Agencias
Empoderar a los ‘ninis’, jóvenes que ni estudian ni trabajan, será una herramienta clave para activar nuevos motores de crecimiento, subraya un informe elaborado en conjunto por la OCDE, CEPAL y la CAF.
El PIB de Amíérica Latina y el Caribe (ALC) se contraerá entre un 0.9% y 1% en 2016, según las últimas estimaciones.
Esto supone un segundo año consecutivo de crecimiento negativo y un ritmo de contracción al que no se asistía en la región desde principios de la díécada de los 80.
De acuerdo con el informe Perspectivas Económicas de Amíérica Latina 2017, la región debería recuperarse en 2017, aunque con un crecimiento modesto del PIB de entre un 1.5% y 2%, por debajo del crecimiento que se espera en las economías avanzadas.
De acuerdo con el informe, elaborado conjuntamente por el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Amíérica Latina y el Caribe (CEPAL) y CAF Banco de Desarrollo de Amíérica Latina, esta prolongada desaceleración económica podría poner en peligro el progreso socioeconómico del continente.
Las tres organizaciones convocan a invertir en la juventud a travíés de una mejora de la calidad educativa, de las competencias de los jóvenes y de sus oportunidades de emprendimiento con miras a reactivar el crecimiento económico y de esta manera sentar una base sólida para el progreso a largo plazo.
El informe señala que casi 30 millones de jóvenes de la región de ALC no tienen empleo, no estudian, ni reciben capacitación.
Ellos representan el 21% de los jóvenes de la región, en comparación con el 15% en los países de la OCDE. Otro 19% de los jóvenes trabajan en empleos informales.
Las mujeres se ven particularmente perjudicadas, pues representan el 76% de quienes no tienen empleo, no estudian, ni reciben capacitación, en parte porque se dedican a tareas en el hogar no remuneradas.
Al menos 6 de cada 10 jóvenes que viven en hogares pobres no tienen empleo, no estudian, ni reciben capacitación o trabajan en el sector informal de la economía, y 4 de cada 10 jóvenes que viven en hogares vulnerables de clase media no tienen empleo, no estudian, ni reciben capacitación o están en el empleo informal. Esto contrasta con el caso de los hogares de clase media, en los que sólo 2 de cada 10 jóvenes se encuentran en esta situación.
Como ha señalado Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, “La región podría salir beneficiada si incluye mejor a sus jóvenes y les brinda educación, capacitación y oportunidades de emprendimiento de calidad para fomentar el crecimiento y la inclusión. En nuestra región, la falta de buenas oportunidades de empleo y la difícil transición de la escuela al trabajo están obstaculizando la inclusión de los jóvenes y defraudando sus expectativas. Demasiados jóvenes se quedan sin posibilidad de acceder a los servicios públicos, al ahorro y a la movilidad social.â€