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Autor Tema: Acuerdo para explotar Vaca Muerta...  (Leído 55 veces)

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Acuerdo para explotar Vaca Muerta...
« en: Enero 21, 2017, 12:16:55 pm »
Por...  Gerardo Honty


Las cuentas que nunca se hacen completamente

El gobierno argentino ha anunciado la firma de un acuerdo con las empresas y los sindicatos para avanzar en la explotación de los yacimientos de Vaca Muerta en la cuenca neuquina (provincias de Neuquíén, Rí­o Negro, La Pampa y Mendoza). Se trata de la segunda reserva más importante del mundo de gas no convencional, la cuarta de petróleo no convencional y la principal formación geológica de shale en Argentina.
 
El acuerdo lo suscribieron el Presidente Mauricio Macri, el secretario de Coordinación de Polí­ticas Públicas, Gustavo Lopetegui, los ministros de Trabajo, Jorge Triaca, y de Energí­a, Juan Josíé Aranguren, el gobernador de Neuquíén, Omar Gutiíérrez, la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos, el secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Rí­o Negro, Neuquíén y La Pampa, Guillermo Pereyra, y su par de los Petroleros Jerárquicos, Manuel Aríévalo. El texto del acuerdo se mantiene en reserva y solo se conocen algunos aspectos derivados de declaraciones públicas de los distintos actores.
 
Según informó el propio Presidente, las empresas que participarán de la explotación de hidrocarburos en Vaca Muerta (YPF, Total, Pan American Energy, Chevron, Shell y Dow) se comprometen a planes de inversión que, sumados, alcanzarí­an USD 5.000 millones en este año 2017 y mayores a USD 10.000 millones por año a partir de 2018.
 
El Estado Nacional por su parte, extenderá el Plan Gas hasta 2020, brindando garantí­as a los inversores sobre el precio del gas en boca de pozo, eliminará las retenciones a las exportaciones de petróleo y además invertirá en obras de vialidad y de ferrocarriles para mejorar la logí­stica del sector. Por otro lado, la provincia de Neuquíén garantizará la estabilidad tributaria para las empresas y mejorará el estado de los caminos provinciales.
 
Los sindicatos a su vez, han aceptado una reforma de su convenio colectivo que implica –según varios voceros gremiales- una flexibilización laboral que incluye: jubilación anticipada, permitir el montaje y desmontaje en horario nocturno, solo la empresa -y ya no el sindicato- podrá suspender el trabajo por condiciones climáticas y vientos fuertes, instrumentación de nuevos mecanismos de control para reducir ausentismo, eliminación de las horas ‘taxi’ (tiempo de viaje hasta el yacimiento), entre otros.
 
El objetivo del acuerdo, según el presidente argentino, es atraer inversiones para la explotación de los hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta, reducir los costos de la energí­a, retomar la exportación de hidrocarburos y aumentar los empleos. “[Vaca Muerta] tiene el potencial de generar miles de puestos de trabajo y la energí­a necesaria para alimentar nuestra industria y nuestros hogares. …  El mundo entero necesita energí­a, y nosotros podemos ser parte de la respuesta a ese desafí­o global, tanto en energí­as renovables como en recursos convencionales y no convencionales” expresaba el presidente en “La Mañana” de Neuquíén.
 
El balance
 
Es muy difí­cil hacer una evaluación del acuerdo en tanto no se conoce su texto concreto. En principio el estado argentino, tanto en lo nacional como en lo provincial, deberá hacer una inversión no cuantificada, pero que puede preverse abultada, para construir carreteras, caminos y ví­as fíérreas. Además perderá una parte importante de ingresos por la eliminación de las retenciones a las exportaciones petroleras y la “estabilidad tributaria” de la provincia.
 
Debe agregarse que la explotación de recursos no convencionales de gas y petróleo tiene una corta pero profusa historia de impactos ambientales, además de importantes riesgos dada la magnitud e intensidad de la fracturación hidráulica requerida para su explotación. Puede presumirse que el Estado deba, en algún momento, hacerse cargo de los gastos de remediación, recuperación o control de contingencias, tanto sociales como ambientales.
 
Los aportes estatales, tanto en subsidios directos como indirectos a la explotación de hidrocarburos han sido históricamente importantes en Argentina, como lo ha sido en todos los paí­ses latinoamericanos. En un informe publicado por instituciones argentinas en diciembre de 2016 se cuantifica de manera exhaustiva la transferencia de recursos del estado argentino al sector hidrocarburos (1).
 
 
Según el informe entre el cuarto trimestre de 2008 y la primera mitad de 2016 las transferencias totales a favor de las empresas del sector hidrocarburí­fero fueron superiores a USD 21.500 millones, tanto a travíés de programas de estí­mulos directos como por  ingresos que el Estado dejó de percibir. Los montos transferidos a las empresas fueron crecientes hasta 2013 y desde allí­ se han mantenido cercanos a los 3.000 millones de dólares anuales, lo que equivale al 4% de los ingresos tributarios totales del Estado Nacional.
 
El estudio afirma además que el monto transferido por el Estado a las empresas ha sido superior a la suma de todos los salarios pagados por el sector de hidrocarburos en Argentina. Según los balances contables de las compañí­as del sector, entre el 6% y el 10% de los ingresos totales de las empresas se destina al pago de salarios. El informe estima que la masa salarial total pagada por las compañí­as entre 2009 y 2015 fue de USD 8.174 millones. Las transferencias proporcionadas directamente por el Estado en el mismo perí­odo (sin contar otros aportes) fueron de USD 12.243 millones. Es decir, el Estado Nacional cubrió en un 150% la totalidad de los salarios del sector.
 
El estudio citado no incluye otras contribuciones estatales indirectas como la construcción de infraestructura o los costos sociales y ambientales derivados de la explotación de los hidrocarburos.
 
La nueva polí­tica del presidente Mauricio Macri parece querer sustituir las transferencias anteriores con otro tipo de transferencias: aumento de las tarifas al público, garantí­as sobre los precios a los productores, eliminación de las retenciones, construcción de infraestructura para asegurar la salida de la producción y flexibilidad laboral.
 
Ha sido prácticamente una constante en la historia latinoamericana, que los estados se hagan cargo de buena parte de los costos de explotación de la materia prima para la exportación, con el argumento de la generación de empleos y el progreso económico. Muchos costos quedan ocultos en esta cuenta, como la degradación de los ecosistemas, los pasivos ambientales, la reducción de los estándares laborales y la salud de las poblaciones en torno a los enclaves productivos.
 
La cuenta total parece nunca hacerse completamente. Algunas veces con un tinte más liberal y otras veces más progresista, pero siempre termina el Estado poniendo la parte que falta para que el extractivismo sea rentable y las materias primas puedan emprender su viaje a factorí­as lejanas. Lo que queda en el paí­s son los pasivos ambientales, una pequeña íélite de funcionarios bien pagados, el díéficit fiscal y un montón de chirimbolos importados con las divisas obtenidas. 
 
Nota
 1. http://www.ejes.org.ar/InformeTransferencias.pdf


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...