Pese a los esfuerzos de los inversores por devolver a los mercados estadounidenses a terreno positivo, al final se impuso el pesimismo y el rojo inundó las pantallas de Wall Street. El fuerte repunte del crudo y el avance de las empresas del sector no fue motivo suficiente para contrarrestar los efectos negativos de unos píésimos datos macroeconómicos.
Al cierre de sesión el Dow Jones de industriales terminó recortando un 2,23%, hasta 8.566,36 puntos, mientras que el selectivo Standard & Poor¿s 500 se dejó un 2,84%, hasta 873,72 puntos. El Nasdaq Composite perdió un 3,68%, hasta 1.507,88 puntos