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Autor Tema: Guerreros de Champions  (Leído 324 veces)

Potto

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Guerreros de Champions
« en: Abril 28, 2016, 08:35:46 am »
Despuíés de lo sucedido este martes en Manchester, las semifinales de la Liga de Campeones necesitaban un partido como el disputado en el Vicente Calderón. Goles de calidad, tensión, entrega, decepciones, elevaciones futbolí­sticas, duelos tácticos y pasión se dieron cita a orillas del Manzanares para marcar el camino que termina en Milan.
No habí­a dudas de lo que iban a plantear ambos entrenadores sobre el verde colchonero. Guardiola querí­a tener el balón y Simeone incomodar a su rival lo máximo posible. No dejarle respirar, evitar el más mí­nimo pensamiento y que sintiera el aliento en cada acción eran las consignas de Simeone a sus chicos. Sin lugar a dudas, lo cumplieron con creces. Ya pueden ser las semifinales de la Liga de Campeones o un encuentro liguero ante el último de la tabla, la vida entre los rojiblancos siempre es la misma.
Ante un conjunto germano que quiso poblar el centro del campo ante la idea de llevar la iniciativa del juego, fueron los locales quienes presionaron tanto en la medular como sobre los centrales rivales para evitar que no llegara un solo balón limpio a Lewandowski, perdido entre las redes de Gimíénez y Savic.

El ambiente de la grada colchonera se empeñó en buscar el primer gol, pero aunque lo intentaron sin descanso, fue Saúl el que se inventó una obra de arte que terminó con el esfíérico en el fondo de la meta rival. El canterano no necesitó que nadie le animara, sólo sorteó piernas hasta que levantó la cabeza para poner el cuero donde Neuer tení­a imposible llegar. Primero superó a Bernat, despuíés fue Xabi Alonso el que terminó por los suelos y despuíés Alaba vio en una situación ideal la bicicleta del medio y el zurdazo con parábola que significó el primer tanto del choque.
Unas semanas despuíés de que Rummenigge menospreciara al Atlíético de Madrid, no hay dudas de que habrí­a cambiado a pelo a más del noventa por ciento de su plantilla por la de lo madrileños. Hay que recordarle que la UEFA permite superar rondas de la Liga de Campeones por partidos como el de este miíércoles.

Los colchoneros se sienten felices jugando en vertical y dando velocidad al juego. La felicidad de los locales fue inversamente proporcional a la tristeza de un Javi Martí­nez que sufrió. El navarro saca el balón desde atrás como nadie, pero cada balón a su espalda es un sinvivir.
Tras la reanudación, el que sufrió fue el Atlíético. Lo germanos se adueñaron del balón, encerraron a su rival en su área y pusieron a prueba a un Oblak que es un seguro de vida para su equipo. El esloveno no tuvo grandes intervenciones, pero atrapa todo lo que va por arriba y por abajo, no duda en las salidas y da una confianza a sus defensas que muy pocos guardametas en el mundo lo consiguen. Por si fuera poco, la suerte le acompañó y un disparo de Alaba desde Alemania terminó saliendo despedido por el larguero.

Los cambios de Guardiola no incidieron en el juego

Quince minutos tardó el Atlíético en quitarse la presión de un Bayern que terminó por poner a Ribery y Mí¼ller sobre el terreno de juego. El francíés tardó en meterse en el juego y el atacante ocupó el sitio de un Thiago que daba la sensación de poder sacarse un conejo de la chistera en cualquier momento.

Los de Guardiola se empeñaron en poner balones sobre el área rival y a pesar de que Lewandowski apareció en más ocasiones, el ejíército aíéreo del equipo de Simeone impedí­a remate alguno sobre Oblak. Sólo Javi Martí­nez se atrevió a meter la cabeza por allí­ para que el esloveno atrapara el esfíérico.

Mientras el Bayern querí­a el gol para disputar la cita del Allianz con mayores garantí­as, Torres protagonizó una de sus tí­picas acciones y sólo el poste pudo desviarlo de su camino hasta el gol. El de Fuenlabrada dejó atrás a Alaba y con Neuer superado rozó el gol.

Lo minutos pasaban y el Atlíético se sobreponí­a al cansancio con un juego donde nadie es capaz de superarle. El reloj corrí­a mientras el balón se paraba. Una exageración por aquí­, otra protesta por allá y los colchoneros están a noventa minutos de regresar a la final de la Liga de Campeones. El fútbol le debe algo al Atlíético y los rojiblancos los quieren aprovechar.