(PL)
Las negociaciones de Canadá con Estados Unidos para la revisión del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) serán largas y complicadas, señala un artículo del diario Financial Post.
Existen varios problemas pendientes que pudieran crear fricciones entre Ottawa y Washington, a pesar de que los funcionarios canadienses aseguran que en estas pláticas el principal blanco del presidente estadounidense, Donald Trump, es México, que también forma parte de este convenio firmado en 1994.
Entre los aspectos más controversiales el diario sitúa el mecanismo de resolución de disputas, incluidos en el polémico Capítulo 19 del Tlcan, que Estados Unidos desea reformar, donde se establece un sistema binacional temporal para resolver dichas contradicciones.
Los tres países signatarios se reservan el derecho de imponer derechos compensatorios y medidas antidumping, pero, según dicho acápite, una de las partes puede solicitar que esas sanciones sean revisadas por un panel ad hoc compuesto por representantes de las naciones involucrados en la disputa.
El gobierno de Canadá está dispuesto a renegociar el contenido de ese Capítulo, pero considera imprescindible la vigencia de un mecanismo de solución de discrepancias asociado al Tlcan.
Entre otros aspectos clave a debate para las autoridades de Ottawa, según el Post, está el sistema de suministro de productos lácteos, las medidas proteccionistas de Canadá respecto a las compras de vino a su vecino del Sur, los impuestos a la entrada de productos de uno y otro país, así como la solicitud de Washington de que se eliminen barreras a sus inversiones en territorio canadiense.
Autoridades estadounidenses informaron el lunes que la primera ronda de negociaciones entre los integrantes del pacto comercial -Canadá, México y Estados Unidos- tendrán lugar del 16 al 20 de agosto.
El representante estadounidense de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, explicó el 17 de julio el plan de cómo la Casa Blanca pretende reescribir los términos del Tlcan al cual Trump califica de desastre para los empleos y los trabajadores estadounidenses.
