Doug Kass: Demasiado tarde para vender, demasiado pronto para comprar
Ainhoa Gimíénez, Bolságora
Que el mercado actual es el más difícil para un inversor desde hace muchos años es algo que todos sabemos. Que la volatilidad actual es ridícula y que hace casi imposible predecir el próximo movimiento, tambiíén. Pero, dentro de eso, tenemos un mercado que intenta hacer suelo frente a una tendencia principal bajista y al entorno fundamental más negro que se recuerda desde la crisis de los 70 o incluso desde la Gran Depresión.
Una batalla entre alcistas y bajistas (la eterna batalla, en realidad) que podría resolverse en los próximos días, al menos para el corto plazo de los mercados.
Pero a la espera de que podamos dar por hecho no un suelo de corto plazo, sino de medio plazo, el inversor se encuentra en una situación que el famoso Doug Kass, gestor de hedge funds conocido por ser un bajista impenitente, define como "demasiado tarde para vender y demasiado pronto para comprar".
Es decir, un entorno diabólico para todo el mundo. El que no se salió a tiempo ahora no sabe si aguantar confiando en que íésta sea la recuperación buena y arriesgarse a perder más si no lo es, o vender con grandes píérdidas y esperar tiempos mejores... con el peligro de hacerlo en el peor momento, justo en zona de mínimos de la caída. Y el que sí se salió no sabe si fiarse del rebote y comprar ya, arriesgándose a que le atrapen, o esperar y correr el peligro de perderse una gran subida.
¿Quíé hacer en estos casos? Pues cualquier consejo es muy difícil y corre el riesgo de quedar en ridículo mañana mismo. Para responder, Kass parte de que la crisis actual es muy diferente a las anteriores. En los viejos tiempos, la bolsa anticipaba las recesiones, pero ahora la caída de la bolsa parece ser una de las principales causas de la profundización de la crisis económica. Una retroalimentación (feedback) negativa que ha arrasado la confianza de consumidores y empresarios. Despuíés del desastre, las cotizaciones descuentan algo parecido a la Gran Depresión, pero la visibilidad de los resultados empresariales en los próximos años es nula. Lo cual contribuye a esta volatilidad nunca vista, que además exageran los hedge funds.
A su juicio, el principal factor positivo es que las expectativas por fin han empezado a ajustarse a la realidad. De hecho, los apocalípticos como Nouriel Roubini son ahora los grandes gurús, mientras que los siemprealcistas como Ken Fischer han quedado desacreditados. Por el contrario, el principal elemento negativo es que las cotizaciones todavía no han reaccionado proporcionalmente al debilitamiento de los resultados y que este entorno fundamental va a durar bastante tiempo. Frente a eso, todos estamos de acuerdo en que los enormes programas de estímulo acabarán haciendo efecto. "La pregunta es cuándo".
Las condiciones para que las cosas mejoren
Su conclusión es que no podemos tener esa convicción hasta que no se den varias condiciones:
- Que la estabilidad vuelva a la comunidad de los hedge funds con una ralentización de los reembolsos, la quiebra de algunos grandes fondos y la recirculación del dinero hacia otros gestores.
- Que la profundidad de la contracción económica sea mejor entendida, para que pueda verse con más claridad una posible recuperación.
- Y que disminuya la volatilidad en los mercados de capitales.
Hasta que se cumplan esas tres condiciones, Kass considera que lo más probable es que el mercado se meta en un movimiento lateral a corto plazo, con un rango de más/menos 10% o 15%. "En algún momento en el futuro (posiblemente más pronto que tarde), tendremos delante de nosotros una oportunidad histórica de compra para el largo plazo. La prueba actual para los inversores es mantenerse solventes hasta que llegue ese momento", concluye.