Bloomberg
Un inversor misterioso, al que llaman ‘el colega’, realiza operaciones de 450 millones de dólares en un día, casi dos veces la media del mercado, lo que asusta a algunos operadores.
Se trata de un inversor misterioso que apareció por primera vez hace un año y medio, realizando operaciones de 450 millones de dólares en un solo día, casi el doble de la media del mercado, y ahora está ejecutando enormes transacciones con una frecuencia cada vez mayor, asustando a sus competidores, incapaces de prever cuál será su próximo ataque, según informan distintos operadores financieros.
Turgay Ozaner y sus colaboradores en Istanbul Portfolio llevan meses analizando los registros históricos oficiales de las operaciones de intermediación en busca de indicios acerca de la identidad real de este personaje, pero siguen sin poder descifrar el misterio.
Sea quien sea, parece haber ido saltando de un operador local a otro, perfeccionando su sistema y convirtiendo al último, Yatirim Finansman, en el mayor comprador neto del mercado, con gran diferencia.
“Nadie está seguro de nadaâ€, ha declarado Ozaner desde sus oficinas, situadas en un pintoresco barrio a la ribera del Bósforo. “Y estamos hablando de Turquía, donde generalmente todos nos enteramos de todoâ€.
Al menos uno de los bancos europeos que tiene como clientes ha dejado de tomar posiciones en corto en acciones turcas tras llegar a la conclusión de que ese inversor misterioso está utilizando un sistema algorítmico en el que las operaciones se definen mediante fórmulas complejas, mientras que otros están evitando el mercado hasta conseguir más información, según fuentes cercanas.
CREADOR DE MERCADO
‘Herif’, o ‘El colega’, ha contribuido por si solo a aumentar el volumen medio diario de operaciones de la bolsa de Estambul en casi un 8 por ciento este año, frente al descenso del 15 por ciento registrado en el principal mercado de Varsovia y la caída del 27 por ciento en Moscú, según datos compilados por Bloomberg.
El índice Borsa Istanbul 100 ha subido un 13 por ciento en este periodo, superando a los índices Micex de Rusia y WIG20 de Polonia.
Yatirim Finansman, que hace dos años manejaba menos del 2 por ciento de las operaciones del mercado, ahora está gestionado algunos días la mayor parte de ellas.
Por ejemplo, el 22 de febrero el operador emitió órdenes de compra de acciones por valor de 486 millones de liras turcas (167 millones de dólares), unas 15 veces más que Merrill Lynch, el segundo mayor operador de ese día.
Y en las diecisíéis jornadas posteriores al 16 de marzo, registró compras por valor de casi mil millones de liras para los seis mayores bancos turcos y Turkish Airlines, llevando el índice Borsa a varios máximos trimestrales consecutivos.
Entre enero y febrero, Yatirim Finansman ha comprado acciones por un valor neto de mil 230 millones de liras, casi un 70 por ciento más que el siguiente comprador en volumen, UBS Menkul Degerler AS.
Por eso Ozaner, de Istanbul Portfolio, dice que ese comprador secreto es el autíéntico “creador de mercado†en este momento.
En los mercados emergentes, no es inusual que un único operador consiga mover un índice mediante operaciones a corto plazo, especialmente en países como Turquía, que depende de los flujos procedentes del exterior. Pero nadie en Estambul había visto nada parecido hasta ahora.
Los responsables de la bolsa han declinado hacer comentarios, al igual que Yatirim Finansman y otras dos agencias locales de intermediación a travíés de las cuales el comprador misterioso ha operado.
SER HUMANO CONTRA LA MíQUINA
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Algo que los tres operadores tienen en común es su capacidad para trabajar con operadores de alta frecuencia, es decir, empresas que utilizan algoritmos en lugar de seres humanos para ejecutar sus estrategias de intermediación.
A finales del año pasado, Borsa Istanbul trasladó sus servidores a un nuevo centro de datos con la esperanza de atraer operaciones de operadores automáticos antes de relanzar su oferta pública inicial, aplazada desde hace tiempo.
Las agencias de intermediación de alta frecuencia (HFT, High-frequency Trading, por sus siglas en inglíés) suelen situar sus servidores en el mismo centro de datos que la bolsa para conseguir la máxima velocidad posible de conexión con sus sistemas informáticos.
Okte está convencido de que es eso exactamente lo que está haciendo el inversor desconocido.
“Este operador algorítmico acaba de descubrir un nuevo mercado y está jugando a su propio juego porque todavía no hay competencia suficiente, pero acabará habiíéndolaâ€, señala Okte.
“Esto está todavía en pañales, pero, por lo que hemos visto en los mercados desarrollados, en este juego las maquinas siempre gananâ€.