Inversionistas privados y funcionarios del condado Imperial, localizado en la frontera de California con Míéxico, concretaron en 2008 proyectos claves que le han dado a la región el nombre de la "capital mundial de la energía renovable".
Los proyectos contemplados para arrancar 2009 en el Valle Imperial, donde más de 90% de la población es de descendencia mexicana, incluyen una combinación de generaciones de energía solar, geotíérmica y eólica hasta por 42 mil megavatios elíéctricos diarios.
Dicha cantidad equivale a la que consumirían 42 millones de hogares estadunidenses diariamente, en tíérminos generales simplificados.
Este mes el Departamento de Administración de Terrenos federales autorizó que la empresa San Diego Gas and Electric (SDGE) construyera el tendido que transmitirá toda esa energía al resto de California y a las principales arterias elíéctricas del país.
Mientras tanto, la empresa Sterling Energy Systems de Phoenix, Arizona, construye en el Valle Imperial cerca de la fronteriza ciudad mexicana de Mexicali la mayor generadora de energía solar de la que se tenga conocimiento hasta ahora a nivel mundial.
John Egan, el director de desarrollo de esa empresa, informó que se invertirá por lo menos mil millones de dólares para ensamblar 30 mil unidades o paneles generadores de energía solar en una área de 10 millas cuadradas en su mayoría en el desíértico Valle Imperial.
El "campo solar" como le llamó Egan, ya está en construcción y se espera que en el 2011 genere unos 90 megavatios diarios, o la energía que usarían 900 mil hogares.
La Sterling anunció su proyecto con la empresa de alemania, QCells, la mayor productora mundial de módulos solares, y dijo que había acordado con el gobierno de Míéxico e industriales mexicanos construir su mayor ensambladora de módulos en Mexicali. Y dijo que abastecerá tanto al mercado estadunidense como al mexicano.
Sin embargo, ese ejemplo de generación solar entre Estados Unidos, Míéxico, California, del condado Imperial y del municipio de Míéxicali y por lo menos SDGE, Sterling y QCells es sólo uno de muchos proyectos de energía alternativa contemplados para la región.
El Valle Imperial es prácticamente una hondonada, además de desíértica, ubicada a unos cuatro metros bajo el nivel del mar.
Según un estudio de la Universidad Estatal en San Diego, el calor en el valle sólo se compara con el del desierto del Sahara, más intenso que el del cercano Yuma, en Arizona.
Es tambiíén la desembocadura de la falla geológica de San Andríés, que nace en las inmediaciones de San Francisco. Salida del transfronterizo Río Colorado a Míéxico, el Valle Imperial es altamente productivo en hortalizas, pero los productores se turnan en uso de agua por escasez.
Las mismas condiciones ubican al Valle fronterizo como zona ideal para generación de energía renovable, ventaja que incluso cruza la frontera a Míéxico.
De acuerdo con Andy Horn, un funcionario del Consejo de Desarrollo Económico del Valle Imperial, la empresa Sempra, propietaria de SDGE, planea concretar un proyecto de energía eólica en La Rumorosa, en Míéxico, una sierra con óptimas condiciones para las aspas generadoras de energía de vientos.
Horn dijo que hasta donde se ha analizado, mientras que California tendría mayor capacidad de generación solar y probablemente eólica o de vientos, la frontera mexicana produce mayor cantidad de energía geotíérmica.
La mayoría de los proyectos están dirigidos a mediano plazo a California, bajo la dirección del gobernador Arnold Schwarzenegger, probablemente el republicano más involucrado con la energía renovable y las leyes contra el cambio climático.
California deberá consumir un tercio de su energía de fuentes renobables para el 2020 y por lo menos hay 14 estados más en el país que a menudo aprueban leyes ríéplicas de las legislaciones californianas de protección ambiental.