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Alrededor de una década después de que asistentes virtuales como Siri y Alexa irrumpieran en escena, una nueva ola de ayudantes de IA con mayor autonomía está aumentando las apuestas, impulsada por la última versión de la tecnología detrás de ChatGPT y sus rivales.
Los sistemas experimentales que se ejecutan en GPT-4 o modelos similares están atrayendo miles de millones de dólares de inversión a medida que Silicon Valley compite para capitalizar los avances en IA. Los nuevos asistentes, a menudo llamados "agentes" o "copilotos", prometen realizar tareas personales y laborales más complejas cuando se las ordene un humano, sin necesidad de una estrecha supervisión.