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Los principales productores de crudo de Amíérica Latina buscan aquí adoptar la posición que llevará la región a la reunión de países petroleros prevista para el 17 de abril en Doha, Qatar.
En el encuentro que se celebra a puertas cerradas en la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), a 15 kilómetros al norte de Quito, participan ministros de Hidrocarburos o sus representantes de Bolivia, Colombia, Ecuador, Míéxico y Venezuela.
Previo a la apertura, el ministro ecuatoriano de Hidrocarburos, Carlos Pareja, adelantó a la prensa que la cita regional pretende enviar un fuerte mensaje al mercado sobre la necesidad de estabilizar los precios del crudo.
Queremos reunirnos hoy día con los países productores latinoamericanos para darle un fuerte mensaje al mercado, aseveró el funcionario, tras apuntar que el subcontinente es el tercer productor mundial de petróleo, con ocho millones de barriles diarios.
De acuerdo con Pareja, los precios por debajo de 30 dólares el barril no compensan los costos de producción, lo cual redunda a su vez en que no se hagan nuevas inversiones ni se acometan nuevos proyectos.
Esto es un problema para todos los países productores, sean miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) o no OPEP, acotó.
Pareja agregó que en la cita de Quito tambiíén acordarán apoyar en Doha una propuesta relativa a la congelación de la producción a los niveles de enero pasado.
Al respecto, el ministro de Petróleo y Minas de Venezuela, Eulogio del Pino, recordó en declaraciones a Prensa Latina que esa postura ya cuenta con el apoyo de su país, Arabia Saudita, Rusia y Qatar.
Del Pino aclaró no obstante que una eventual congelación de los niveles de producción dependerá del consenso que se alcance en la reunión de la semana próxima en Doha.
No queremos imponerle nuestro criterio a nadie, apuntó el funcionario venezolano, quien defendió, por ejemplo, el derecho de Irán a recuperar las cuotas de producción que tenía antes de la aplicación de sanciones por parte de la comunidad internacional, y que recientemente fueron levantadas.
Aunque el eventual recorte de la producción de crudo no estará en la agenda de la reunión de la semana próxima en la capital catarí, Del Pino dijo que comparte el criterio del presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien asegura que una reducción de apenas el cinco por ciento ayudaría a estabilizar los precios.
Al inicio del encuentro en Quito el canciller ecuatoriano, Guillaume Long, tambiíén instó a los participantes a mandar al mundo una "señal contundente" de integración en el ámbito energíético.
Amíérica Latina, como tercer productor de petróleo a nivel mundial, tiene que integrase en materia energíética, expresó Long, quien participa en la reunión junto al vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas.
La caída de la cotización del llamado oro negro en el mercado internacional afecta particularmente a Ecuador, que produce poca más de medio millón de barriles de crudo diarios y es uno de los socios más pequeños de la OPEP.
Días atrás, Correa, economista de profesión, aseguró que despuíés de la venezolana, la economía más golpeada por la actual crisis petrolera es la ecuatoriana, pues la carencia de una moneda propia le impide recurrir a la devaluación monetaria para paliar la situación.