Por... LETICIA HERNÁNDEZ
Un modelo que reduce los días laborales a cuatro es una idea sustentada por estudios que señalan que la productividad laboral puede aumentar hasta un 20%.
Aumentar a tres los días de descanso a la semana y reducir los laborales a cuatro, es una idea que ya toma forma en algunas economías, tras estudios que sustentan que la productividad laboral puede incrementarse hasta un 20 por ciento, según se expuso en el Foro Económico de Davos, Suiza.
Adam Grant, un psicólogo de la Escuela Wharton en Pensilvania, dijo "Creo que tenemos algunos buenos experimentos que muestran que si se reducen las horas de trabajo, las personas pueden enfocar su atención de manera más efectiva, terminan produciendo tanto, a menudo con mayor calidad y creatividad, y también son más leales a las organizaciones que están dispuestas a darles la flexibilidad de cuidar sus vidas fuera del trabajo".
Los responsables de la formulación de políticas han estado tratando de dar a la fuerza laboral más tiempo libre durante la mayor parte del siglo, fue a partir de 1970 cuando se detuvo ese objetivo de que se trabajara menos, explicó el economista e historiador Rutger Bregman, autor de Utopia for Realists.
"En los decenios de 1920 y 1930, en realidad hubo grandes empresarios capitalistas que descubrieron que si acortaban la semana laboral, los empleados se volvían más productivos. Henry Ford, por ejemplo, descubrió que si cambiaba la semana laboral de 60 a 40 horas, los empleados serían más productivos, porque no estaban tan cansados en su tiempo libre".
Los académicos que estudiaron el ensayo informaron niveles de estrés más bajos, niveles más altos de satisfacción laboral y un mejor sentido del equilibrio entre la vida laboral y familiar. Críticamente, también dicen que los trabajadores eran un 20 por ciento más productivos.
Varios estudios respaldan la opinión de que una semana laboral más corta haría a las personas más felices y más productivas, mientras que las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que los países con una cultura de largas horas de trabajo a menudo obtienen una puntuación pobre en productividad y en el Producto Interno Bruto (PIB) por hora trabajada.
En México el promedio de horas trabajadas es de dos mil 255 horas al año, equivalente a 43 horas a la semana; en Estados Unidos son mil 783 horas anuales y en Alemania son mil 363 horas, según un reporte de la OCDE publicado en 2018 con cifras al 2016.
"Una semana laboral de 5 días es una invención humana arbitraria. En muchos empleos, las personas son más productivas, más creativas trabajando cuatro días", escribió Adam Grant en su cuenta de la red social Twitter.
Mientras tanto, una compañía en Nueva Zelanda que probó una semana laboral de cuatro días el año pasado confirmó que adoptaría la medida de manera permanente.