2008 que era "gay". Ello no le había impedido tener largas relaciones con hermosas mujeres, algunas de renombre. Y hoy, tras las muchas dudas que le mortificaron de adolescente y en su primera juventud está completamente seguro de su condición sexual y es un felicísimo padre de cuatro criaturas, nacidas por vientres alquilados, horrible expresión para nosotros, aunque apenas hay otras que la puedan sustituir con precisión.La irrupción musical de Enrique Martín Morales (Ricky como cantante y Kiki para su entorno familiar) se produjo en la década de los 80, siendo apenas un niño, con el grupo Menudo en el que halló el trampolín para convertirse ya en 1991 en solista. En esa etapa con Menudo, que abarcó su adolescencia, Ricky confesaba que "no sabía nada de lo que era el sexo". En 1989 dejó aquel grupo, que tuvo una dimensión internacional, como se recuerda en España.Sobre sus primeros amores, hubo de todo, aunque fueron del sexo femenino. Apareció en las revistas del corazón emparejado con la tenista argentina Gabriela Sabatini, una rompecorazones si recordamos sus romances. Con Ricky estuvieron cinco meses amartelados, pero las profesiones de ambos los fueron distanciando. Nada más dejar a la colega de Nadal, tuvo un idilio con la cantante Alejandra Guzmán, que no duró mucho. Alejandra tenía un carácter muy fuerte, como comprobamos personalmente durante una comida que compartimos, en tanto Ricky siempre ha sido un hombre dulce y tranquilo. En el país azteca, donde inició su despegue por toda Hispanoamérica, no le faltaron hembras que suspiraban por los encantos del puertorriqueño quiem, como él decía, se convirtió "en el más macho de los machos", al "colarse" por una bellísima presentadora de televisión, Rebecca de Alba. Para él, "la mujer perfecta". Con ella compartió impetuosas noches de pasión entre 1994 y 2005. Once años nada menos. Tiempo más que suficiente para convencerse de que era un seductor, que le gustaba el sexo opuesto. Dicen que engañó a Rebecca unos meses con la actriz Sasha Sokol, coprotagonista con él de una comedia romántica, Alcanzar una estrella, título que a él le sirvió para lanzar un álbum también. Otra conocida cantante, Alessandra Ambrosio fue otro de esos cortos riomances del guapo puertorriqueño.Se menciona que en ese periodo de vida en común con Rebecca ella tuvo un aborto. Tras el cuál, Ricky la dejó. Mucho tiempo más tarde decía esto: "Podía haber sido el amor de mi vida, pero yo no estaba listo para continuar a su lado, era muy inmaduro". Tanto que tampoco encontraba la dicha que anhelaba. No había aclarado del todo cuál era su condición sexual, porque en esos años con Rebeca la engañó con algunos chicos que encontraba en discotecas; amores promiscuos, relaciones homosexuales con jóvenes que tampoco dejaban en él huella alguna. Lo que sí parecía es su tendencia hacia los hombres lo que, sin desdeñar de vez en cuando otras mujeres que se le acercaban lo convertían claramente en un ser bisexual.Pasaron meses, algunos años hasta que, ya triunfador tanto en español como cantando en inglés, con dos éxitos mundiales, "María" y "Livin´la vida loca", un estilo inconfundible como cantante y bailarín, moviendo la pelvis casi casi como antaño hiciera Elvis Presley, Ricky Martín optó por ser lo más sincero consigo mismo y con su público, mostrándose ante los periodistas junto a su novio, un empresario llamado Carlos González. Transcurría el año 2008. Fue cuando además quiso ser padre y por el procedimiento de un vientre de alquiler, previamente asesorado por su abogado, tendría a los gemelos Valentino y Matteo (así, con doble t). Carlos fue su pareja ideal durante seis años, tiempo más que suficiente para que Ricky ya no volviera a encamarse con ninguna mujer. Y eso sucedía cuando miles y miles de féminas lo tenían idolatrado. Es algo que ocurre a menudo entre los cantantes guapos como Ricky, no en balde, el productor Tommy Mottola, que estuvo casado con Mariah Carey, le había impuesto tiempo atrás a Ricky un contrato por el que, mientras durara, se comprometía a estar soltero y no tener hijos. Cláusula vergonzante, contra natura, pero una manera en el negocio musical de mantener viva la imagen de un ídolo con muchísimas admiradoras detrás, cada una de las cuáles lo quiere para sí, egoísta e ingenuamente.Si bien Ricky ya se había convencido de que eran los varones quienes le proporcionaban el equilibrio sentimental que buscaba, le seguía dando vueltas a la cabeza, torturado aún por por no haber encontrado del todo "al hombre de su vida". Sus dos hijos colmaban ese vacío que en ocasiones sentía entre su mente y su corazón. Los éxitos musicales, prosiguieron. Ganaba millones. Ciertamente estaba agotado por tantos viajes de giras, presentaciones, compromisos artísticos. Y en Instagram halló un día la solución mientras mantenía contactos por ese medio. De puro azar puede tildarse la correspondencia que de pronto surgió con un desconocido pintor; intercambiaron durante varios meses de cruzados mensajes, pensamientos, comentarios hasta que Ricky pareció asegurarse que con esa persona encontraba paz, ilusiones, cosas que les unía de carácter cultural y, más que nada, afectivos. Fijaron una cita para conocerse: en Londres, donde el pintor residía. Nervioso, intranquilo aunque con esperanzas, Ricky Martin se desplazó hasta la City. Llevaba en la memoria muchos mensajes cursados entre ambos. "Se me cortó la respiración cuando lo vi". Cupido al encuentro. Flechazo. Y meses más tarde, en 2018, se casaban civilmente.El pintor se llama Jwan Josef y es sueco. El amor que con tanto ahínco perseguía Ricky. De común acuerdo, recurrieron otra vez al mismo procedimiento anterior del cantante con su anterior compañero. Primero nació Lucía, que ha cumplido dos años; luego vino al mundo Renn. Los apellidos de los anteriores, los gemelos Valentino y Matteo, son Martin, como Ricky; los de los más pequeños, Martin Yosef. De los cuatro, Matteo, que ha cumplido doce años, Ricky se siente muy orgulloso, pues lo ha presentado en un "show" televisivo como una futura promesa del baile, de momento y puede que de la canción en adelante. Con esos cuatro retoños, en el pasado mes de julio, Ricky Martin se fotografiaba por primera vez, proporcionando las imágenes a la curiosidad pública. Viven en Beverly Hills y estaban muy contentos, aunque aislados por la pandemia, en celebrar estas fiestas navideñas, coincidentes con el cuadragésimo noveno aniversario del popularísimo cantante.
Cuando te aburras, decoloración". Con este escueto mensaje y una imagen en su cuenta oficial de Instagram, el cantante puertorriqueño ha compartido su nuevo 'look', en el que aparece con una barba de pocos días teñida de rubio.
Son pocas las conversaciones sobre leyendas urbanas que no incluyen el caso de Ricky Martin, el perro y la mermelada en su listado. Fue en el invierno de 1999 cuando, casi de un día para otro, comenzó a escucharse la historia: Ricky Martin había aceptado la invitación del programa Sorpresa sorpresa para sorprender a una de sus fans. Con las cámaras ocultas ya instaladas en la habitación de la joven, el cantante de María se había escondido en un armario. La joven llegó a su cuarto y, sin dar tiempo a que su ídolo la sorprendiese, hizo algo con un bote de mermelada y su perro que no es necesario detallar porque todos recordamos cómo sigue el relato.Así leída, la leyenda resulta surrealista, pero más lo era en el contexto social de hace 20 años, y en un programa presentado por la mismísima Concha Velasco. El bulo llegó a tal nivel que la propia Velasco aseguró con contundencia que era mentira durante el programa de la semana siguiente.Ahora la actriz Gracia Olayo, que por entonces era una de las azafatas del famoso espacio de de Antena 3, ha dado su versión de lo ocurrido en el programa Sesión Golfa, de eCartelera. Olayo y su hermana formaban el dúo Las Veneno y juntas trabajaban en Sorpresa Sorpresa."Esto creo que se lo inventó alguien para dar más publicidad al tema", afirma la actriz. "Ese programa, que lo hacía estupendamente bien Concha Velasco, cuatro horas que se memorizaba el texto en día y medio, admirable, y también como persona, ese programa no alcanza las cuotas de audiencia que con la Gemio. Y es mi opinión, creo que se lo inventaron".Así, según Gracia, pudo ser la diferencia en los datos de audiencia lo que impulsara que desde dentro del propio formato se diese voz a una historia así. "Fue una fake". "¿Fue entonces una estrategia de publicidad?", le pregunta el presentador: "Exactamente, una mentira. Estábamos ahí dentro y ni nos enteramos, ni supimos ni nada. Mentira. Fue una estrategia comercial".
