Más de dos tercios de las cajas no se autofinancia en plena crisis de liquidez
F. Tadeo en El Economista
Con el mercado cerrado y con una desatada guerra del pasivo, sólo 13 de las 45 cajas de ahorros españolas consigue autofinanciarse. Es decir, que no necesitan acudir a los inversores para recaudar recursos con los que hacer frente a su negocio crediticio, ya que el volumen de depósitos que obtienen de sus clientes es superior. Las entidades de menor tamaño son las que mejor posicionadas en esta relación que mide la capacidad de liquidez.
Así, la vasca Kutxa, la andaluza Caja de Jaíén y la extremeña Caja Badajoz lideran el ranking, mientras que en último tíérmino aparecen las grandes Caixa Catalunya, la valenciana Bancaja y Caja Madrid. Fuentes del sector explican que estas diferencias se deben a que íéstas cuentan con volúmenes de príéstamos muy superiores y que, por tanto, necesitan más fondos para su financiación.
Con los ratios superiores, teniendo en cuenta los balances de los nueve primeros meses del año, se sitúan, además de las ya citadas, las cajas Manresa, Círculo, Guadalajara, Murcia, Extremadura, Manlleu, Asturias, España, Pollensa y Duero. Todas íéstas son capaces de cubrir los críéditos que conceden con el dinero captado en sus depósitos (ver gráfico).
'Guerra del pasivo'
El resto se ven obligadas a ir a los mercados de capitales para afrontar la parte que no consiguen de sus depósitos que en, algunos casos, como Bancaja y Caixa Catalunya, es la mitad. No obstante, su posición ha mejorado ligeramente con la que tenían hace 12 meses, debido a la agresiva política de remuneración a los clientes, que ha llevado a una guerra del pasivo sin precedentes, despuíés de que surgieran las primeras consecuencias de la crisis subprime en Estados Unidos.
En el último año, todas las entidades han redoblado sus esfuerzos para lograr un volumen mayor de depósitos con la subida de los intereses hasta niveles del 10 y 12%, debido a la desconfianza de los inversores institucionales en adquirir deuda de los grupos financieros. Hasta entonces, bancos y cajas habían desarrollado su vigorosa actividad crediticia gracias a la compra de títulos, cíédulas y titulizaciones por parte de los inversores, pero a raíz del estallido de las hipotecas basura al otro lado del Atlántico, las adquisiciones se han limitado sustancialmente, hasta el punto de en algunos momentos el mercado ha estado literalmente cerrado.
Las previsiones más optimistas apuntan a que la confianza volverá en el segundo semestre de 2009, una vez se compruebe el impacto positivo de las medidas adoptadas tanto por el Gobierno español como el resto de administraciones internacionales. Sin embargo, hay consenso en que la cautela se mantendrá muchos años.