Acuerdo de países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) pondrá en igualdad de condiciones a la agricultura de todo el orbe.
Enfrentar la crisis financiera internacional requiere de muchas acciones sobre todo en el sector agrícola, fuente de los alimentos. Una de ellas es culminar la ronda de Doha como lo manifestaron los ministros y líderes de las economías del Foro Económico Asia Pacífico (APEC) durante la XVI Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), realizada en noviembre en Lima.
Pero, ¿quíé es la ronda de Doha? Es la novena negociación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para liberalizar el comercio mundial en los sectores agrícola, industrial y de servicios y que los países más pobres puedan alcanzar sus beneficios. Para ello se basan en la declaración que los ministros de esa organización emitieron el 2001, año en que se inició la ronda de Doha.
Debe su nombre a que se realizó en Doha, capital de Qatar, un pequeño país situado en el golfo píérsico que albergó a las 153 economías de la OMC en ese año. Su antecedente directo es la ronda de Uruguay, que significó el primer acuerdo multilateral agrícola de la historia.
Trabas
Pero ¿por quíé no avanza pese al interíés de las 21 economías de APEC? Según el economista Alejandro Indacochea, el principal motivo del fracaso de la ronda de Doha es la falta de consenso en el tema del proteccionismo agrícola. “Europa y EE UU subsidian por más de US$ 300,000 millones anuales a su agricultura, lo que implica que se generen una serie de distorsiones en el mercado mundialâ€, explicó.
Similar punto de vista la tiene el especialista en comercio exterior, Raúl León Thorne. “Levantar los subsidios agrícolas es un tema muy sensible en la política interna de todos los países, especialmente en los industrializados: EE UU y Europaâ€, precisó.
Según León Thorne, la ronda de Doha tiene además un problema estructural, debido a que los ministros de Comercio de todos los países intentan llegar rápidamente a un consenso sobre temas muy amplios. “Eso, como se ha probado, es imposible. Siempre va a algún tema en el que los desacuerdos sean muy grandesâ€, agregó.
“La ronda de Doha probablemente podría avanzar rápidamente si los temas fueran tratados de manera separada y no en grandes reuniones de ministros, sino con tíécnicos designados por los propios países que trabajen de manera reservadaâ€, concluyó.
Fracaso tras fracaso
En setiembre de 2003, la Conferencia Ministerial de Cancún se frustra por una confrontación en el capítulo agrícola. Ahí nacen las coaliciones del G20, países en desarrollo, y G90, países menos desarrollados.
En julio de 2004 se intenta sacar de la parálisis el proceso negociador. EE UU y la Unión Europea ofrecen reducir sus subsidios agrícolas. Cinco meses despuíés, concluye el plazo de la ronda de Doha, que se pospone hasta fines de 2005.
A finales de ese año, la Conferencia Ministerial de la OMC, en Hong Kong, roza el fracaso, pero la promesa de los países ricos de que para 2013 se eliminarían todos los subsidios a las exportaciones y que se adoptarían medidas de apoyo a los países más pobres ayuda a conducir el proceso. No se cumple el segundo plazo que se habían fijado para concluir la ronda, pero acuerdan que a mediados de 2006 debería haber resultados concretos y que el proceso concluiría ese año.
Al cumplirse el plazo, los ministros de Comercio de 60 países se reúnen en Ginebra (Suiza) para salvar a la ronda, pero no logran su cometido. Un mes despuíés, los ministros de los seis países más desarrollados regresan a Ginebra, con similar resultado.
En enero de 2008 anuncian una reunión “informal†y en julio los ministros de una treintena de países se reúnen en Ginebra convocados por el director general de la OMC, Pascal Lamy, con el objetivo de salvar la ronda de Doha. Sin embargo, el diálogo fracasa debido a que ni China ni India llegaron a un acuerdo con EE UU en el tema de la salvaguarda especial agrícola, lo que bloqueó las negociaciones y un texto de consenso que ya estaba prácticamente cerrado y consolidado.