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WASHINGTON.- La Casa Blanca y los congresistas demócratas alcanzaron el martes por la noche un principio de acuerdo sobre una propuesta de rescate para las empresas automovilísticas estadounidenses, dijeron funcionarios estadounidenses.
Un funcionario del Gobierno y uno de los principales asesores demócratas dijeron que el acuerdo cubre puntos claves, pero que aún deben resolverse algunos detalles finales y ponerlos por escrito.
Los demócratas han hecho los arreglos para votar en la Cámara de Representantes un proyecto legislativo y enviarlo al Senado para su consideración.
"El duro trabajo de ambos partidos ha valido la pena", dijo Carl Levin, senador demócrata por Michigan, estado donde se encuentran las oficinas centrales de General Motors, Ford Motor y Chrysler.
Es un plan de ayuda de 15.000 millones de dólares, aunque algunos aún se oponen a que el gobierno federal rescate a una industria en crisis.
Se estima que el paquete es menos de la mitad del dinero pedido por General Motors, Chrysler y Ford Motor al Congreso. Contiene una serie de duras condiciones, incluida la creación de un "zar de los automóviles" para supervisar su reestructuración.
El texto final aún está en discusión y tampoco está claro si hay suficientes legisladores republicanos dispuestos a aprobar la ley.
GM y Chrysler han advertido que ambas probablemente se declaren en bancarrota a menos que pronto obtengan ayuda federal, por culpa de la peor caída de las ventas de coches en EEUU en 25 años y la actual recesión. El gobierno norteamericano se ha negado a intervenir sin participación del Congreso.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, señalo que el paquete podría ser votado como muy pronto el miíércoles, pero horas despuíés sugirió que los legisladores podrían esperar hasta el fin de semana.
Dana Perino, portavoz del presidente George W. Bush, afirmó que el Ejecutivo y el Legislativo están logrando "buenos avances" en el plan, pero que una serie "de temas" aún deben ser trabajados.
Legisladores demócratas señalaron que el proyecto de ley exige a los fabricantes presentar hasta el 31 de marzo un plan de recuperación de largo plazo para la industria. El plan de ayuda mantendrá a flote a GM y Chrysler hasta que el presidente electo Barack Obama y el nuevo Congreso redirijan el rumbo tras el cambio de gobierno el próximo 20 de enero