El mercado quiere rebotar, otra cosa es que lo consiga. Así quedó claro ayer en Wall Street despuíés de que Europa cerrase en negativo. Los índices se sobrepusieron inicialmente a la avalancha de malos datos económicos y vivieron un acelerón alcista al cierre que permitió al Dow Jones subir el 2,91% en su cuarta subida consecutiva. El S&P 500 se anotó el 3,53% y el Nasdaq, que el martes había bajado, recuperó el 4,6%.
Esto significa que el mercado sigue intentando hacer un suelo y construir un rebote más fiable que todos los que fallaron anteriormente. Pero el volumen sigue siendo demasiado reducido para ser fiable, por lo que esto -de momento- no es más que una corrección del movimiento bajista previo. Si las alzas continúan y se superan resistencias, entonces podremos hablar de otra cosa. En todo caso, parece que habrá que esperar a la próxima semana dado que hoy es Acción de Gracias y el viernes Wall Street sólo abrirá media sesión.
Detrás de la subida de ayer hay que situar el nombramiento de Paul Volcker como asesor económico presidencial, otro nombre de gran prestigio y experiencia que gusta al mercado (fue el antecesor de Greenspan en la Fed). Tambiíén hay que señalar las fuertes subidas de General Motors, del 35,1% ante las crecientes expectativas de que finalmente sea rescatada por el Gobierno. Citi prosiguió su remontada post-rescate con otro 16% y las petroleras recibieron con fuertes alzas la subida del crudo, de más del 7% hasta 54,44 dólares.
Pero lo más llamativo fue la capacidad del mercado para sobreponerse a las malas noticias, tanto los atentados de Bombay como los desastrosos datos económicos: los pedidos duraderos se hundieron el 6,2%, la confianza del consumidor siguió bajando, las ventas de viviendas usadas cayeron el 5,3% y el gasto de consumo retrocedió el 1%.
Tras el festivo de hoy, toda la atención se centrará en el 'viernes negro', el inicio de la temporada de compras navideñas en EEUU, que este año cobra una importancia capital en medio del actual desplome del consumo, que supone dos tercios de la economía norteamericana.