Baraja que La Caixa compre la filial de autopistas de la constructora
Industria estudia que el Tesoro compre activos bancarios vinculados a Del Rivero
MADRID.- O salvar a Sacyr o evitar un socio indeseable en Repsol, pero las dos cosas a la vez parece cada día más difícil. El presidente de la constructora, Luis del Rivero, sí cree que todavía es posible la carambola y ha pedido ayuda al Gobierno para no tener que vender sus acciones al grupo ruso Lukoil, según afirman a este diario altas fuentes implicadas en la negociación.
Del Rivero, en agosto, puso a la venta su paquete en Repsol, pero viene planteando desde hace días que íél no vendería su participación si logra otra alternativa para hacer caja y afrontar los próximos vencimientos de la deuda de 18.500 millones. Un lastre que podría poner en entredicho la continuidad de la constructora y el puesto de trabajo de sus 20.000 empleados.
El presidente del Gobierno, Josíé Luis Rodríguez Zapatero, descartó el martes "una intervención del Gobierno en Repsol", pero hay otras fórmulas.
Zapatero no quiere tomar ninguna medida directa y excepcional para cerrar la puerta a Lukoil, pero podría respaldar una solución alternativa de acuerdo entre accionistas o que se enmarque en ayudas ya previstas por el Gobierno para la banca. Al presidente le preocupa Sacyr, no sólo por su importancia para la economía española, sino porque Del Rivero ha sido uno de sus empresarios de referencia desde que llegó al poder.
En este escenario, la entidad que puede desempeñar un papel clave para evitar la entrada de Lukoil es, precisamente, la que patrocinó a los rusos la semana pasada: La Caixa.