En España hay empresas que llevan dos años postergando la decisión a la espera de mejores condiciones. Es el caso de Unicaja, que necesita capital para devolver a Bruselas las ayudas públicas que recibió su filial Ceiss (resultado de la fusión entre Caja España y Duero). El banco se ha comprometido a cotizar antes del 28 de marzo, proyecto que concretaría a travíés de un listing.
Otras operaciones anunciadas para este año son las de Gestamp, Aernnova y Prosegur Cash. Gestamp, fabricante de carrocerías y chasis, trabaja para sacar a Bolsa entre el 25% y 37% de su capital, de manera que la familia propietaria mantenga el control de la empresa. La compañía, en la que tambiíén participa el grupo japoníés Mitsui, está valorada en 3.300 millones de euros.
Aernnova, proveedor vasco de alas y estabilizadores de avión de Airbus y Boeing, planea debutar entre abril y mayo, tras la publicación de las cuentas de 2016. La compañía espera que estos resultados le ayuden a obtener una valoración de alrededor de 1.000 millones.
Carrocerías y alas de avión preparan su debut bursátil
Camión blindado de Prosegur. La compañía prevíé sacar a Bolsa entre el 25% y 49% de su filial Prosegur Cash.
Prosegur contempla listar su división de transporte de valores y gestión de efectivo Cash “posiblemente durante el primer semestre, dependiendo de las condiciones del mercado y manteniendo una participación mayoritariaâ€. Con ese fin, el porcentaje oscilará entre el 25% y 49%. La compañía prevíé alcanzar una valoración de entre 3.000 y 4.000 millones.
"Somos optimistas", afirma Julio Lujambio, socio de derecho corporativo del bufete Píérez-Llorca. "Creemos que 2017 será un buen año para las salidas a Bolsa y que superaremos las cuatro del año pasado, mientras que el MAB seguirá consolidándose como un mercado verdaderamente alternativo", precisa.
Lujambio advierte que volveremos a tener fechas marcadas en el calendario electoral: elecciones en Alemania (en febrero), en Holanda (en marzo), en Francia (en junio) y posiblemente el inicio del brexit. "Estos serán los condicionantes del año, descontando que la evolución de la economía será la que se espera: un crecimiento estable y continuista, sin sobresaltos", añade.
No obstante, coincide en que los mercados conviven cada vez mejor con la coyuntura política y el año pasado se ha demostrado que "el buen momento que vive la economía" es más importante para los inversores que la incertidumbre del calendario electoral.