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Autor Tema: Santander estudia revisar su estrategia en Reino Unido por la nueva normativa  (Leído 566 veces)

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Santander estudia revisar su estrategia en Reino Unido por la nueva normativa

Publicado en Expansión por Roberto Casado.

El Gobierno británico quiere que las entidades refuercen su liquidez con bonos del Tesoro. í‰sto obligarí­a a Abbey, filial de Santander, a comprar deuda por 17.000 millones de libras.

El regulador financiero de Reino Unido (FSA, según sus siglas en inglíés) quiere que los bancos que operan en el mercado británico refuercen su liquidez mediante la adquisición masiva de bonos de deuda pública. Esta iniciativa, que va a ser sometida a un proceso de consultas en el sector, puede poner en revisión la estrategia de Santander en Reino Unido, donde el grupo español está vendiendo ese tipo de activos para ganar cuota en el mercado hipotecario.
"Nuestras propuestas tienen un gran alcance y seriedad; muchas instituciones tendrán que modificar significativamente sus modelos de negocio durante los próximos años", admite la FSA en el documento donde plantea los nuevos requerimientos de liquidez.

Sugerencias
El regulador sugiere que los bancos y firmas de inversión deberí­an tener entre el 6% y el 10% de sus activos totales invertidos en bonos de deuda pública, emitida por el Gobierno británico u otros paí­ses occidentales. En caso de una crisis como la vivida durante el último año, con una fuerte restricción en el mercado interbancario, las entidades podrí­an vender esos tí­tulos de deuda pública para financiarse y no quebrar, opina la FSA.
Actualmente, las diez mayores instituciones que operan en Reino Unido tienen de media el 4,6% de sus activos en deuda del Estado. Para alcanzar los objetivos que plantea la FSA, deberí­an invertir entre 87.000 millones de libras (98.310 millones de euros) y 353.000 millones de libras en la compra de bonos públicos.
Abbey National, la filial de Santander en Reino Unido, tendrí­a que hacer un esfuerzo para ajustarse a la regulación. En junio de 2008, el banco británico sólo tení­a 2.409 millones de libras en deuda pública, el 1,25% de su activo total. Para llegar a tener el 6% en deuda pública, Abbey National deberí­a invertir unos nueve mil millones de libras en ese tipo de tí­tulos, que tienen menos riesgo (los garantiza el Estado) pero ofrecen menos rentabilidad que otros activos. Si hubiera que tener el 10% del activo en esos bonos, el esfuerzo para Abbey serí­a de 17.000 millones de libras.
La FSA calcula que, si los diez principales bancos de Reino Unido tuvieran el 10% de su activo en bonos del Tesoro, perderí­an 5.300 millones de libras anuales en intereses respecto a los que cobrarí­an dedicando ese dinero a conceder críéditos a empresas y familias o a invertir en bonos corporativos. A cambio, el organismo regulador considera que los bancos tendrí­an un negocio más seguro y podrí­an atraer más depósitos.
En principio, la FSA quiere que la norma de liquidez se aplique a las filiales británicas de bancos extranjeros (caso de Abbey). Según el regulador, quiebras como las de Lehman Brothers o de los bancos islandeses demuestran que las subsidiarias de cada paí­s deben contar con recursos para hacer frente a los compromisos en sus mercados.
Excepciones
La FSA está dispuesta a otorgar excepciones a esas filiales, siempre que cumplan una serie de requisitos: el conjunto del banco debe estar saneado, la sociedad matriz se comprometerá a dotar de liquidez a su subsidiaria, tendrá que dar continua información sobre la solidez financiera de su filial, y la regulación en el paí­s donde el grupo tiene su sede debe ser considerada adecuada por el regulador británico.
Es probable que Abbey intente acogerse a esa excepción que plantea la norma. El grupo Santander tení­a 27.175 millones de euros en deuda pública al final de 2007, cifra que equivale al 3% de su balance total.
Una larga batalla por delante
La norma propuesta por la FSA para incrementar la liquidez bancaria va a atravesar ahora un largo camino consultivo.
El regulador financiero de Reino Unido cree que su propuesta no entrará en vigor hasta octubre de 2009, ante la fuerte políémica que ha despertado. Fuentes del sector bancario británico critican la iniciativa de la FSA al indicar que no es compatible la presión del Gobierno para conceder más críéditos a los clientes y esta nueva exigencia de liquidez, que supone bloquear miles
de millones de libras en deuda pública.
Algunos expertos han llegado a comparar la iniciativa con la nacionalización de los planes de pensiones en Argentina, al señalar que la intención de la FSA es ayudar a que el Gobierno financie el incremento de su díéficit público, surgido en buena parte por la inyección de dinero en los bancos y por los planes de estí­mulo a la economí­a.
En 2009, el Tesoro británico prevíé emitir bonos por 120.000 millones de libras. Los partidarios de la norma de la FSA indican que puede ser un ejemplo para otros paí­ses tras la crisis bancaria y marca la lí­nea de lo que será el futuro del sector. Según la FSA, su propuesta "mejora la gestión del riesgo de liquidez y disminuye la dependencia en la financiación en los mercados a corto plazo". Dice que "de atraer una mayor proporción de depósitos, eleva el peso de los activos de calidad en los balances, y coarta la posible expansión insostenible del críédito en íépocas de bonanza".