Reuters
Con el Brexit, Londres podría reducir los impuestos corporativos, aunque el precio político que pagaría sería elevado, de acuerdo con el director de impuestos de la OCDE, Pascal Saint-Amans.
Es improbable que Reino Unido consiga atraer la inversión internacional convirtiíéndose en un paraíso fiscal cuando deje la Unión Europea, señaló un memorando interno preparado por el organismo responsable de la elaboración de las reglas tributarias mundiales.
El director de impuestos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que asesora a la naciones desarrolladas sobre políticas, dijo que Reino Unido podría usar su liberación de las reglas de la UE para reducir los impuestos corporativos, aunque el precio político que pagaría sería elevado.
La posibilidad de que el país pueda rebajar la fiscalidad sobre los beneficios de las multinacionales, que tambiíén podría ayudarles a evadir impuestos sobre las ganancias logradas en otros países de la UE, ha sido abordada por expertos en contabilidad y políticas desde que los británicos decidieron dejar el bloque en un referendo.
"El negativo impacto del 'Brexit' en la competitividad de Reino Unido podría empujarle a ser más agresivo en su oferta fiscal", afirmó el director de impuestos de la OCDE, Pascal Saint-Amans, en un memo.
"Avanzar en esa dirección podría convertir a Reino Unido en un tipo de economía como la de un paraíso fiscal", señaló, agregando que existen barreras prácticas y domíésticas para impedir llegar a esta situación.
Reino Unido ya está inmerso en un proceso para rebajar su tasa impositiva para las corporaciones al 17 por ciento, comparado con el promedio de alrededor del 25 por ciento del resto de países de la OCDE. La organización declinó comentar el memo, fechado el 24 de junio.
Como parte de su declarado objetivo de convertiste en el país más competitivo a nivel impositivo entre el Grupo de 20 principales economías mundiales, Londres ya introdujo alivios fiscales que permiten a las compañías pagar menos impuestos en algunas ganancias, así como cero carga tributaria sobre utilidades de subsidiarias en paraísos fiscales.
Para mejorar de forma significativa su atractivo a las empresas, Reino Unido tendría que recortar bastante su tasa impositiva o introducir un sistema de "generosas" reglas fiscales, indicó la OCDE. Fuera de la UE, los británicos podrían ofrecer selectivamente a los inversores foráneos acuerdos particulares, algo prohibido por la legislación comunitaria.