Por... LIONEL LAURENT
No es ninguna sorpresa que la última medida de Facebook en relación con un producto de blockchain sea una simple apropiación de la tecnología para un sistema de pago más bien aburrido, en vez de un afán por unirse a la revolución de las criptomonedas.
La idea de que una empresa tan poderosa y autocrática como Facebook incursionara alguna vez en las criptomonedas siempre ha parecido un poco como si la Estrella de la Muerte decidiera organizar una fiesta de navidad para sus empleados.
Ya sea según el modelo mismo de bitcoin (capitalismo salvaje en el que no manda nadie) o de los esfuerzos más amigables con las empresas por explotar el enfoque del blockchain (bases de datos distribuidas en redes dentro de una empresa o una industria) es difícil ver cómo esto puede parecerle útil a un multimillonario como Mark Zuckerberg: todo su negocio depende de la recolección central de datos para vender anuncios y obtener ganancias.
Entonces, no es ninguna sorpresa que la última medida de Facebook en relación con un producto de blockchain, como informó Bloomberg News la semana pasada, sea una simple apropiación de la tecnología para un sistema de pago más bien aburrido, en vez de un afán imprudente por unirse a la revolución de las criptomonedas.
La ficha de cambio digital de la empresa, aún en sus primeras etapas, permitiría a los usuarios transferir dinero por WhatsApp, empezando por el mercado de las remesas en India. Sería una llamada "moneda estable", vinculada a una moneda como el dólar para evitar la volatilidad, y tendría un conjunto de activos en custodia para protegerla.
Desde ya se puede escuchar los gritos de angustia de los evangelistas de las criptomonedas. No se trata de una ficha para reemplazar monedas oficiales o disparar su precio. En teoría, un FaceCoin nunca valdría más que el 1 dólar que lo respalda (aunque en la práctica, los mercados hacen cosas curiosas). En esencia, es un vale en línea.
No se puede decir que Zuckerberg esté inventando la rueda con esto, ya que los trabajadores migrantes enviaron 69 mil millones de dólares el año pasado, e India no es un mercado ideal para las criptomonedas, luego de que su Banco Central prácticamente prohibiera las monedas digitales este año. En cambio, Facebook competiría con servicios como Xoom, de PayPal, WorldRemit, o incluso Western Union. En consecuencia, la sociedad podría vivir con menos efectivo, pero no se volvería más "cripto".
Los profetas de blockchain imaginaron alguna vez que podrían crear un método para que los individuos controlaran y vendieran su propia información personal, en lugar de permitir que las grandes empresas tecnológicas se beneficiaran de ella. Sin embargo, el proyecto de Facebook parece lo contrario: encerrar a los usuarios con más seguridad dentro de su jardín amurallado, ofreciéndoles una moneda interna. Zuckerberg y sus secuaces se han resistido por mucho tiempo a renunciar al control de los datos; naturalmente, dado lo lucrativos que son.
Entonces, en lugar de arreglar a los gigantes de internet, blockchain mismo está siendo reparado. Los emprendimientos de criptomonedas que prometieron liberar al mundo del yugo del capitalismo ya no pueden contratar lucrativamente a su personal. El enfoque de Facebook es tomar los pedazos de blockchain y diseñar algo más aceptable para los inversionistas. Quienes temen a su monopolio de poder no están felices con esto, y por buenas razones. Algo más para que evalúen los reguladores.