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La compañía rusa Rosneft y autoridades del Kurdistán iraquí acordaron la construcción de un gasoducto que suministrará 30 mil millones de metros cúbicos de combustible cuando esté en total capacidad.
El acuerdo se materializó durante una de las sesiones del Foro Económico de San Petersburgo, Rusia, según un comunicado difundido hoy aquí.
Sin embargo, todavía está en vigencia un decreto del Ministerio iraquí del Petróleo sobre prohibiciones de realizar contratos con la región autónoma kurda, a menos que el gobierno central dé complacencia.
Esa decisión comenzó a regir en octubre último, tras la celebración en el Kurdistán iraquí de un referendo mediante el cual Erbil quería separarse de Bagdad.
Las autoridades iraquíes consideraron que negociar con los kurdos sin notificación oficial, derivaba violación de la soberanía nacional e injerencia grave.
La medida gubernamental respondía a la empresa rusa Rosneft, cuya gerencia anunció en ese mismo mes de octubre, un acuerdo con contrapartes kurdas iraquíes para explotar hidrocarburos. El proyecto de convenio incluía un pago adelantado de hasta 400 millones de dólares por 80 por ciento de las acciones de cada uno de los cinco bloques de extracción.
Según el plan, el gasoducto proveería de combustible a Turquía y países europeos.