Por... Jassiel Valdelamar
De acuerdo con un sondeo realizado por Bank of America, un 85% de los encuestados espera que la inflación global suba, frente a un 70% registrado en el sondeo de octubre, debido a las promesas de Donald Trump sobre un mayor proteccionismo comercial.
Las promesas de campaña del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre un mayor proteccionismo comercial, mayor gasto en infraestructura y menores impuestos, han provocado que las expectativas de inflación global suban hasta el nivel más alto en 12 años.
De acuerdo con la encuesta mensual a gestores de fondos mundiales realizada por Bank of America Merrill Lynch, se encontró que un 85 por ciento de los encuestados espera que la inflación global suba, frente a un 70 por ciento registrado en el sondeo de octubre.
La encuesta reveló que las expectativas de crecimiento global y de ganancias aumentaron a máximos de un año, ya que el resultado de la elección presidencial de Estados Unidos se ve “inequívocamente positivo para el PIB nominalâ€.
Un 35 por ciento de los gerentes espera que la economía mundial mejore en el próximo año, la mayor lectura en 12 meses, por encima del 19 por ciento en octubre, mientras que un 29 por ciento espera que las ganancias globales de las empresas mejoren en los próximos 12 meses, la lectura más alta en 15 meses y arriba de un 10 por ciento el mes pasado.
Mientras tanto, las tenencias de efectivo de las carteras de los gerentes disminuyeron a 5 por ciento en noviembre, desde el 5.8 por ciento de octubre y marcando la mayor disminución mensual desde agosto de 2009.
Sin embargo, las expectativas de estanflación alcanzaron niveles máximos en cuatro años, ya que el 22 por ciento de los inversionistas espera un crecimiento por debajo de la tendencia e inflación por encima de la tendencia en los próximos 12 meses.
En cuanto al tema de riesgos potenciales para la estabilidad del mercado financiero, el 73 por ciento de los gestores de fondos colocó al proteccionismo en la parte superior de la lista, seguido por el riesgo monetario (tasas más altas y divisas más volátiles), el riesgo geopolítico y el riesgo de los mercados emergentes.