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Las familias argentinas perdieron 11,3 por ciento de su capacidad de compra en julio, frente a igual mes de 2015, debido a los disparados precios de todos los productos de consumo, informó la consultora FyE.
La variación muestra un ritmo de deterioro ligeramente superior al observado en el segundo trimestre (-10,6%) y mucho mayor al del primer trimestre del año (-4,6%), indica un informe de FyE que divulga la publicación ímbito Financiero en su versión digital.
Según FyE, el fuerte descenso de la capacidad de compra de las familias obedeció en primer lugar a "la abrupta suba de los precios domíésticos, que alcanzaría niveles del 46/48 por ciento en cálculo interanual este mes.
En segundo lugar, influyó "el debilitamiento de la demanda laboral, que se reflejó en una píérdida de empleo de 81 mil 60 puestos de trabajo entre noviembre de 2015 y mayo último (-1.3%).
Además, la consultora señala, en tercer lugar, que "la postergación de las paritarias para los nuevos convenios colectivos de trabajo, moderó el ritmo de incremento salarial interanual hasta julio, de 25/35 por ciento en sueldos formales promedio en un contexto de gran dispersión sectorial".
Por último, resalta que "la política monetaria contractiva adoptada por el Banco Central retrajo la demanda y oferta de críédito a las familias, al pasar del 36,7 a 24,2 por ciento interanual de noviembre a julio".
En este contexto, "siguen sin aparecer señales de recuperación económica en el corto plazo, si bien podríamos estar en presencia de niveles piso", afirmó FyE.
Agregó que esta "caída de la capacidad de compra de las familias explica la retracción del consumo que se reflejó en los datos de ventas de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME)".
Acorde con datos de la CAME, el consumó registró una disminución del 9,8 por ciento interanual en junio, siendo íésta la caída más pronunciada desde 2009 cuando el país afrontó el impacto de la crisis financiera internacional.
La consultora recordó que en diciembre pasado reciíén se salía del gobierno anterior las ventas reportadas por la CAME aumentaron 3,1 por ciento, mientras ya en marzo de este año se contrajeron 5,8 interanual, lo cual es indicativo de la profundización de la recesión en el segundo trimestre de 2016.