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Autor Tema: ¿Sabes quíé es el job sharing?...  (Leído 139 veces)

OCIN

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¿Sabes quíé es el job sharing?...
« en: Octubre 26, 2016, 11:31:06 am »
Agencias

     

Hace unos dí­as bromeaba con una amiga acerca de cómo serí­a la vida si pudiíéramos clonarnos o tener un gemelo que hiciera lo mismo que nosotras cuando nosotras tuviíéramos que estar en otro lado, al mismo tiempo. Curiosamente anteayer me encontríé con un artí­culo acerca de las nuevas modalidades del trabajo y me pareció muy cercano a nuestra utopí­a. Es un hecho que la disposición de las personas con respecto a la vida laboral ha cambiado pues la frustración de trabajar en exceso y no tener tiempo para nada no hay dinero que la mitigue. El derroche en míédicos y psicoanalistas tambiíén es un enorme foco rojo para detenernos a hacer un cambio.


Estamos en un momento en donde la necesidad de espacio individual llega a ser más importante que el salario. Dicen que hoy el tiempo es el nuevo lujo, pero tambiíén conseguir a toda costa el balance entre lo profesional y lo personal es una misión que a veces pareciera im-po-si-ble.
¿Quíé tal si nos acercamos a un formato surgido en los 70´s pero que se está retomando con mucho íéxito desde Europa hasta Australia, Estados Unidos y Canadá? (Espero que muy pronto en Latinoamíérica).
 
Veamos a profundidad. El trabajo compartido o job sharing es una alternativa part time: dos empleados comparten la misma posición en una compañí­a, dividiíéndose los horarios, las tareas, el sueldo y los beneficios de un trabajo full time.  Dos expertos, felices y comprometidos, sin desgastes y sin sacrificar su vida profesional ni la personal beneficiando al máximo al empleador. El sueño hecho realidad.
 
Según un estudio de la Western Australia University, las empresas que tengan polí­ticas pro-familia serán las que logren más fácilmente retener a su personal, incrementar la moral y reducir el ausentismo.
 
No sólo compartes responsabilidades (o las divides según sea el acuerdo laboral) tambiíén compartes la flexibilidad que te permite seguir conquistando tus íéxitos profesionales sin descuidar a tu familia. Para las mujeres que han optado por este sistema, este es otro avance que redefine el concepto masculino del íéxito y humaniza los lugares de trabajo.
 
Claro que para lograr este objetivo, tambiíén es necesario encontrar la pareja ideal: personalidades compatibles, buena comunicación entre ellos, tanta que no se note la transición entre uno y otro. Además de compartir experiencia, habilidades y enfoque práctico hacia los negocios.
 
Despuíés de una evaluación a más de 1000 trabajadores en Míéxico, el fabricante de software Kronos determinó que el estríés es el principal motivador del ausentismo laboral y la mitad de las faltas no justificadas se deben a que los empleados deciden tomarse un dí­a libre para descansar del tráfico, de los problemas en la oficina o de las excesivas cargas de trabajo. ¿Será que nuestro paí­s debe integrar esta manera de trabajo no sólo por responsabilidad social sino tambiíén por rentabilidad? Este modelo de trabajo aumenta en el 70% de los casos un 30% la productividad de los empleados según un estudio realizado por la Sociedad Industrial y Recursos de Conexión del Reino Unido.
 
Empresas en nuestro paí­s como Unilever con el job sharing; Microsoft y Siemens innovado al integrar de a poco estas modalidades más flexibles cuyos resultados han sido satisfactorios. En agosto de este años Forbes reprodujo la lista de indeed.com (agencia de búsqueda de empleo) sobre las mejores empresas en Míéxico con equilibrio entre vida y trabajo. Ninguna de ellas ha implementado esta iniciativa. Creo que las empresas que quieran destacarse y que de verdad consideren a sus empleados valiosos no pueden obviar el tema. Tampoco nosotras que podemos tomar la iniciativa y proponer un esquema de trabajo similar como una propuesta innovadora y de primer mundo. ¿Por quíé no?


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...

OCIN

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Re:¿Sabes quíé es el job sharing?...
« Respuesta #1 en: Octubre 26, 2016, 11:34:20 am »
CONCILIACIí“N LABORAL
Por... ANA CARBAJOSA

Yo comparto mi empleo y mi salario
Repartir un puesto de responsabilidad entre dos trabajadores gana adeptos en Europa


Caroline Pusey dirige un departamento mastodóntico del Ministerio de Defensa británico y empieza su semana laboral como cualquier otro cargo directivo de su paí­s, los lunes por la mañana. La diferencia es que cuando llega el miíércoles, Pusey le cede el testigo a Heather McNaughton, la persona que dirigirá a sus 120 subordinados hasta el viernes. Desde hace cinco años, Pusey y McNaughton comparten su trabajo gracias a un modelo que permite ocupar puestos de responsabilidad a trabajadores que no quieren o no pueden trabajar una jornada completa. “Quiero avanzar en mi carrera profesional, pero tambiíén quiero dedicarle a mis hijos el tiempo que necesitan”, explica Pusey por telíéfono desde Londres.

Esta nueva vuelta de tuerca de la economí­a colaborativa no deja de ganar adeptos en algunos paí­ses europeos, donde el trabajador exige cada vez más flexibilidad para poder compaginar el empleo con otras facetas de su vida o con otros trabajos. Las empresas que lo ofrecen son cada vez más conscientes de lo beneficioso que resulta contar con dos cabezas por el precio de una. Jueces, profesores de universidad, polí­ticos, periodistas y hasta curas anglicanos son algunas de las profesiones que se han atrevido con el job sharing. Suiza, Reino Unido, Alemania o Australia son paí­ses en los que compartir el trabajo se ha convertido en una fórmula relativamente frecuente. En España, el sistema no está extendido ni etre las empresas, ni en la Administración.

“Tienen dos cabezas pensando por el precio de una. Cuando hay problemas difí­ciles, somos dos perfiles distintos para solucionarlos", dice una directiva
El sistema es el siguiente: dos personas se reparten las horas de un mismo puesto de trabajo en dí­as o turnos consecutivos. Así­ por ejemplo un jefe como Pusey trabaja de lunes a miíércoles y su compañera ocupa la misma jefatura de miíércoles a viernes. La pareja de trabajadores pacta un sistema de organización y comunicaciones que se repite cada semana. En el caso de Pusey y McNaughton, los martes a última hora ambas mantienen una conversación telefónica fija de una hora. El miíércoles es el dí­a en que coinciden en la oficina y encadenan las reuniones de la semana. Y el jueves empieza el turno de McNaughton. Funcionan con una cuenta de correo conjunta, una sola mesa y un único número de telíéfono fijo. Mantienen además un compromiso firme de respetar las decisiones de la otra mitad y nunca enviar órdenes contradictorias a los subordinados.

Pusey le ve muchas ventajas, tambiíén para su empleador. “Tiene dos cabezas pensando por el precio de una. Cuando hay problemas difí­ciles, somos dos perfiles distintos para solucionarlos. Además, cuando vuelvo el lunes a la oficina, estoy fresca y llena de energí­a para trabajar”. Evidentemente, su salario, de unos 95.400 euros al año se resiente de forma proporcional a las horas que deja de trabajar, pero Pusey asegura que le compensa, teniendo en cuenta lo que tendrí­a que pagar a una persona que cuide de sus hijos esas horas sumado al precio de dejar de verlos.

Yo comparto mi empleo y mi salario

No existen datos oficiales que registren esta fórmula de trabajo, que en las estadí­sticas se computa como empleos a tiempo parcial. Sí­ hay estimaciones, como las de un estudio de Robert Half, la gran multinacional de recursos humanos, que indica que un 25% de las empresas europeas ofrecen puestos para compartir. El porcentaje varí­a según los paí­ses. En Reino Unido alcanza el 48%, en Alemania 15%, en Holanda y en Bíélgica el 23% y en Austria el 19%. España no figura en el estudio, para el que entrevistaron a 1.200 empresas de toda Europa y que se publicó en diciembre de 2014. Desde entonces, proliferan las plataformas de trabajo compartido.

La Administración británica promueve esta manera de trabajar y publica un manual en el que anima a los empleados del sector público a compartir puestos y les ayuda a presentar candidaturas conjuntas. Explica además cómo se llevan a cabo los procesos de selección, incluida la entrevista simultánea a los dos candidatos. “Compartir trabajo puede ser muy satisfactorio, pero requiere flexibilidad, confianza y buen trabajo en equipo”, concluye el manual. Tiene además una página web donde los candidatos pueden inscribirse para contactar con potenciales compañeros de puesto. El sistema tambiíén funciona en el sector privado y en profesiones con jornadas tan intensivas como el periodismo, donde por ejemplo Anushka Asthana y Heather Stewart comparten la jefatura de la sección de Polí­tica del diario británico The Guardian desde el año pasado.

Caroline Gatrell, profesora de gestión empresarial de la Universidad de Lancaster, matiza que en Reino Unido el sistema está más extendido en universidades y oficinas del Gobierno y algo menos en el sector privado. Y piensa que si no se extiende más es porque es difí­cil quebrar la inercia de la cultura laboral dominante. “A muchos empresarios les da miedo romper el patrón de trabajo de nueve a cinco, pero se puede trabajar de muchas maneras”.

En Alemania, el trabajo compartido tambiíén experimenta un cierto auge. “Compartir el empleo forma ya parte de la agenda polí­tica en Austria y en Alemania y no hay eventos de recursos humanos en los que no se dedique un espacio a este tema", explica por telíéfono desde Berlí­n Jana Tepe, codirectora de Tandemploy, una empresa de recursos humanos dedicada al trabajo compartido. Asegura que en su plataforma digital hay 5.000 personas registradas en busca de pareja para trabajar, de las 40.000 que desfilan por su web cada mes.

Tepe trabajaba hace tres años en una agencia de empleo convencional cuando le llegó un currí­culum de dos personas que aspiraban a compartir un único puesto de trabajo. Aquello le pareció un poco marciano, pero despertó su interíés, así­ que entrevistó a los candidatos. Para su sorpresa, tení­an un plan muy detallado de cómo pensaban compartir el puesto. Aquella experiencia le animó a poner en pie Tandemploy.

Lí­der polí­tico a tiempo parcial

La polí­tica tambiíén ha sucumbido a los nuevos modelos laborales. Un ejemplo es Jonathan Bartley, colí­der del Partido Verde británico. Bartley tiene un hijo discapacitado al que quiere dedicar tiempo, pero no quiere renunciar al liderazgo del partido. “Así­ puedo hacer lo que me apasiona y ocuparme de mi hijo”, cuenta por telíéfono. Algo parecido le sucede a Caroline Lucas, con quien comparte la dirección el partido, quien dedica la mitad de su tiempo a su distrito electoral.

Las motivaciones de Bartley son tambiíén filosóficas.“Este sistema permite a los polí­ticos tener otras ocupaciones y estar en contacto con la vida real. Además, hace posible que gente con otras profesiones pueda participar en polí­tica”. Explica que el cambio cultural, sin embargo, lleva tiempo y que continuamente tiene que enfrentarse a la misma pregunta: ¿sí­, sí­, pero quiíén toma las decisiones en el partido? La respuesta siempre es la misma: “Los dos”. Las entrevistas las hacen juntos o por separado, según les cuadre en la agenda, e igual sucede con los mí­tines. “Mire, la gente necesita trabajar, pero tambiíén calidad de vida. Cuando te vayas a morir, no dirás: lamento no haber trabajado más y pasado menos tiempo con mi familia y amigos. Será más bien al revíés”.

Suiza es despuíés de Holanda, el paí­s europeo con un mayor í­ndice de trabajo a tiempo parcial, 36,5% de los empleos frente al 15,6% de España o el 26,85% de Alemania, según los datos que proporciona Eurostat. No es extraño que un suizo pregunte quíé porcentaje trabajas, es decir, si haces la jornada completa (100%), un 80%, un 50%... Thomas Geiser, profesor de derecho laboral de la universidad de St. Gallen, en Suiza, defiende esa flexibilidad, pero no acaba de comulgar con las ventajas del job sharing, en parte porque la cultura laboral suiza ya tiene interiorizada esa manera de trabajar. “Aquí­ se puede tener un puesto de responsabilidad a tiempo parcial. Hay muchí­sima gente que trabaja al 80% o que no trabaja un dí­a a la semana. Para un tribunal de 10 jueces, por ejemplo, elegimos 15, porque algunos de ellos trabajarán al 50%. Es algo muy frecuente”. Para Geiser, uno de los inconvenientes de compartir trabajo es que si un miembro de la pareja laboral se va, algo relativamente frecuente en contextos laborales tan fluidos, el otro tiene que buscar un nuevo compañero.

Yo comparto mi empleo y mi salario

PTO, una agrupación suiza dedicada a la “optimización del tiempo parcial”, destaca en uno de sus estudios el llamado job sharing intergeneracional. Hay personas en edad de jubilarse a las que les gustarí­a seguir trabajando en lo suyo pero no necesariamente a jornada completa. Compartir trabajo les permite trabajar un 30%, por ejemplo, y ejercer a la vez de mentores para la persona menos veterana, que ocuparí­a el otro 70% del puesto.

En España, sin embargo, compartir el trabajo está muy lejos de ser una opción más del abanico laboral. La reducción de jornada relega a menudo a tareas menores a los trabajadores –mayoritariamente mujeres- que la eligen. Un portavoz del Ministerio de Trabajo explica que el trabajo compartido como tal no existe y que en cualquier caso aquí­ el debate es otro. “La prioridad en España es la estabilidad, que se asocia con una jornada de ocho horas. Hay que tener en cuenta que venimos de cinco años de crisis”.Apuntan sin embargo, que en 2013 salió adelante una reforma que facilita el acceso a las pensiones como consecuencia de una sentencia del Tribunal Constitucional del pasado mismo año, que consideraba el cómputo de horas trabajadas a tiempo parcial discriminatorio.En la CEOE no tienen constancia de que los empresarios españoles recurran al empleo compartido. La paulatina salida de la crisis podrí­a alterar sin embargo las prioridades de buena parte de los trabajadores.


El 63,2% de los empleados a tiempo parcial en España lo son porque no encuentran un trabajo a tiempo completo, según recoge Eurostat. El resto decide voluntariamente no trabajar toda la jornada porque tiene otras necesidades o deseos. Ellos, como sus colegas del norte de Europa, probablemente tambiíén aspiran a mantener su categorí­a profesional y a seguir haciendo lo que saben y para lo que sirven.
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 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...