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El Comando Nacional de los Bancarios y la Federación de los Bancos (Fenaban) de Brasil reanudaron hoy las negociaciones para poner fin a 23 días de huelga nacional sin que hasta ahora lograran una solución.
La Fenaban presentó una nueva propuesta que mantiene un reajuste salarial del siete por ciento y un abono adicional de tres mil 500 reales (unos mil 060 dólares estadounidenses) para este año, dijo en su sitio web la Confederación Nacional de los Trabajadores del Ramo Financiero (Contraf).
Los bancarios en paro plantean, entre otras exigencias, un reajuste salarial que permita reponer el índice de inflación (9,62 por ciento), así como un incremento de cinco por ciento en el salario real, un abono adicional de tres mil 300 reales (unos mil dólares estadounidenses) y mejores condiciones de trabajo.
Además, poner fin a las metas abusivas, al asedio moral y sexual, los despidos y a la tercerización del sector, entre otras reivindicaciones.
La víspera, en todo Brasil acataron el paro 13 mil 449 agencias (más de 57 por ciento del total) y 35 centros administrativos.
Fuentes sindicales informaron además que este miíércoles en el estado de Belo Horizonte se mantuvieron cerradas 74,5 por ciento de las agencias bancarias (563) en 55 ciudades.
Para el sector bancario esta es la tercera huelga más larga ocurrida desde hace 12 años. En 2004 la paralización se prolongó por 30 días y en 2013 duró 24.
Según el titular de la Contraf, Roberto von der Osten, los banqueros actúan con total desconsideración al intentar imponer a los trabajadores una píérdida de 2,39 por ciento de sus salarios y negarse a atender las restantes exigencias laborales.
Los beneficios de los cinco mayores bancos de Brasil (Itaú, Bradesco, Banco do Brasil, Santander y Caixa) en el primer semestre de este año rebasaron los 29 mil millones de reales (más de nueve mil 100 millones de dólares), sin embargo, fueron recortados casi ocho mil puestos de trabajo, recordaron fuentes sindicales.