Nuevo disco de Sabina

[Serena]

Con un retraso notable pero cortés, y sobre un escenario desnudo y minimalista,Joaquín Sabina desprecintó en Madrid las canciones de su último disco y barnizó lo mejor de su repertorio. El de Úbeda dio un concierto elegante, fresco y rejuvenecido, con el que confirmó que podrá dedicarse a esto hasta que le dé la gana.

Sabina entró al Palacio de los Deportes con el bombín por montera, agradecido por verse entre amigos. «No miro las fechas de las giras porque me agobio -dijo-, pero teníamos grabadas a fuego las fechas de Madrid. ¡Siempre es emocionante volver a casa!». Y con esas se cantó la mitad de su último disco sin apenas tomar aire. Empezó con «Lo niego todo», como una declaración de intenciones por lo que pudiera venir, y a la quinta canción ya había descorchado el reggae con «¿Qué estoy haciendo aquí?», el tema que evidencia que Sabina sigue ambicionando nuevos sonidos y nuevas formas de llegar.

Para producir «Lo niego todo», Sabina tiró de Leiva, con quien ya había intercambiado letras, favores y acordes. De un telefonazo le sacó de una tumbona en la playa, donde el «ex» de Pereza estiraba las piernas tras la publicación de su tercer disco, pero, al contrario que en el concierto que dio en Londres, Sabina no tuvo al rockero como artista invitado.

El público le perdió el respeto a las buenas formas con «Lágrimas de mármol», que es un canto al que me quiten lo «bailao». Sabina se tomó un descanso y, como si el jefe hubiese abandonado la oficina, Pancho Varona tocó «La del pirata cojo» para llevar la rebeldía y el rock canalla al WiZink Center, donde empezaron a sobrar las sillas. Aún quedaban casi dos horas de concierto, pero los himnos no entienden de fatigas.

Voces aliadas

Uno de los grandes aciertos de Sabina, y el que le permite poner a cantar al talludo y al adolescente, es saberse rodear. Tiene la humildad de pedir consejo y el talento para conservar una banda por la que no parece pasar el tiempo. La voz de Mara Barros hizo un cameo en el descanso del maestro, pero se destapó de manera definitiva y rotunda con «Y sin embargo te quiero», que fue el anticipo de la fase más acústica del concierto. Es ahí cuando le sale a Sabina la vena flamenca, porque uno es de Úbeda y no tiene por qué esconderlo. Él se define como un hombre de provincias y termina las canciones agarrándose el brazo izquierdo, como si el aplauso le infartara.

Hubo tiempo para el «Ruido», para dejarse caer «Por el boulevard de los sueños rotos» y para gritar una vez más «19 días y 500 noches», un tema al que no le arrugan ni los días, ni las noches, ni «la voz de lija» que dijo tener Sabina antes de ceder el testigo a Antonio García de Diego, su guitarrista de cabecera. Esa fue la penúltima pausa del maestro antes de redondear un concierto en el que pareció quitarse años. Se le vio sudar como un debutante y aturdirse mirando al fondo del Palacio de los Deportes, donde están las entradas más baratas y los seguidores más gritones.

«Es jodido cantar después de Jaime (Asúa)», reconoció Sabina tras la actuación de su guitarrista. Dice el de Úbeda en «Lo niego todo» que no es «ni cantante de orquesta ni el Dylan español». Y es verdad. Lo que diferencia a Sabina y su banda de una orquesta cualquiera es que todos lo hacen bien. Hizo amago de despedirse con «Y nos dieron las diez» y «Princesa», pero el público le advirtió: «Eh, Sabina, así no se termina».

Acabó con «Pastillas para no soñar» cuando todavía resonaba el «Nos dijimos adiós, ojalá que volvamos a vernos». Hoy, sin ir más lejos, tienen una segunda oportunidad.

[Serena]

Ni el paso del tiempo, ni una pausa de seis años fuera de los escenarios, ni media vida sobre las tablas le pesaron aJoaquín Sabina anoche en su primer concierto en Starlite, en una de las actuaciones más esperadas de la historia de este festival. El poeta del rock ofreció un concierto único para presentar su álbum número 18 de estudio, «Lo niego todo», y repasar algunas obras eternas de su repertorio.

El nuevo trabajo del cantante, producido por Leiva y con la colaboración en las letras de Benjamín Prado, cuyo primer single, que da nombre al disco, muestra el lado más personal y valiente de Sabina. «Lo niego todo» es el primer álbum que edita desde «Vinagre y Rosas» (2009). Se publicó el pasado 10 de marzo y en una semana logró el número uno de ventas con la cifra más alta de los lanzamientos discográficos de los últimos dos años, 40.000 unidades distribuidas que lo hicieron Disco de Platino.

Leiva, que ya le puso música a la canción «Tiramisú de limón», del mencionado «Vinagre y rosas», releva en los mandos a Pancho Varona y Antonio García de Diego, productores habituales del artista desde «Física y química».

«El de esta noche es mi primer concierto en Marbella, nunca habíamos tocado aquí. Es un gusto pisar el mismo escenario que hace días han compartido Pablo Milanés y Elton John», confió un cariñoso Sabina durante el show de ayer.

Posteriormente siguió «torturando», como él mismo bromeó con el público, con temas de su último trabajo como «Quien más, quien menos», «Postdata» o «Lágrimas de mármol», para luego entregarse a sus grandes éxitos como «La Magdalena», «Por el bulevar», «Y sin embargo» o «Ruido».

Hasta el auditorio de Starlite se desplazaron rostros conocidos como Carmen Lomana, Rosauro Varo, Nuria Fergó, Arantxa de Benito, Estefanía Luyck, Agustín Bravo, JJ Santos y los jugadores de fútbol argentinos Martín Demichelis y Fernando Cavenaghi. No hay duda de que su voz desgarrada sonó y cautivó de manera extraordinaria en el incomparable marco natural de Starlite.

[Serena]

Joaquín Sabina ha afirmado en Buenos Aires que un grupo de políticos «profundamente irresponsable» ha dividido a los catalanes de una manera «atroz» y casi los lleva al «abismo», en alusión al desafío independentista.

«Cataluña es la zona más rica de España, la que ha vivido más libre, tiene mayor libertad que cualquier país federal, la ha tenido siempre», señaló en una rueda de prensa el cantante antes de criticar que, sin embargo, los independentistas han creado un mundo de «mejores catalanes y peores catalanes», una cosa, a su juicio, «diabólica».

Sabina, que en las próximas semanas ofrecerá 18 conciertos en varias ciudades de Argentina dentro de su gira «Lo niego todo» -11 de ellos en Buenos Aires-, se posicionó «radicalmente» en contra del nacionalismo y la «división» porque en el siglo XXI «hay que construir puentes, en lugar de levantar fronteras».


El nacionalismo
En ese sentido, consideró que el nacionalismo fue el causante de todas las «desgracias», las guerras y de «mucha sangre» y por ello valoró que desde la Constitución de 1978, España ha vivido los 40 años «más libres, más democráticos, más prósperos» de su historia.

Por eso denunció que «una banda de políticos profundamente irresponsable» haya estado «a punto de llevar a los catalanes a un abismo imposible», dividiéndolos «de una manera atroz». Asimismo, el músico valoró que lo peor que ha generado el conflicto en el país es la «división» dentro de las propias familias y consideró «terrible» y «muy duro» que se haya llegado a llamar «fascista» a un «emblema de la catalanidad» como fue siempre su colega Joan Manuel Serrat.

[Serena]

Joaquín Sabina regresará en abril a nuestro país para continuar con la gira de presentación de su disco «Lo niego todo», que arrancó en México el pasado 14 de mayo de 2017 y suma desde entonces 55 conciertos en España, Europa y Latinoamérica con más de 350.000 espectadores.

El de Úbeda (Jaén) anuncia este miércoles su vuelta a los escenarios españoles con fechas confirmadas en A Coruña (12 de abril), Granada (12 de mayo, Plaza de Toros), Córdoba (19 de mayo, Plaza de Toros), Albacete (25 de mayo, Plaza de Toros), San Sebastián (2 de junio, Donostia Arena Illumbe) y Madrid (16 de junio, WiZink Center).

Las entradas para estas nuevas fechas salen a la venta el viernes 26 de enero a las 10 horas a través de jsabina.com y loniegotodo.com, excepto en el caso de A Coruña, cuyos detalles de venta se anunciarán próximamente, informa el comunicado remitido a Europa Press.

[Serena]

Joaquín Sabina ha suspendido dos conciertos en México por problemas leves de salud y los médicos le han aconsejado reposo absoluto durante 72 horas, tal y como han dado a conocer los promotores del artista a través de un comunicado.

«Joaquín, por molestias en un oído, sufrió un pequeño mareo que le provocó una pérdida de equilibrio, a causa de ello sufrió un golpe en el ojo que le ha producido un fuerte hematoma e hinchazón en la cara, dejándole el ojo casi cerrado. Esto le produce algunos mareos y malestar», informaron en un comunicado publicado en el Facebook del artista español.

A raíz de este percance, se canceló el concierto que tenía que realizar en Toluca (Estado de México) este lunes y el próximo espectáculo, que debía tener lugar en Hermosillo (Sonora) esta misma semana.

«Los médicos le han aconsejado 72 horas de reposo absoluto. Para poder estar en las mejores condiciones para los dos conciertos del Auditorio Nacional en el Distrito Federal», que tendrán lugar este fin de semana.

Además, así podrá «continuar con el resto de la gira», aseguraron. «Sentimos los inconvenientes ocasionados por la suspensión de ambos conciertos. Se devolverá el importe de los tickets en los canales de venta donde los hayan adquirido», concluyó el boletín.

[Serena]

Seguro que el Wizink Center no está entre las plazas preferidas por Joaquín Sabina después de haber tenido que abandonarlo de manera abrupta en dos ocasiones. La primera vez fue hace cuatro años cuando “una indisposición” no le dejó llegar a los bises.



Ahora ha ocurrido lo mismo y “un afonía” ha sido la culpable de que no pudiera terminar su concierto en la capital. Llevaba una hora y cuarenta minutos de concierto cuando empezaron a sonar los acordes de uno de sus mayores éxitos, Y sin embargo. Dejó que el público corease la canción, el mismo público que se quedó atónito cuando el cantante se puso de pie, dejó su guitarra y se marchó del escenario para no volver.
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Germán Murúa
@Germilio
 El momento en q @joaquin_sabina deja el escenario del @WiZinkCenter en #Madrid
Desde la 1ra canción, se notó q no estaba bien, y al mirar su cara de emoción, tristeza y lágrimas internas, me hizo pensar lo peor, y eso sucedió. No pasa nada, siempre en nuestros corazones #Sabina

1:41 - 17 jun. 2018 · Madrid, Spain
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Según cuenta su manager, Berry Navarro, a El País, llegó al backstage, dijo que no podía continuar y se marchó. “Tenemos que decidir si continuamos. Nos ha pillado con la pata levantada y no podríamos vernos en otra igual. No podemos tener esa angustia vital con los conciertos que quedan por hacer”, planteaba Navarro consciente de que quedan cuatro conciertos más para cerrar la gira.


Y es que los problemas de salud le han pasado factura al cantante que no pudo evitar convertir su actuación en una reflexión sobre la edad. “Buenas noches, muchas gracias. Creo que saben ustedes que en medio y al final de esta gira interminable he andado recorriendo pasillos de sórdidos hospitales”, decía nada más empezar, “lo digo porque, como sucede tan a menudo, cuando les cuenten que envejecer es una cosa fantástica, porque la experiencia y la sabiduría… Mienten como bellacos. Envejecer es una puta mierda”.

“Lo único que realmente lo rejuvenece a uno es sentir esas cosas en el estómago, esos nervios terribles, que pasan cuando uno se sube al escenario en Madrid”, decía justo antes de comenzar su última canción de la noche.

Reconoció que no estaba dando un buen concierto, “hay días que se cruzan los cables del corazón y la garganta”. Aunque eso no impidió a sus fans disfrutar de cada minuto.

El caso es que la salud le está pasando factura y le hizo abandonar su concierto en Madrid antes de tiempo. Fue su guitarrista, Pancho Varona, el que tuvo que coger el micrófono para decir: “Joaquín se ha quedado mudo y no puede seguir”.

Aunque se quedaron sin el final del concierto, ¿serán los que puedan presumir en un futuro de haber asistido a la última gira del jienense? El tiempo nos dará la respuesta.

[Serena]

«Si alguien les cuenta que envejecer es fantástico, mienten como bellacos. Envejecer es una mierda. Pero después de pisar los escenarios de Londres, México, Argentina... lo único que le rejuvenece un poco a uno es sentir esos nervios que se pasan cuando subes al escenario en Madrid», se confesaba Joaquín Sabina el sábado ante los más de quince mil parroquianos que abarrotaron el WiZink Center para ver uno de los últimos conciertos de la gira «Lo niego todo». La frase fue premonitoria. El Bob Dylan español (a su pesar) empezó emocionadísimo, al borde de las lágrimas, su recital con «Yo me bajo en Atocha», su particular homenaje a la capital. Pero no pudo terminarlo. Tras más de una hora de concierto, y durante «Y sin embargo», el artista cogió su guitarra y abandonó el escenario. Salió del ruedo con el bombín por montera. «Joaquín se ha quedado mudo, tiene una afonía y no va a poder seguir el concierto», anunció por megafonía su equipo ante un público que enmudeció como su ídolo. Sabina ni pudo salir a despedirse.

«Él está bien, pero mudo. Hoy está en su casa, no está de clínicas ni nada», explicaba ayer a este diario su mánager, José Navarro «Berry». «El problema es que le pudieron los nervios, la cabeza, la emoción. Que a un artista de su categoría se le haga un nudo en el corazón..», añadía. Sabina ya había lanzado el primer aviso minutos antes de lanzarse a cantar «De Purísima y oro», una de sus favoritas, que se la dedicó a sus hijas, a sus suegros y a sus sobrinas nietas. «Muchas veces donde uno quisiera estar mejor y dar el alma, por motivos físicos y espirituales no puede. No están viendo hoy un buen concierto por mi parte», decía tras una ovación que pareció eterna. «Muchas gracias y benditos sean», agradecía el artista. Entonces tenía la intención de seguir el concierto, y se entregó en su dúo previo a «Y sin embargo» con Mara Barros. Pero, como él mismo dijo, «hay días que se cruzan los cables del corazón y la garganta».
El resto de la gira, en el aire

El genio de Úbeda había interpretado ya la mayoría de los temas de su nuevo disco («Lo niego todo», «Lágrimas de mármol», «Quién más, quién menos», «Sin pena ni gloria...) y había regalado los últimos minutos a su banda para que Jaime Asúa tocase «Seis de la mañana» y Antonio García de Diego hiciera lo propio con «A la orilla de la chimenea». «Llevan aguantándome muchos años más que cualquier chica», bromeaba Sabina. Quedaban clásicos como «Contigo», «Princesas», «Noches de boda» y «19 días y 500 noches». «Entiendo las quejas de la gente, pero hicimos más de hora y media de concierto. Hay quien considera que hay que rozar las tres, pero no se pudo», reconoce Berry. La decisión de devolver el dinero de las entradas no está en sus manos, aunque a priori no se contempla.

Lo que sí queda en el aire es el futuro de una gira que el propio Sabina calificó como «interminable». «Esto nos hace replantearnos muchas cosas. Primero, que Joaquín descanse y luego hablaremos del tema», confirma Berry.

Sabina se quebró, sí. Y, sin embargo, se emocionó como nunca. Y, sin embargo, su público siguió aplaudiendo. Y quiere continuar haciéndolo.

Del «Pastora Soler» al enmudecimiento

Nacho Serrano Madrid

En diciembre de 2014 ocurrió algo que parecía impensable tratándose de Joaquín Sabina: el de Úbeda dejó un concierto a medias por una crisis de pánico escénico. Tras varios minutos en los que cedió el protagonismo vocal a sus socios Jaime Asúa y Pancho Varona, el veteranísimo artista finalmente se marchó del escenario del Palacio de Deportes de Madrid (por entonces llamado Barclaycard Center) a los cuarenta minutos de empezar, asegurando encontrarse mal y despidiéndose con una frase que pasó a la historia: «Me ha dado un Pastora Soler, lo siento». Tras disculparse por teléfono con la artista por la desafortunada comparación, Sabina consiguió recuperar la forma rápidamente, reapareció ante sus fans madrileños en pocos días («estoy bien y no me voy a retirar», les dijo ante los rumores desatados) y se encerró en el estudio para grabar su nuevo disco, «Lo niego todo».

Pero, tres años después, el cuerpo de Sabina empezó a lanzar avisos con alarmante frecuencia. El pasado 13 de septiembre suspendió el concierto que iba a ofrecer en el Palau Sant Jordi de Barcelona debido a «un cuadro severo de gastroenteritis aguda», y, tres días después, los médicos le obligaron a cancelar su actuación en la Plaza de Toros de Granada por el mismo motivo. Ya inmerso en su gira americana, el artista volvió a tener problemas a su paso por México, el pasado mes de febrero. El cantante sufrió un pequeño mareo que le provocó una pérdida de equilibrio, y a causa de ello sufrió un golpe en el ojo que le produjo un fuerte hematoma e hinchazón en la cara. A raíz del percance, se cancelaron los conciertos que tenía previsto ofrecer en Toluca (Estado de México) y en Hermosillo (Sonora). El pasado 21 de abril, Sabina dio el mayor susto de todos al ser ingresado en la Clínica Rúber Internacional (Madrid) por una trombosis en una pierna, que obligó a cancelar el recital que estaba programado para esa misma noche en el Coliseum de La Coruña, así como otros tres que iba a ofrecer en Tenerife, La Palma y Gran Canaria.

Este sábado, el público del Wizink Center se echó a temblar cuando vio que Sabina volvía a ceder demasiado protagonismo a sus músicos, igual que hace cuatro años. Aguantó una hora a duras penas, pero volvió a marcharse ante el asombro del público. Esta vez sin despedirse.

[Serena]

Tras acabar antes de tiempo su concierto del pasado sábado en Madrid, Joaquín Sabina se ve obligado a cancelar los cuatro conciertos restantes de su gira 'Lo Niego Todo', previstos en A Coruña (21 de junio), Córdoba (30 de junio), Albacete (7 de julio) y Granada (14 de julio).

El artista se ha sometido esta tarde a una revisión médica y ha sido diagnosticado con una "disfonía aguda consecuencia de un proceso vírico", informa el comunicado remitido a Europa Press.

Y aún añade su oficina: "Le han prescrito un reposo de 30 días que le impide realizar los últimos cuatro conciertos programados de esta gira. Tanto el artista como todo el equipo de la gira lamentan profundamente las molestias ocasionadas".

Así las cosas, se abre a partir de este martes día 19 de junio el proceso de devolución de las entradas para lo cual los interesados deben dirigirse al canal de venta donde fueron adquiridas.

[Serena]

Hace tiempo que Pancho Varona (Madrid, 1957) realiza en su canal de Youtube un ejercicio de pedagogía musical impagable. El compositor, guitarrista y amigo personal de Joaquín Sabina tiene un modesto canal en el que cuenta historias sobre giras y conciertos. Pero desde hace poco ha estrenado una sección en la que explica el origen y las circunstancias de algunas de las canciones más famosas del cantautor.

Titulada «Lo que nadie sabe de las canciones que todos sabemos», Pancho Varona explica en esta sección lo que hay detrás de esos temas que el público canta de memoria. Cada martes cuenta detalles sobre la música, la letra, quién la compuso, en qué circunstancias personales, en qué lugar... Tras pasar por «Quién me ha robado el mes de abril» o «La del pirata cojo», en el episodio de este último martes Varona ha profundizado en la canción «Pacto entre caballeros», que cuenta una juerga de Sabina con tres ladrones de poca monta.

«La gente pregunta: ¿es una historia real o no es una historia real?», comienza Varona en el vídeo. «Pues no es una historia real, pero algo pasó. Algo hubo. Joaquín se basó en un hecho para escribir la letra».

Para los que no hayan refrescado aún la memoria, «Pacto entre caballeros» empieza: No pasaba de los veinte / el mayor de los tres chicos / que vinieron a atracarme / el mes pasado. / Subvenciónanos un pico / y no te hagas el valiente / que me pongo muy nervioso / si me enfado. (...) Pero el bizco se dio cuenta / Y me dijo: «Oye, colega / te pareces al Sabina ese que canta».

Según Varona, hasta ahí llegaría el componente real de la historia. «Un día Joaquín iba por la calle de su casa, por la noche, y caminando por la acera, vio unos metros más delante que unos cuantos chicos atracaron a una persona. Joaquín se quedó parado como diciendo "Coño, me van a atracar a mí también". Y cuando los ladrones reconocieron a Joaquín le dijeron "Tú puedes pasar, Sabina, que te conocemos". Y Joaquín siguió para delante como hubiéramos hecho cualquiera», resume el guitarrista.

Como bien saben los seguidores del cantautor jienense, la canción termina contando cómo acaban en una barra americana, cómo le devuelven lo que le habían robado y cómo les prometió hacerles una canción. Pero eso ya es una construcción mental de Sabina, que se apoyó en un incidente más o menos leve para armar una de sus composiciones más icónicas. «Todo lo demás es una fábula inventada por Joaquín, que es un maravilloso fabulador –explica Varona en el vídeo–, pero la única parte real de la canción es la primera».

[Serena]

Más de 19 días y 500 noches lleva el público disfrutando de Joaquín Sabina. Sus composiciones resuenan desde hace tres décadas en la cabeza de todos los españoles, y medio mundo, desde aquel «Hotel, dulce hotel». Esas 500 noches se convertirán ahora en siete jornadas en las que el público podrá disfrutar de la conversación del artista en seis locales del centro de Madrid. Joaquín Sabina dialoga en unos podcast con el poeta y escritor Benjamín Prado, entre cañas y risas, desde el 15 de enero en un proyecto llamado «1906 Historias detrás de una Cerveza»

Sabina y Prado repasan en sus charlas un gran número de anécdotas y de reflexiones inspiradoras, en ocasiones directamente relacionadas con los lugares donde podrán escucharse los podcasts, y en otras ocasiones aluden a sus experiencias o su forma de ver la vida. «Yo tenía una norma: sólo haría publicidad por algo que me gustase. Y esta cerveza me encanta», ha dicho el emblemático cantautor al respecto.

«Yo me siento más artesano que artista», ha afirmado por su parte Prado. Su implicación en el proyecto le ha llevado incluso a sugerir un lema para la marca: «Para la inmensa minoría, ese debería ser el lema de esta cerveza».

Los podcasts de ambos artistas pueden escucharse hasta el 21 de enero en estos seis bares ubicados en las zonas de Ópera, La Latina y Chueca:

- Picnic en la Calle Minas, 1;

- Jazz Bar en la Calle Moratín, 35;

- Amalavida en la Calle Loreto y Chicote, 7;

- Abonavida en Calle de las Navas de Tolosa, 3;

- Palosanto en la Plaza de Chueca, 8;

- Viralata en la Calle Olivar, 17.

Santiago Miguélez, marketing manager de 1906, ha señalado que «el objetivo de nuestra propuesta es que la gente que quiera escuchar a estos dos artistas tenga una experiencia lo más inmersiva posible. Por eso queremos que vayan literalmente a los mismos locales donde grabamos a Joaquín Sabina y Benjamín Prado y que se sientan parte de la tertulia, que se integren en el entorno de estos locales y barrios emblemáticos de Madrid». Ha afirmado que la experiencia de trabajar con estos artistas ha sido muy especial: «Nosotros pusimos la cerveza y ellos nos dejaron seis conversaciones llenas de detalles y anécdotas».

[Serena]

Hoy cumple años un buen hombre. Cumple 70 años, que en realidad son 70 añazos, que en realidad son 70 inviernos.

Hoy cumple 70 años Joaquín Sabina, mi querido hermano mayor, mi mejor amigo, mi mejor maestro, el cantante que más me gusta, el autor que más me gusta, ese que me ha enseñado a leer, a escribir, a viajar, a amar tantos países y tantas ciudades, mi socio favorito, mi compañero favorito, mi tronco del alma.

Conocí a Joaquín cuando él tenía 32 y yo 24. Le he visto cumplir 40, 50, 60, 70, etcétera. Siempre a mi lado o siempre yo al suyo.

Llevar más de media vida con alguien a quien has elegido: no hay mejor regalo.

Joaquín es tan brillante que hace unos meses me llegó una invitación suya de cumpleaños.

Pretendía celebrar, y lo hizo, su cumpleaños en septiembre, cinco meses antes del 12 de febrero. Decía que ya se le estaba haciendo un poco largo y aburrido ese 69...

Así que nos reunió a los más allegados y pasamos una noche a su lado cantando con un mariachi maravilloso canciones mexicanas, su pasión verdadera, su gran amor.

Cuando celebremos sus 80 no imagino qué se le podrá ocurrir...pero estoy seguro de que nos volverá a dejar asombrados y muertos de risa a sus amigos.

Mientras tanto, levantemos las copas y brindemos por el señor Sabina cantando su canción favorita de cumpleaños, «Las Mañanitas», porque hoy cumple años un buen hombre.

[Serena]

Sin pata de palo ni parche en el ojo, el cantante Joaquín Sabina vivió anoche, disfrazado de pirata, su sueño «más loco», ser pregonero del Carnaval de Cádiz.

Para vivir este «sueño» Joaquín Sabina, situado en la calle Melancolía, se supo acompañar en el escenario por una larga lista de artistas, desde Rozalen, a Jorge Drexler, Almudena Grandes, Benjamín Prado o Vanessa Martín.

Y también por chirigoteros, comparsistas y romanceros, porque en su pregón Joaquín Sabina ha conjurado el arte y la magia del carnaval de Cádiz, una ciudad que, con permiso de Madrid, es su «amante clandestina».
Artistas gaditanos

Ha convocado en el escenario también a muchos artistas gaditanos, desde Rafael Alberti a Camarón de la Isla, Lola Flores o Paco de Lucía.

A quien no ha convocado, con su «voz de lija y café», es a «las manadas de violentos machirulos» que pueden andar sueltos por las fiestas y a «Puigdemont, Torra o Artadi» que se «la sudan», ha asegurado desde su imaginario barco de pirata, ante miles de personas.

«Vivan las risas, que vacunan los dolores con su aroma», dijo el pregonero, para ensalzar un carnaval que «denuncia las mentiras del poder« y «nunca tira la toalla».

«Cádiz es mi retrato en un espejo, donde me veo más guapo y menos viejo», afirmó Sabina en un pregón de más de dos horas en el que recorrió sus éxitos musicales.
Sabina, en la calle Melancolía
Sabina, en la calle Melancolía - Efe
El pregón de Sabina

Cádiz es mi obsesión y mi retiro,

mi canción, el lugar donde me inspiro,

mi tertulia, mi risa, mi Ipanema,

mi cuerda de guitarra, mi poema,

el sitio donde junto a mis amigos

con la Bahía de Cádiz por testigo.

Cádiz es la ciudad que me vacila,

el lugar que mejor carga mis pilas.

Cádiz es mi Comala y mi Macondo,

el colchón del rincón donde me escondo.

Cádiz es la más loca fantasía

de quien vive en calle melancolía.

La más terca obsesión de este cantante

casposo, nocherniego y trashumante.

Vacuna contra tanto desamparo,

antídoto de un mundo triste y raro,

la caballa, el azar, la playa, el monte,

el aroma y la luz del horizonte.

Cádiz es mi pecado y mi coartada,

mis papas aliñás de madrugada,

manteca colorá, mueran las penas,

Cádiz es la pringá canalla en vena.

Gracias a Juanjo Téllez y a Felipe

Benítez que vistieron a este striper.

Y a todos los ilustres invitados

que me arropan en día tan señalado.

Cádiz es mi retrato en un espejo

donde me veo más guapo y menos viejo.

Cádiz es una amante clandestina

por quien muere de amor un tal Sabina.

Cádiz, Falla, Ruibal, Pemán, Quiñones,

Cádiz es la verdad con dos cojones.

Cádiz es el Peñón, Rota, Barbate,

Cádiz es el crepúsculo granate.

Cádiz es el poniente y el levante,

el pisha, el shosho, el quillo y el mangante.

Cádiz es el vapor y la Caleta,

un suspiro, una lágrima, una teta.

Cádiz es un vinito al mediodía,

Cádiz es lo mejor de Andalucía.

Cádiz es un imán y un sortilegio,

un pedazo de pan, un sacrilegio.

Mi cómo, mi porqué, mi tú, mi dónde,

morfina de un dolor que no se esconde.

Cádiz es la humedad más exquisita,

el aceite y la sal, gloria bendita.

Cádiz: la primavera en pleno invierno,

donde a Madrid le pongo un par de cuernos.

Un submarino en Cai es un jartible,

un carnaval sin vino, un imposible.

Por algo me he vestido de pirata

pa tener bula por meter la pata

De palo que a mi edad no es mal remedio

pa mi pierna más larga: la de en medio.

Cádiz es mi hospital y mi verbena,

mi patria de adopción, mi nochebuena.

El mejor zulo para el buen corsario

que no tiene reloj ni calendario.

Que sabe distinguir el bien y el mal,

que vive en un eterno carnaval

Gracias a los amigos que me abrigan

cuando los malos vientos me castigan.

Cádiz fenicia, ibérica, romana,

mora, calé, andaluza, gaditana.

Más que el rincón de pensar

es la ocasión de pecar

con poca ropa.

Es la cuaresma al revés

de la boca y de los pies,

venga otra copa.

Sin curas ni militares

ni dioses ni familiares

ni garrulos.

Sin leyes ni parlamentos

ni manadas de violentos

machirulos.

El carnaval es un fuego

que agita el mítico juego

de la duda.

Y si pa’ colmo es en Cádiz

Torra, Puigdemont y Artadi,

me la sudan.

Ni Venecia y su tronío

ni las mulatas de Río

me dejan bizco.

Yo prefiero esta bahía

patrona de la osadía

con pellizco.

Pellizco que me enamora

aunque al filo de la aurora

un fan merluzo

de Teófila me retrate

por las playas de Barbate

borrachuzo.

Me falta palabrería

pa describir la alegría

que contamina,

pues en el séptimo cielo

con las campanas el vuelo

todo rima.

Mi voz de lija y café

no se pregunta el porqué

de las pasiones.

En estas fuentes abrevo

y sé que a Cádiz le debo

mil canciones.

Que Cádiz es lo más grande,

la perla de Andalucía,

el mar y la mar en tándem,

la biblia en verso por rumbas,

mujeres y hombres que un día

irán bailando a sus tumbas

porque saben que ha vivido

entre gente que ponía

azúcar en el oído

y sal en la poesía.

Carnaval es la muerte de la rutina,

es el disfraz, la coña, el pan y la sal.

Es la fiebre, el veneno y la medicina,

es el duende, el delirio, el sueño, el azar.

Carnaval es un mundo sin oficinas,

un domingo sin clase, un lunes al sol.

Un chute, un subidón de bilirrubina,

un Ramón de Carranza gritando gol.

Carnaval el es arte de los farsantes,

la guasa hecha tanguillo, cuplé, canción.

Carnaval es la murga, los currelantes,

una peña que canta mejor que yo.

En cuanto a mi oficio mil

chirigotas deglutí

sin anestesia.

Los cuplés de Yesterday

molan mucho más que el Hey

de Julio Iglesias.

Villegas, Martínez Ares

el Yuyu y tantos juglares

que me salvan

del talento que agoniza,

del Selu al tío de la tiza

y Paco Alba.

Viva la risa señores

que vacuna los dolores

con su aroma.

Estoy harto, basta ya,

de ensalzar la seriedad

viva la broma.

Porque aquí crece mi yo

más pagano ese que no

reza ni calla

y denuncia las mentiras

del poder y nunca tira

la toalla.

Porque la broma es la gente

el talento incandescente

sin gomina.

El rapero, el punky, el piernas,

el pisha de la taberna

de la esquina.

Los don nadie sin pareja,

los pringaos que se quejan

con motivo.

Los Dorian Gray que envejecen

los muertos que se parecen

a los vivos.

Y aquí termina el pregón

aprovechad la ocasión

y disfrutad.

Viva el goce y la quimera,

el disfraz, la primavera,

el carnaval.

[Serena]

Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina han anunciado que preparan su regreso conjunto a los escenarios, a través de un divertido vídeo publicado en sus redes sociales. «Nano, se está preguntando la gente que por qué una tercera vez y yo me pongo romántico y sentimental y solo contesto que por amor al oficio y a nosotros dos», dice Sabina en el mensaje.

El músico de Úbeda continúa diciendo que «en estos años, cuando he estado en el escenario me he sentido muy solo. Eso de mirar a un lado y que tú hubieras desaparecido... Digámosle a esta gente que cinco meses antes estamos trabajando muchísimo para darles un espectáculo, hacerles reír, tratar de calentarles el corazón. Para intercambiarnos, cantar yo tus canciones y tú mejorar las mías como sueles».

En esta gira quizá vayan acompañados por un tercer artista, ya que Serrat señala con un tono misterioso que «ahora tenemos que ir los tres», a lo que Sabina responde: «Sí, pero el tercero no podemos contarlo».

Los artistas, que ya realizaron giras juntos en 2007 y 2012, tendrían ya fechas confirmadas en Uruguay, Chile y Argentina en noviembre, y habrá que esperar para confirmar que también actuarán en España.

[Serena]

Sabina 70», el cuádruple CD que repasa la trayectoria del cantante y compositor por sus setenta cumpleaños, desde el «Qué demasiado» (1980) hasta el «Lo niego todo» (2017), sale a la venta el próximo 20 de septiembre, ha anunciado un comunicado de Sony Music.

«Quienes hemos seguido a Sabina durante este tiempo por medio de las canciones, solo podemos estarle infinitamente agradecidos por habernos regalado semejante cancionero», escribe el periodista Juan Puchades en el texto que acompañará al CD junto con unas recopilaciones de citas de amigos y seguidores, y de muchas fotos.

El poeta y periodista, Antonio Lucas, describe a Sabina señalando que: «es una manera de decir las cosas de todos de otro modo. Volver a sus canciones tiene algo de bálsamo de bar que aún suena a amigos que no miran el móvil y llevan la madrugada en el bolsillo».

Todos sus éxitos y canciones principales, que han «significado mucho para tanta gente», están recopiladas en «Sabina 70». Desde la multiversionada «19 días y 500 noches» hasta «Pongamos que hablo de Madrid» pasando por «Por el bulevar de los sueños rotos» o «La canción de las noches perdidas», además de las colaboraciones con Alberto Pérez y Fito Páez.

El disco llega en un momento en el que el cantautor está preparando se vuelta a los escenarios -tras haber tenido que cancelar algunos conciertos de su gira «Lo niego todo» por problemas de salud- con Joan Manuel Serrat, quienes ya tendrían fechas confirmadas en Uruguay, Chile y Argentina en noviembre de este año.

[Serena]

Joaquín Sabina (70) le ha pedido matrimonio a su pareja desde hace dos décadas, la fotógrafa peruana Jimena Coronado (50), tal y como ha revelado su amigo y compañero de correrías musicales, Joan Manuel Serrat (75).

Fue durante una entrevista con el espacio televisivo argentino 'Teleshow', durante la parada de la gira 'No hay dos sin tres' en el país austral. En un momento, Serrat confesó de su socio: "Le pidió a casarse a Jimena. Se arrodilló y le regaló un anillo".

"Eso no lo debías contar", le increpó entonces, medio en broma, Sabina. A lo que Serrat respondió: "¡Ah!, fue tan hermoso". La complicidad entre ambos queda patente en la conversación subsiguiente. "Yo tengo 70 años, el día que la 'Jime' cumplió 50 doblé la cerviz y en verso...", empezó explicando el autor de '19 días y 500 noches'. "Llegó a arrodillarse", intervino entonces Serrat. "Y en verso... bueno, él sabe", prosiguió su amigo. "Yo el verso no me lo aprendí porque estaba llorando y no pude", se disculpó el catalán. "Él ve un pedrúsco y sabe inmediatamente lo que me había costado", remató el cantautor de Úbeda.

Sabina también habló del cambio de planes respecto al inicio de la gira latinoamericana, debido a las revueltas en Chile. Dijo que le generó "primero, estupefacción porque durante tanto tiempo han vendido tan bien Chile como la sociedad casi perfecta neoliberal, que no había corrupción, que todo iba bien, que no había graves movimientos sociales..." Así que "mucha estupefacción; lo primero. Luego ya empecé a leer periódicos, a enterarme de lo que pasaba. Pero como el 'Nano' [Serrat] comenta, está siendo un movimiento en casi toda América Latina. Ha sucedido en El Salvador, bueno, está sucediendo en Hong Kong, que no es ni América ni Latina, pero está sucediendo".