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Autor Tema: Vuelta forzosa de Sacyr a su orí­genes  (Leído 685 veces)

Zorro

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Vuelta forzosa de Sacyr a su orí­genes
« en: Noviembre 15, 2008, 11:22:36 am »
Vuelta forzosa de Sacyr a su orí­genes

Publicado en Expansión por C. Morán.

La trayectoria de Sacyr está salpicada de grandes íéxitos y de estrepitosos fracasos empresariales. Desde su fundación, en 1986, sus fundadores han situado a la compañí­a en los primeros puestos del sector a costa de un endeudamiento que ahora le pasa una cara factura.

La crisis está pasando una dura factura al sector constructor en tíérminos de caí­da de actividad y aumento de gastos financieros, que ha colocado a empresas como Sacyr Vallehermoso, la quinta mayor constructora española por cifra de facturación, en un callejón cuya salida es cada vez más estrecha.

El temporal crediticio ha golpeado al sector con virulencia, provocando desperfectos, pero en el caso del grupo presidido por Luis del Rivero, la grietas están zarandeando todo el edificio, que comenzó a construirse a comienzos de los años ochenta en la zona oriental de Andalucí­a y de Murcia junto a cinco socios, entre los que sobresalí­an Manuel Manrique y Josíé Manuel Loureda.

Sacyr se convirtió a finales de los noventa en una empresa temible cuando emprendió una estrategia de diversificación que dejó a la actividad tradicional en un segundo plano. Pero esta ambición sin lí­mites, que estuvo basada en su capacidad para generar beneficios extraordinarios (venta con plusvalí­as de su participaciones en Dragados y de BBVA, unos años despuíés) e importantes dividendos a sus accionistas, se ha convertido, en la actualidad, en su principal pesadilla.

La sofisticada ingenierí­a financiera empleada para entrar en el mercado energíético a travíés de Repsol, el desembarco en su rival francíés Eiffage y su arriesgada apuesta para crear el mayor grupo de infraestructuras de transporte a travíés de la fusión de Ití­nere con Europistas, se ha venido abajo como un castillo de naipes, justo cuando el negocio inmobiliario y la bolsa comenzó a darle la espalda.

Caí­da del beneficio
La expresión más evidente de esta delicada situación son los resultados de la compañí­a, enviados ayer a la ComisiónNacional del Mercado de Valores (CNMV). Sacyr Vallehermoso sólo ganó hasta septiembre 6,1 millones de euros, frente a los 731 millones que registró en el mismo periodo del año anterior. Las ventas crecieron un 12,8%, hasta 4.420 millones de euros, pero el resultado bruto de explotación (ebitda) descendió un 3,8%, hasta 807 millones de euros.

Repsol sigue siendo el pulmón del grupo, ya que, al contabilizar la participación del 20% de la petrolera por puesta por equivalencia, aporta a su beneficio 376 millones, que no compensan los costes financieros y el efecto desconsolidación de la participación del 33% de Eiffage en la primera mitad de este año.

Sacyr acumula una deuda de más de 18.500 millones de euros y más de la mitad está asociada al 20% de Repsol y al negocio de autopistas, sobre todo a raí­z de la opa en 2007 sobre Europistas, en la que pagó nueve euros por acción, un 80% más de lo que estaba dispuesto a abonar su rival en la operación, el grupo Isolux Corsán.

Estas joyas son las que están asfixiando a la constructora, que tiene problemas para hacer frente a los vencimientos de los príéstamos. Para reducir riesgos, la compañí­a comunicó en septiembre que estaba analizando la posibilidad de desprenderse de los activos más valiosos (Repsol, Ití­nere y Valoriza) pero ninguna de estas operaciones se ha cerrado con íéxito, porque las valoraciones han quedado totalmente distorsionadas debido a la caí­da de la bolsa (Repsol vale menos de 15 euros por acción, y Sacyr compró el 20% a un precio medio de 26 euros) y porque la crisis financiera ha restringido la liquidez para este tipo de movimientos corporativos.

Desde que la constructora española inició conversaciones con el fondo de infraestructuras de Citigroup para traspasarle el 91% de su filial concesiones, se han sucedido muchos tiras y aflojas, forzados por las aspiraciones maximalistas del vendedor y las rebajas exigidas por el fondo americano. Ayer, se daba por hecho un acuerdo de venta, pero fuentes próximas a la operación indican que la negociación podrí­a prolongarse sine die.

Precedentes
No es la primera vez que las pretensiones de Sacyr se vienen abajo en cuestión de horas. En los coletazos de su final en Eiffage, en abril de este año, la compañí­a comunicó que habí­a llegado a un acuerdo con inversores franceses para vender su participación a un precio de 63 euros por acción. Un dí­a despuíés, desde Francia se indicaba lo contrario. El acuerdo se pospuso durante una semana más, y en el transcurso de esos dí­as Sacyr tuvo que hacer una quita de un euro por acción, lo que supuso abandonar Eiffage con minusvalí­as.

Nadie pone en duda los míéritos de los empresarios que fundaron Sacyr en 1986 con menos de 30.000 euros. Hoy el patrimonio del grupo supera 3.200 millones. En todo este tiempo, Del Rivero (Luis Rivero por aquel entonces) y sus socios intentaron fusionarse con Dragados, compraron Ena, se fusionaron con Vallehermoso, perdieron la batalla en el asalto al BBVA y a Eiffage y, ahora, ahogada por sus obligaciones, debe buscar una solución de urgencia para impedir una vuelta forzosa a sus orí­genes.