El posible asalto de grupos extranjeros al capital de Repsol, desencadenado a raíz de la decisión de Sacyr de poner en venta el 20% que tiene en la petrolera española, no solo está provocando vaivenes en las declaraciones del Gobierno. Tambiíén ha generado discrepancias en su seno, sobre todo con respecto a Lukoil, el último de los candidatos en la puja por Repsol.
El presidente del Ejecutivo, Josíé Luis Rodríguez Zapatero, resaltó ayer que la posible entrada de Lukoil en Repsol es una operación que «se juega en el terreno del mercado». Estas declaraciones contrastan radicalmente con el discurso de Zapatero el pasado viernes cuando se refería a Gazprom, el gigante estatal del gas ruso, del que las autoridades de Rusia revelaron que tambiíén estaba interesado en entrar en la petrolera española. Repsol «ni ha estado, ni está ni estará en el horizonte de una iniciativa de Gazprom», dijo entonces Zapatero.
A pesar de que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, dijo ayer que el Gobierno hará «todo lo posible» para que Repsol siga siendo «independiente y española», por ser una empresa estratíégica para el país, las palabras de Zapatero fueron vistas como el certificado de pasaporte para Lukoil en territorio español.
Compañías privadas
«El Gobierno estará atento, pero hablamos de compañías privadas», añadió, para marcar las diferencias que existen entre el posible desembarco de Lukoil y el de la empresa pública energíética rusa Gazprom. «Cuando lo de Gazprom dije que no había nada y ahora digo que con Lukoil precisemos que hablamos de una compañía privada en la que el principal accionista es una compañía norteamericana [en referencia a ConocoPhilips] que tiene el 20% de las acciones», afirmó.
Zapatero señaló que el Ejecutivo «entiende que es bueno» que Repsol tenga «bandera española», pero tiene que ser respetuoso con los intereses de la petrolera española y las posibles negociaciones para la incorporación de nuevos socios. En el giro dado por Zapatero, tambiíén le acompaña el ministro de Economía, Pedro Solbes.
El ministro decía la semana pasada que una operación de Gazprom sobre Repsol «le chirriaba». Sobre Lukoil, ahora, sencillamente, Solbes mira hacia otro lado. «No tengo nada que decir, nada», dijo ayer. Sebastián fue el único que se desmarcó ayer de esta línea, al menos en apariencia. Repsol «va a seguir siendo española», dijo Sebastián, al tiempo que pidió a los accionistas que «respeten al Estado», tal y como el Estado «respeta el mercado y a los accionistas». Sebastián añadió que el Gobierno «va a hacer todo lo posible para que siga siendo española». Y recalcó: «Y lo va a seguir siendo».
Sea Gazprom, o Lukoil, poner en manos extranjeras el capital de un grupo como Repsol, que tiene más de un tercio de las gasolineras en España y la mitad de las refinería, provocó ayer el rechazo rotundo desde todos los partidos de la oposición, y de otros ámbitos.
La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, dijo que «los sectores estratíégicos deben estar bien vigilados» e instó a Zapatero a «no ponerlo en peligro». Desde el PP se pide que Repsol estíé «absolutamente protegida», para que «no se nos vaya de las manos».
El secretario general de UGT, Cándido Míéndez, mostró ayer su preocupación ante la posibilidad de que «España pueda perder el control en una empresa de un sector tan sensible como estratíégico».
El portavoz de Economía del PNV, Pedro María Azpiazu, dijo que no se puede permitir la entrada de cualquiera en Repsol. El diputado de IU Gaspar Llamazares dijo que «es tan malo privatizar Repsol a manos de una empresa pública rusa, como privatizarla a manos de una empresa privada con participación de los fondos de pensiones norteamericanos».
Reunión de Sebastián con los fondos de Emiratos írabes
La dirección de Repsol no ve con malos ojos a Lukoil. Al menos en comparación con Gazprom. Pero siempre preferiría otros accionistas más discretos y tranquilos en el accionariado, como los fondos soberanos, que fundamentalmente buscan rentabilidad en las compañías donde invierten, haciendo poco ruido en la gestión.
Es en lo que han estado trabajando recientemente desde la cúpula de Repsol, y siguen manteniendo contactos para encontrar fondos árabes dispuestos a invertir en la petrolera, tal como adelantó ayer expansion.com, la edición online de EXPANSIí“N. Entre ayer y hoy, está habiendo importantes encuentros que tambiíén implican a Miguel Sebastián, ministro de Industria, partidario de encontrar un accionista cómodo que reemplace a Sacyr en Repsol.
Desde ayer, se celebra en Madrid, a puerta cerrada, las jornadas Invest in Spain, en las que se han mantenido encuentros bilaterales entre las entidades de inversión de los emiratos árabes Dubai y Abu Dhabi, y empresas españolas, entre ellas Repsol. Entre los fondos asistentes están Abu Dhabi Investment Authority (Adia), Dubai Internacional Capital (DIC), Istithmar World Ventures, Istithmar World Capital, Mubadala Development Company, Abu Dhabi Investment Company (ADIC) y Abu Dhabi Investment Council. Sebastián mantendrá hoy una comida con los representantes de dichos fondos.
