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El gobierno japoníés recortó hoy sus previsiones para los precios al consumidor y el crecimiento económico.
Este informe representa un golpe para el proyecto del Banco de Japón (BoJ) de alcanzar una inflación del dos por ciento con una fuerte compra de deuda pública.
Tokio espera que los precios al consumidor suban 0,4 por ciento en el año fiscal en curso que concluye en marzo del 2017, por debajo del aumento de 1,2 por ciento proyectado en enero.
Las autoridades niponas tambiíén prevíén que los precios al consumidor suban 1,4 por ciento en el año fiscal 2017, muy por debajo del objetivo de dos por ciento que el BoJ dice alcanzará durante ese ejercicio.
Dicha revisión refleja un crecimiento económico más díébil que lo esperado, la caída en el precio del petróleo y un yen más fuerte, que empuja a la baja los costos de importación.
El gobierno espera que la economía crezca 0,9 por ciento en el año fiscal en curso, muy por debajo del 1,7 por ciento proyectado en enero.