El euribor a 12 meses lleva 24 días bajando, ha caído a niveles de marzo (4,412% en tasa diaria y 4,64% en mensual) y todo el mundo respira aliviado. Las bajadas de tipos (un punto entero en un mes), las inyecciones de liquidez ilimitadas al tipo oficial y los planes de ayuda a la banca de los diferentes Gobiernos han dado resultado y el mercado se ha normalizado, aseguran los analistas. Pero la realidad es bien distinta. Según confirman algunas entidades importantes, el interbancario sigue tan cerrado como hace un mes y sólo se cruzan operaciones a un día.
Por eso, el euribor a un año es ficticio ya que no tiene operaciones reales detrás. Simplemente, se ha adecuado a las bajada de tipos oficiales, ya que el diferencial respecto a íéstos (1,15 puntos) no se ha reducido.
La mejor prueba de esta sequedad está en las estadísticas semanales que publica el BCE sobre el estado del eurosistema: la semana pasada, la rúbrica "facilidades de depósito" ascendió a 225.500 millones de euros. Traducido, eso significa que los bancos de la zona euro devolvieron al BCE 225.500 millones que habían captado previamente del instituto emisor, en vez de prestarlos a otras entidades en el interbancario. Esta cifra era aún mayor hace dos semanas, de 279.365 millones.
La cosa todavía es más llamativa si tenemos en cuenta que, cuando devuelven esa liquidez, el BCE paga a los bancos 50 puntos básicos (0,50 puntos porcentuales) por debajo del precio oficial del dinero: el 3,25% actualmente y el 3,75% hasta el 6 de noviembre. Además, muchos han captado esta liquidez pagando 50 puntos básicos por encima del tipo oficial en la ventanilla del BCE, las llamadas facilidades marginales de críédito; si la han captado en las subastas de liquidez, han pagado el tipo oficial.
En cualquier caso, devolver el dinero les cuesta entre un 0,5% y un 1% en unos momentos en los que la banca no está para tirar el dinero precisamente. Y, aun así, prefieren perder ese dinero a prestarlo en el interbancario, lo que da una idea de la enorme desconfianza que sigue reinando en el sector a pesar de todas las medidas puestas en marcha para tranquilizar los mercados.
Desconfianza en la banca española
"Es un drama, porque restablecer el interbancario es la clave para que el críédito pueda volver a fluir en la economía", explican en otra entidad. De hecho, el principal objetivo del Fondo de Adquisición de activos del Gobierno español es tranquilizar el mercado interbancario al aportar la liquidez necesaria para que todas las entidades puedan atender a sus compromisos de pago -básicamente los vencimientos de deuda-, lo que debería dar garantías al mercado de que ninguna entidad va a incurrir en impago (default).
Pero este objetivo no se está cumpliendo. Aparte de las dudas sobre la eficacia de este fondo, existe una desconfianza generalizada en la banca española más allá de los dos grandes bancos (y con reservas en íéstos) por el vertiginoso aumento de la morosidad y las cada vez más negras perspectivas de la economía española. Una desconfianza que se ha disparado esta semana con la ampliación de capital del Santander, que ha sido interpretada como la confirmación de que la banca española no es diferente a la del resto de Europa y que tambiíén tiene problemas pese al colchón de las provisiones geníéricas o a la ausencia de activos tóxicos en su balance.
Para ser justos, hay que precisar que esta desconfianza no se refiere a la banca española, sino al conjunto del sector en la zona euro. Y eso que se ha procedido a masivas inyecciones de capital público que han elevado notablemente los niveles de solvencia de las entidades. Pero ni por íésa: el martes, Intesa Sampaolo suspendía el dividendo y se hundía un 17% en bolsa, lo que resucitaba los peores temores. Según los expertos, hace falta que terminen los sobresaltos y que las entidades demuestren una mejoría para que vuelva la confianza. Y eso puede llevar bastante tiempo