C. Monforte / J. Magariño - Madrid - 20/11/2008
La cortina de humo en torno a la entrada de Gazprom en Repsol comenzó a despejarse en la tarde de ayer: Radio Nacional de España adelantó que otra compañía rusa, Lukoil, y no Gazprom, 'mantiene negociaciones muy avanzadas' para comprar hasta un 30% del grupo petrolero español.
La ofensiva de esta petrolera, cuyas negociaciones tambiíén habían salido a la luz en las últimas semanas, cuenta con la aquiescencia del Ejecutivo de Josíé Luis Rodríguez Zapatero, según fuentes consultadas por este diario. El Gobierno ha optado por Lukoil frente a Total, el segundo gran postor, por entender que, de esta manera, 'se mantiene la independencia de Repsol y no pasa a manos estatales extranjeras', ya que Lukoil es un grupo privado.
Según las mismas fuentes, íéste adquiere algo menos del 30%, el límite a partir del cual tendría que formular una opa por el 100%. Concretamente, compra el 20% en manos de Sacyr Vallehermoso, en situación financiera muy delicada; el 6% que La Caixa y Caixa Catalunya comparten en el holding Repinves, y otro paquete inferior al 4% ahora en manos de accionistas minoritarios. A precios de mercado, el valor de la operación rondaría los 5.000 millones de euros.
Las negociaciones que los responsables de Sacyr Vallehermoso y La Caixa, los dos principales accionistas de Repsol, mantenían desde el pasado verano con la rusa Lukoil, segunda petrolera privada de Rusia, han dado sus frutos. Ya en septiembre las partes tenían prácticamente ultimado un acuerdo para vender a esta compañía el 20% de Sacyr en Repsol y el 6% que La Caixa y Caixa Catalunya tienen de forma indirecta a travíés de Repinves en la petrolera española.
En las negociaciones con los rusos había participado el propio presidente de Repsol, Antonio Brufau, partidario de ayudar a la constructora a buscar una salida a sus dificultades financieras: la compañía tiene una deuda financiera neta de 18.550 millones de euros, de los cuales, 5.142 millones corresponden al críédito bancario para sufragar la adquisición de su 20%, que compró 26,7 euros por acción (ayer cotizó a 13,95 euros).
El presidente de Sacyr, Luis del Rivero, tenía carta blanca de La Caixa para ofrecer tambiíén su participación (además de la participación indirecta tiene el 10% de Repsol) a los interesados en un paquete que puso en venta en agosto.
El grupo constructor y La Caixa han recibido ofertas de otros grupos europeos, la más sólida, la de la francesa Total, que tambiíén tiene un 48% de Cepsa. Fuentes solventes aseguran que el Gobierno español ha mostrado finalmente su preferencia por Lukoil, al considerar que 'con esta opción, frente a la de Total, se mantiene la españolidad y la independencia de Repsol y no pasa a manos públicas extranjeras'.
El 30% de Repsol, límite a partir del cual es obligatorio formular una opa por el 100%, tenía ayer un valor de mercado de unos 5.100 millones de euros. Algunas fuentes apuntan a que la rusa podría desembolsar el mismo precio que pagó la propia Sacyr en su día, lo que supone un total de 9.787 millones de euros por el citado 30%.
Fuentes cercanas a Luis del Rivero han reiterado en muchas de ocasiones que los intereses del príéstamo por Repsol se pagan con los dividendos que entrega la participada, pero las propias acciones de la petrolera están depositadas como garantía y su acusado descenso del 42,8% en lo que va de año está motivando la necesidad de pignorar otros activos, en este caso acciones de la filial de patrimonio Testa.
Actualmente Sacyr entrega activos en prenda cada vez que la cotización de Repsol cae de los 12 euros, una condición que se endurece a partir del 27 de diciembre, cuando la empresa se verá obligada a aportar valores líquidos cotizados o efectivo adicional cada vez que las acciones de Repsol valgan menos de 14 euros.
Consultadas por este periódico, fuentes de Repsol aseguraban anoche desconocer cualquier acercamiento de Lukoil a sus accionistas. En cuanto a Sacyr, fuentes oficiales ni confirman ni desmienten, pero recuerdan que 'mantenemos abiertos contactos con distintas empresas interesadas en nuestra posición en la petrolera española'. La intención del grupo que preside Rivero pasa por recuperar los 6.525 millones invertidos en 2006, pese a que el 20% de Repsol cotiza hoy en 3.406 millones, lo que implica una minusvalía latente de 3.119 millones.
Lo cierto es que la semana pasada, cuando circuló el malentendido de que Gazprom entraba en Repsol, la operación de Lukoil estaba a punto de cerrarse. Esta es la razón por la que no se desmintió en un primer momento las declaraciones en este sentido del viceprimer ministro ruso, Alexander Zhukov.
De forma paralela, la constructora trabaja en los flecos legales de la operación de venta de su filial de infraestructuras Itínere. Una operación por la que recorta 5.013 millones su deuda.
La petrolera prevíé una bajada del Ebitda del 10%
El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, adelantó ayer el resultado bruto (Ebitda) con el que prevíé cerrar el año en Latinoamíérica: 5.000 millones. Esta cifra supone el 65% del negocio de la energíética, por lo que su Ebitda total se situaría alrededor de los 7.700 millones, un 10% menos que en 2007. Brufau se afanó en remarcar que se trata de una estimación orientativa. Estos cálculos fueron confirmados por la empresa, que remarcó que se trata de una estimación y no una previsión cerrada, informa Paula Carrión.
Este porcentaje de caída del Ebitda, si llega a materializarse, duplicaría el registrado a cierre de 2007, cuando el resultado bruto cayó un 5,3% respecto al ejercicio anterior. La previsión de Brufau va en concordancia con los 'claroscuros' que dice va a atravesar el sector energíético en el centro y el sur del continente americano. La evolución de su negocio en la región es claramente relevante ya que, tal y como aseguró íél mismo, Latinoamíérica juega un papel muy importante en las inversiones de la compañía, al concentrar el 60% del total. Aunque más tarde que en las regiones desarrolladas, Brufau considera que la crisis tambiíén afectará fuertemente a Latinoamíérica. En el caso del sector energíético, el presidente de Repsol dijo que la crisis va a reducir la oferta en mayor medida que la demanda. El alza de los costes, con un barril de petróleo que ronde los 50 o 60 dólares por barril, sería la principal causa de la caída.