Por... Douglas A. McIntyre
En el transcurso del 12 de junio y el 13 de junio, Elon Muck compró un poco más de 72,000 acciones de Tesla (NASDAQ: TSLA) cada una con un precio de entre $ 342,775 por acción a $ 347,001. La compra parecería ser un voto de confianza en la desvencijada compañía de automóviles eléctricos plagada de preocupaciones financieras y la lenta liberación de un producto importante.
Recientemente, Musk dijo que, después de varias demoras, Tesla comenzará a construir 5.000 de sus económicos vehículos Modelo 3 por semana. En un momento, Tesla tenía 400,000 pedidos pendientes. La declaración de Musk sobre la producción fue tentativa, por lo que los inversores escépticos han retenido sus juicios, o dijeron rotundamente que Musk es demasiado optimista. Incluso si está en lo cierto, la producción de Tesla tendrá que subir mucho más para que el automóvil sea un éxito financiero.
El Modelo 3 es la oferta económica de Tesla para el mercado. La mayoría de las versiones de sus modelos actuales cuestan más de $ 70,000 y en algunos casos más de $ 100,000. El Modelo 3 tendrá un precio de $ 35,000, lo que optimistas sobre la compañía cree que lo convertirá en un fabricante convencional. Todavía es una suposición sobre si habrá una demanda masiva del mercado para el automóvil.
Recientemente, Musk esquivó un intento de los accionistas de separar los roles de presidente y CEO. Todavía enfrenta la presión de los principales accionistas institucionales para obtener ganancias rápidamente. Expertos financieros externos creen que Tesla necesitará recaudar dinero para alcanzar el punto de equilibrio, y tal vez recaudar ese dinero este año.
Musk es extremadamente rico. La compra de acciones podría verse como una forma egoísta de proteger el valor de su participación mucho mayor en la empresa. Sin embargo, en general, los accionistas deberían considerar la decisión como positiva.
