Agencias
Pese a que nadie quería invertir en sus rondas, a ella le funcionaron dos pequeños cambios en su estrategia que le significaron 30 millones de dólares para su startup.
Kathryn Minshew, fundadora y directora ejecutiva de The Muse.
Esta emprendedora es ejemplo de que nunca hay que rendirse. Luego de ser rechazada 148 veces de diversos inversores, Kathryn Minshew, fundadora y directora ejecutiva de The Muse, ha logrado recaudar casi 30 millones de dólares.
Su startup se dedica a la búsqueda de empleo y asesoría profesional. Su inicio fue difícil, con un ‘no’ tras otro por parte de los inversionistas en diversas rondas de inversión, pero descubrió que dos estrategias en particular le ayudarían a convertir esas negativas en dinero.
QUE NADIE JUEGUE CON TU TIEMPO
En el afán de conseguir los apoyos, Kathlyn inicialmente tomaba cualquier cita en el momento en el que los inversionistas tuvieran disponible, lo que hacía que ellos lo tomaran a la ligera.
Después empezó a poner un marco de tiempo específico, lo que muchas veces derivaba en respuestas negativas de los inversionistas. Al negarse o argumentar que estaban ocupados, ella les indicaba “necesito hacer todas las primeras reuniones para la fecha ‘X’. Dígame si le funciona y, si no, tal vez haya otra ronda en la que pueda participar”.
Eso hacía que los inversores se mostraran más interesados, y en muchas ocasiones decían que harían cambios en su agenda para encajar en la reunión. “Los que no lo hicieron y simplemente dijeron ‘no, lo siento, no puedo hacerlo’, probablemente nunca hubieran respaldado a la compañía”, indicó al Business Insider.
BUSCA RETROALIMENTACIÓN SINCERA
Esta segunda estrategia le permitió mantener la confianza de que su idea era viable.
“Si le dices a alguien que eres el fundador de una empresa y pides su opinión, es muy probable que los comentarios sean positivos por que no querrán herirte”, dijo.
“Pero si les dices que eres un consultor, ayudando a una empresa a entender como aterriza su posicionamiento en el mercado o ayudando a una compañía o a entender mejor lo que hace bien, es mucho más probable que la gente de una opinión sincera y sin filtros”, agregó.
Basándose en esa retroalimentación objetiva, comprendió que había áreas en donde mejorar y necesidades para la startup.
