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El vicepresidente de Zimbabwe Kembo Mohadi afirmó que su gobierno ha eliminado trabas para las inversiones directas como una forma de alentar a los interesados en participar en el impulso a la economía.
La supresión de esos impedimentos para hacer negocios en este país de África Austral está en sintonía con la llamada del presidente Emmerson Mnangagwa de que Zimbabwe está abierta para los negocios.
En un discurso ayer en la Foro de Inversiones de Bulawayo, una ciudad ubicada a 366 kilómetros de esta capital, Mohadi señaló que debido a la burocracia, entre otros cuellos de botella existentes antes de la llegada de la nueva administración, Zimbabwe estuvo por largo tiempo aislada de la comunidad internacional.
El presidente Mnangagwa, quien juró el cargo el pasado 24 de noviembre, anunció entonces la disposición de abrir el país a la inversión extranjera y en ese sentido el Vicepresidente dio a conocer que recientemente viajó a Japón, España y Portugal para transmitir ese mensaje y explicar las facilidades que ofrece su país para los negocios.
El avance logrado en este período, agregó, está demostrado en la firma de un acuerdo con una empresa radicada en Chipre por cuatro mil 200 millones de dólares para inversiones en el sector de platino, que había estado detenido durante seis años por barreras burocráticas.
A 90 días de nuestra llegada al poder esa inversión fue acordada el jueves y entrará en funcionamiento la próxima semana, agregó.
Exhortó asimismo a los empresarios en Bulawayo a atraer inversionistas extranjeros para restaurar el estatus de centro industrial que caracterizaba esa región y anunció que se realizan esfuerzos para resucitar el sistema nacional ferroviario, que es crucial para rescatar las fábricas en esta ciudad, la segunda en importancia de Zimbabwe.