Por... Diego Graglia
Tendrán hasta cinco años para desarrollar su empresa pero tienen que conseguir capital de inversores estadounidenses.
Max Levchin, cofundador de PayPal, respaldó la visa para startups que lanzará la Casa Blanca. David Paul Morris/Bloomberg via Getty Images
La Casa Blanca quiere atraer a Estados Unidos a muchos más como la mexicana Karen Lozano.
Esta ingeniera fue la primera persona de su país en graduarse con un doctorado en la Universidad Rice y, ya como profesora de la University of Texas-Pan American, fue una de las inventoras de un proceso para crear nanofibras más rápido que nunca antes. Con esta tecnología, fundó una compañía, FibeRio, que tiene ventas en cinco continentes y 40 empleados de alta manufactura.
"Necesitamos más maneras de asegurar que la gente como la doctora Lozano estíé creando empleos y haciendo crecer la economía de Estados Unidos", escribieron Tom Kalil y Doug Rand, dos altos funcionarios de la Oficina de Leyes para Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca. Lo hicieron en el anuncio de que el gobierno creará una visa para startups, que permitirá a emprendedores extranjeros establecerse en Estados Unidos por cinco años para hacer crecer una empresa de alto potencial.
La nueva regla –que entrará en vigencia en menos de dos meses luego de un período de comentarios del público– permitirá a las autoridades de inmigración dar entrada a los emprendedores por un plazo inicial de dos años. Si cumplen ciertas metas, podrán pedir tres años más para seguir impulsando su negocio.
La visa, que se asignará caso por caso, será para propietarios de startups "cuya permanencia en Estados Unidos proveería un beneficio público significativo a travíés de un potencial demostrado y sustantivo para el crecimiento rápido del negocio y la creación de empleo", según dijo el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS en inglíés).
Los requisitos que deberán cumplir los emprendedores son:
tener al menos 15% de la propiedad de la startup;
tener un papel central y activo en sus operaciones;
haber creado la compañía en Estados Unidos en los últimos tres años; y demostrar ese potencial de crecimiento.
Para lograr este último punto, tienen que haber recibido al menos 345,000 dólares en inversión de capital de inversionistas estadounidenses "con un historial establecido de inversiones exitosas" o recibir becas u otras formas de financiamiento gubernamental por al menos 100,000 dólares. (O conseguir otro tipo de evidencia que reemplace estas exigencias).
El aporte de los extranjeros a la creación de nuevas empresas es un dato conocido, sobre todo en Silicon Valley. Según destacó la Casa Blanca, una de cada cuatro empresas nuevas de tecnología tiene un fundador extranjero.
Uno de ellos es Max Levchin, nacido en la Unión Soviíética, quien llegó a Chicago a los 16 años. Tras estudiar computación en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y fundar varias empresas fallidas, se mudó a Silicon Valley y fue parte del lanzamiento de PayPal, hoy un gigante de pagos por internet con 17,000 empleados. Despuíés de venderla, lanzó y financió varias otras compañías de internet.
"Tuve el privilegio de invertir en más de cien startups y de aconsejar a muchas otras", escribió Levchin en un correo a la Casa Blanca en que respaldó la nueva regla. "Creo que los emprendedores más prometedores de todo el mundo deberían tener la misma oportunidad que tuve, de lograr todo su potencial, aquí en Estados Unidos".