Por... Atzayaelh Torres
Pemex padece una serie de síntomas que anticipan una crisis operativa que tiene preocupado a más de uno, especialmente en Pemex Exploración y Producción (PEP), siendo el principal la terminación de varios contratos importantes de la subsidiaria que comanda Juan Javier Hinojosa Puebla.
De acuerdo con fuentes de la misma subsidiaria, la crisis tiene fecha programada, comenzaría el 31 de agosto con el plazo de alrededor del 90 por ciento de los contratos que PEP tiene vigentes, y se extendería durante el último trimestre de este año, e incluso podría irse a marzo de 2018.
Esta situación, dicen desde adentro, empujaría la producción de crudo todavía más abajo de lo que se encuentra hoy en día, a niveles de entre 1.8 e incluso de 1.7 millones de barriles diarios en algunas semanas, y de gas, ni les cuento.
En la oficina de Hinojosa Puebla conocen bien esta situación y están tomando decisiones tajantes como adelantarse a la crisis e incluso han decidido cerrar esos contratos desde la primera semana de este mes, lo que arroja la incógnita de cómo es que seguirá operando.
Además, gran parte de las empresas a las que se les darán por terminados sus contratos son mexicanas, empresas que tienen de entre 80 a 800 empleados, y que el paro de PEP podría dejar en la calle a alrededor de diez mil empleos directos en diversas entidades petroleras, principalmente de las costas del Golfo de México.
Veremos en esta crisis si PEP prescinde también de servicios de otros operadores internacionales como Schlumberger, Halliburton y Weatherford, vaya, si corta parejo. Sin duda se atisba una amarga navidad para la petrolera nacional.
“LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS”
Cuentan exfuncionarios del área de Procura de Pemex que una de las últimas frases de Lozoya al frente de la petrolera fue: “la última y nos vamos”, para girar instrucciones a su mano derecha Froylan Gracia, vía Gustavo Escobar Carré, para acomodar todo lo referente al contrato número 641006800 por 200 millones de dólares donde las ganadoras fueron las empresas Proveedora de Fluidos Mexicanos, Petroquímicos Industriales del Norte, y Centauro del Norte Autotransporte, firmado dos semanas antes de la salida del hoy polémico exdirector de la petrolera nacional.
Consulté a varias fuentes y antes del contrato ninguna de estas empresas eran conocidas en el medio petrolero, y difícilmente podrían cumplir con labores tan especializadas como el acondicionamiento de condensados para tratamientos y productos químicos.
Fuera de la contienda quedaron empresas como Química Apollo, Champion, Proserma, Petroquimia del Golfo y Tecnología Integral en Fluidos de Perforación, con contratos vigentes, e incluso se pasó por encima al Instituto Mexicano del Petróleo, quien fuera su brazo tecnológico en otros tiempos.