La Agencia Internacional de la Energía (AIE) asegura que en 2030 persistirá la alta dependencia de los combustibles fósiles: petróleo, carbón y gas natural.
“El petróleo es y seguirá siendo, durante muchos años, la fuente vital de energía del planetaâ€, señala.
El informe anual de la AIE sobre las proyecciones energíéticas a 2030 es rotundo: los combustibles fósiles seguirán teniendo un peso importante en la demanda energíética dentro de 22 años, ya que cubrirán el 81% del total. Sin embargo, los impactos ambientales del cambio climático requieren una “importante descarbonización†del suministro energíético y una “revolución energíéticaâ€, si no se quiere tener un aumento de la temperatura global de hasta 6 grados centígrados a finales de siglo XXI.
El organismo calcula que la demanda mundial de energía crecerá a un ritmo del 1.6% anual, por lo que en 2030 el incremento acumulado será del 45% respecto a 2006.
“El aumento se centrará especialmente en China e India, con la mitad de esta subida, y Oriente Medio, con el 11 por ciento. En esta línea, el aumento de la demanda de petróleo pasará del 30% actual al 34% en 2030. La demanda de las energías renovables, sin embargo, se reduce del 16 al 14 por cientoâ€.
Este modelo de quema de petróleo es “insostenible desde el punto de vista ambiental, económico y socialâ€, según la AIE.
La previsión apuntada de que China, India y Oriente Medio basen su desarrollo en el carbón, petróleo y gas conllevará a que acumulen el 75% del incremento mundial de emisión de gases para 2030, aunque sus emisiones per cápita seguirán siendo inferiores a la de los miembros de la OCDE.
La buena noticia del escenario a 2030 es que en Europa y Japón habrá emisiones más bajas que en la actualidad.
“La tecnología será la pieza clave para la transición energíéticaâ€, dice el director del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), Luis Jimíénez.
La eficiencia energíética y las tecnologías basadas en renovables, así como la captura y almacenamiento de CO2 (dióxido de carbono) son para íél las medidas a adoptar.
“Debe haber una transferencia de tecnología a los países en desarrollo, y una financiación adicional o, de no ser así, China o India imitarán el modelo contaminanteâ€.
Opciones
Algunos países, como Brasil, ya están buscando opciones ecológicas para sustituir al petróleo, como el etanol (llamado alcohol de caña) alternativa que surgió a raíz de la primera crisis petrolera de 1973. Abarata costos y reduce contaminación.
En Brasil hay autos adaptados para usar ambos combustibles.
En 2006, según un artículo, Japón estudiaba la posibilidad de importar 6,000 millones de litros de etanol brasileño en 2008.
En junio se presentó H.bio con componentes de hidrocarburos y aceites vegetales.
Otros han buscado la alternativa en la energía de las mareas e incluso en Francia, Hawai y Japón ya hay plantas maremotíérmicas.
Se trata de una energía renovable y limpia que procede de los ocíéanos, que algunos ingenieros y científicos han buscado como alternativa al petróleo y al carbón.