Un informe de las Naciones Unidas advierte del riesgo de la acentuación de las desigualdades. Nueva York es la novena ciudad del mundo con mayor grado de desigualdades sociales.
El fenómeno de ir hacia las ciudades parece incontrolable, de acuerdo a un estudio sobre el estado de las ciudades del mundo que abarca 2008/2009 de la ONU-HABITAT (Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos).
La estimación calculada del aumento de la población urbana es del 60% de la población mundial que vivirá en ciudades en unas dos díécadas futuras, podría convertirse en un problema, a no ser que se mejore la relación entre los aspectos espacial, social y ambiental del entorno urbano, así como entre sus habitantes, que deberá descansar sobre dos pilares clave: la igualdad y la sostenibilidad, advierte el informe.
El portal de Tendencias21.net señala que a mediados del siglo XXI, la población urbana total de los países en vías de desarrollo será más del doble que ahora, pasando de los 2,3 mil millones en 2005 a los 5,3 mil millones en 2050. Y es que el crecimiento de las ciudades es más rápido en los países en vías de desarrollo: en ellos, las urbes ganan una media de cinco millones de residentes al mes.
Según el informe, a medida que las ciudades crezcan en tamaño y población, la armonía entre los aspectos espacial, social y ambiental del entorno urbano, así como entre sus habitantes, será cada vez más importante. De modo a afirmarla, se debe sostener sobre dos pilares clave, como lo son la igualdad y la sostenibilidad.
Lamentablemente, a diario, esta no es la situación de muchas ciudades del planeta. Las diferencias entre pobres y ricos van en aumento, como es el caso en las numerosas ciudades de Estados Unidos, lo que en consecuencia produce el incremento del malestar social.
Mediante el estudio se sondeó en 120 ciudades importantes, que reveló que Nueva York es la novena ciudad del mundo con mayor grado de desigualdades sociales, seguida de otras ciudades norteamericanas, como Atlanta, Nueva Orleáns, Washington o Miami, que tendrían los mismos niveles de desigualdad social que ciudades como Nairobi, en Kenya, o Abidjan, en Costa de Marfil.
El trabajo advierte de que “altos niveles de desigualdad pueden conllevar consecuencias sociales, económicas y políticas negativas, que tendrán un efecto desestabilizador en las sociedadesâ€. Porque las desigualdades “crean fracturas sociales y políticas que pueden derivar en inconformidad social e inseguridadâ€.
Migración imparable
El documento registra que los movimientos poblacionales del campo a la ciudad parecen estar sin frenos. En tal sentido, se pronostica que al cierre de este mismo año el número de personas que viven en zonas urbanas superará por vez primera al de personas que viven en el campo.
“En los próximos 40 años, los niveles de urbanización se habrán incrementado dramáticamente, con un 70% de la población del planeta viviendo en áreas urbanas en 2050â€, anuncia Naciones Unidas. La urbanización más drástica la sufrirá China, donde muchos millones de personas se mudarán a las ciudades en los próximos años.
En Paraguay
La Migración es uno de los problemas más graves del Paraguay debido a que incide en otros aspectos económicos, sociales y culturales. Vale observar los años transcurridos. Los flujos migratorios en el país entre 1995 y 1996 han involucrado a 144.254 personas de 6 años o más. El 80% de estos movimientos migratorios ha sido interno. La migración interurbana ocupa un lugar predominante en los procesos de migración interna (aproximadamente el 60%).
Sin duda alguna, este fenómeno está alterando la relación entre lo que caracteriza al campo y lo particular de la ciudad, de tal modo que entre 1989 y 1992 la población que cambió de residencia departamental fue del 7%, con lo que el Paraguay deja de ser un país altamente rural.
La migración paraguaya no es un hecho reciente, es un problema preferentemente social. En la díécada del 40 tuvo crecimiento en forma permanente, con causas políticas bien coyunturales. Marcadamente los compatriotas marcharon a Buenos Aires. Se estima que 350.000 y 400.000 paraguayos de los cerca de un millón de residentes en el vecino país no pueden ingresar al mercado laboral por falta de documentos exigidos para una radicación. Por otro lado, los últimos 5 años el proceso migratorio cambió en parte hacia los países de Europa, como hacia a España e Italia.
En nuestro país las tasas de migración interna son bastante elevadas. De acuerdo al informe de la Encuesta Permanente de Hogares del 2005, se estima que la población del írea Metropolitana llegaba a 1.739.073 habitantes, frente a los 1.363.399 del 2002. Si se considera que la tasa de crecimiento poblacional del Paraguay es del 2,3%, el número debería de haber crecido en más de 80 mil personas; sin embargo, lo hizo en 375.674, 292.224 personas más.
Se calcula que el 59,9% vive en zonas urbanas, pero la migración interna que se da entre departamentos afecta principalmente a la población juvenil. Cerca del 55,2% de las personas entre 15 y 29 años ha migrado.