Por... Leticia Hernández
El deterioro en las industrias manufactura y de la construcción obligó a los trabajadores a reubicarse en el sector servicios, en donde sus labores no coinciden con sus habilidades, según el informe Perspectivas del Empleo de la OCDE 2016.
Los mercados laborales se recuperan de la crisis, pero el crecimiento de los salarios continúa siendo deficiente debido a la píérdida de productividad. El deterioro en las industrias de la manufactura y construcción llevó a trabajadores a reubicarse en el sector servicios, en donde sus labores no coinciden con sus habilidades y se les paga menos, expone el informe Perspectivas del Empleo de la OCDE 2016.
“El trabajo de restañar el mercado laboral sólo está a medias: de vuelta al trabajo, pero sin un peso en el bolsillo. Se necesita una acción de política pública integral y ambiciosa para reactivar el crecimiento de la productividad laboral, aumentar los salarios y reducir las crecientes desigualdades del mercado laboralâ€, comentó íngel Gurría, secretario general de la OCDE, al presentar el informe en París, antes de la reunión de la próxima semana de los ministros del Trabajo y Empleo del G20, en Pekín, China.
El porcentaje de personas de 15 a 74 años con trabajo en los países de la OCDE será de 61 por ciento a finales del próximo año, apenas por encima del nivel registrado al finalizar 2007.
En algunos países de la OCDE, sobre todo en Chile, Alemania y Turquía, las tasas de empleo ya superan los niveles anteriores a la crisis, mientras que la disparidad en los puestos de trabajo sigue siendo grande en algunos países europeos, en particular Grecia, Irlanda y España (con 9.0, 7.9 y 8.5 puntos porcentuales, respectivamente).
El crecimiento de los salarios sigue detenido en muchos países, señala el informe. El crecimiento de la productividad se estancó durante los últimos años y muchos de los trabajadores que perdieron su empleo en la manufactura y la construcción durante la crisis lo recuperaron en el sector de servicios.
Los salarios reales cayeron abruptamente durante la crisis en Grecia, Irlanda, Japón, Portugal, España y los Países Bálticos.
Al comparar el crecimiento de los salarios reales durante el periodo de 2000 a 2007, con el periodo de 2008 a 2015, algunos otros países incluida la República Checa, Estonia, Letonia y el Reino Unido experimentaron una brusca desaceleración.
En 2015 los salarios reales por hora en esos países estaban más de 25 por ciento por debajo de lo que habrían estado si el crecimiento salarial hubiera continuado al ritmo observado durante 2000-2007, y esa diferencia salarial rebasó 20 por ciento en Grecia, Hungría e Irlanda.
El secretario general de la OCDE manifestó la preocupación por la calidad del empleo y, en particular, la situación de ciertos grupos.
En la OCDE la tasa de jóvenes que no se encuentran ni en el empleo ni en la educación, los llamados 'ninis', seguía siendo más alta en 2015 con una tasa del 15 por ciento, que en 2007 cuando fue de 13.5 por ciento, con un aumento significativo en muchos países. Las brechas de gíénero en el mercado laboral aún se mantienen y las mujeres trabajadoras siguen consiguiendo peores empleos que los hombres.
Aunque el desempleo se reducirá en la OCDE a 6.1 por ciento a finales de 2017, 39 millones de personas seguirán desempleadas, 6.3 millones más que antes de la crisis, según estima el organismo.
Una política adecuada de habilidades juega un papel importante en la reducción de las inequidades en el mercado laboral, al tiempo que impulsa la productividad y los salarios.
Es tan importante que se aumenten los programas educativos y de formación profesional como que se mejore la calidad de los mismos. El uso de las habilidades en el empleo es determinante porque entre trabajadores igualmente capacitados y educados, aquellos que utilizan sus habilidades en el trabajo son más productivos y ganan mejores salarios.