Iberdrola ha repetido la jugada de cada primavera y ha puesto el contador de la autocartera a cero. La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ha amortizado un 1,7% del capital valorado a precios de mercado en 645 millones de euros. El porcentaje de acciones propias de la compañía se sitúa en un testimonial 0,66%.
Por lo tanto, la 'utilitie' puede empezar de nuevo con su agresiva política de compra y venta de acciones propias que durante los últimos años ha sido clave en la estrategia bursátil de la compañía. Iberdrola ha sido una de las empresas que más ha movido sus propias acciones en los últimos meses. Empezó el año con una autocartera del 0,174% que en febrero se había disparado al 1,7%.
La compañía había puesto en marcha un programa de recompra de acciones con el objetivo de evitar la dilución provocada por el pago del dividendo en la modalidad de 'scrip dividend'. Es decir, en acciones. La compañía compró acciones propias con el objetivo final de amortizarlas y mantener estable el beneficio por acción.
Entre las operaciones realizadas entre los meses de febrero y abril se incluyen tambiíén paquetes de títulos destinados a la entrega acciones a empleados del grupo en concepto de bonus. Ya en 2015 la actividad con acciones propias fue freníética. Iberdrola invirtió algo más de 1.000 millones de euros para apoyar la cotización y mantener sus principales ratios bursátiles.
En lo que va de año, Iberdrola acumula un descenso del 5% (la mitad de lo que cede el Ibex 35 en 2016) que ha rebajado la capitaliación bursátil del grupo por debajo de los 40.000 millones de euros. Este martes, la compañía suma su cuarta subida consectiva en el parquíé y se afianza por encima de los 6 euros.