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Michael Siperco, analista de Macquarie Capital Markets, señala que las megafusiones entre las principales mineras podrían brindarles acceso a capitales que les permitirán superar a las demás en las licitaciones de exploradores y promotores júnior esenciales para reabastecer las carteras.
Un intento de las productoras de oro más grandes del mundo de crecer todavía más probablemente repercuta en sus competidoras y revigorice una industria que en el 2018 no logró inspirar el apoyo de los inversores.
La ola de megafusiones en la que cayeron Newmont Mining Corp., Barrick Gold Corp. y Goldcorp Inc. probablemente redunde en la venta de algunos de sus activos y así ayude a diversificar las carteras de otras mineras y aumentar el interés de los inversores. Lo que es más importante, podría obligar a las empresas de nivel medio a unirse para poder competir.
“Este es un mercado competitivo en cuanto a la atracción de capitales, y en algún momento hay que decidirse”, dijo Michael Siperco, analista de Macquarie Capital Markets, en entrevista telefónica. “Yamana, Kinross, Iamgold: ¿qué estrategia tienen para que no las abandonen?”.
En un informe reciente, Siperco dijo que las megafusiones entre las principales mineras podrían brindarles acceso a capitales que les permitirán superar a las demás en las licitaciones de exploradores y promotores júnior esenciales para reabastecer las carteras.
Por su parte, al comparar el valor de mercado con las tasaciones de empresas australianas como Newcrest Mining Ltd., Evolution Mining Ltd. y Northern Star Resources Ltd., “la pregunta es: ¿Cómo sigue?”, dijo Siperco.
‘Riesgo de concentración’
Una nota publicada en enero por dos analistas de Credit Suisse Group, Fahad Tariq y Mark Llanes, también especula con que Iamgold Corp., Yamana Gold Inc. y B2Gold Corp. podrían ponerse a buscar fusiones para adquirir masa crítica. Portavoces de las tres mineras no respondieron inmediatamente a llamadas y pedidos de comentarios enviados por correo electrónico.
Un indicador de 14 grandes productoras de oro monitoreado por Bloomberg Intelligence se desplomó 10% el año pasado, el primer declive desde el 2015, en tanto los precios del lingote se marchitaron por debajo de US$ 1,300 por onza, lo que redujo los márgenes. Sin embargo, las acciones avanzaron 5% desde el 1 de enero, con lo cual se volvieron más atractivas para los inversores, y puede que hayan revivido el énfasis en crecer.
“El riesgo de concentración es un problema”, dijo Chris Gratias, director administrativo y de minería de CIBC Capital Markets, esta semana en una conferencia en Toronto. “Una cartera diversificada en este entorno es más atractiva para los inversores que un solo activo en particular”.
Único
A medida que los gigantes hacen planes para dinamizar sus carteras luego de concluir las transacciones, las megafusiones están creando oportunidades irrepetibles en un ciclo económico de adquirir “activos de los que forman empresas”, y probablemente algunos de esos activos se financien con capital privado, dijo Ryan Latinovich, director global de minería y metales de RBC Capital Markets.
“Hay varios fondos de capital privado que están recaudando grandes sumas de capital, miles y miles de millones de dólares, para realizar ese tipo de tarea”, dijo Latinovich. “Puedo afirmar que hoy todos están buscando con quién bailar”.