Por... Jorge Nelson Poma
Comenzamos este escrito advirtiendo que la cristiandad se encuentra en aparente plena agonía para que se perciba el tenor de estos pensamientos y reflexiones breves pero contundentes de lo que nos sucede en estos tiempos finales de la batalla más grande y duradera de la historia de la humanidad que resumimos entre el bien y el mal.
No vamos a remontarnos a los hijos de Adán y Eva con los crímenes de Caín sobre Abel, haremos un salto cuántico a nuestra actualidad en la que las batallas continúan con diversos pero siniestros matices que nos llevan a ampliar nuestro escudo protector, escudo geopolítico de unión o consolidación del bien para poder soportar los embates del mal.
Si bien parece una película de terror, conocer la realidad es peor que ver actores fingiendo siniestradas, mientras Rambo o un Cowboy con una pistola de seis disparo mata a cientos de enemigos a sabiendas que se trata de efectos especiales que sólo son un pasar entretenido, la verdad mundial trata de millones de asesinados cotidianamente por el eje del mal, vale decir el mundo del capital o de las dinastías del poder económico mundial que buscan la disminución de la población y establecer un nuevo orden mundial.
En
Geopolítica Comparada abstraemos un caso de la historia del mundo para tomar como parámetro, por lo que creemos conveniente analizar algunos aspectos de la
Guerra del Opio en China, guerra que nació luego de dos conflictos bélicos entre China y los británicos, una comenzada en 1839 de tres años de duración y la segunda en 1856 de cuatro años de duración, ambos conflictos con fines comerciales que China perdió derivándose en imposiciones británicas y la introducción del opio como continuación de la guerra por otros medios, reemplazando las armas bélicas.
Las derrotas chinas terminaron en la firma de vergonzosos tratado (Nankín y otros llamados “Tratados Desiguales”) que sólo favorecieron a los británicos, incluso se anexaron Hong Kong arbitrariamente (devuelto recién en 1984), mientras que los chinos fueron obligados a abrir el comercio a gusto de los británicos quedando la soberanía china sin amparo alguno, con trece puertos de China que abrieron los ingleses para su propio beneficio comercial.
Por los tratados señalados China también fue obligada a pagar cuantiosas indemnizaciones a los británicos por los gastos de guerra siendo los invasores ellos mientras que los chinos solo se defendieron ¿Se entiende la barbaridad del concepto?; concepto que se puede encuadrar en una verdadera arbitrariedad e hipocresía geopolítica.
Aparte de las indemnizaciones de gastos de guerra los chinos se vieron obligados a pagar abultadas multas por la confiscación de la droga contrabandeada por los británicos, brindar inmediata amnistía a los prisioneros ingleses como también a los chinos colaboradores de la invasión a China
¿Otra hipocresía de abusos de poder? La Compañía Británica de las Indias Orientales en alianza con la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales se enriquecieron con la introducción del opio en China, por lo que observamos la sólida alianza que existió desde tiempos lejanos entre británicos y holandeses, alianza que debemos recordar por conclusiones que sugerimos; siendo importante aclarar también que la introducción “legal” o ilegal a China cubría ampliamente el déficit comercial de algunos productos que los ingleses debían obtener de China como la seda, la porcelana, el té y otros de menor importancia.
En 1829 el Emperador Daoguang de China prohibió el comercio y consumo del opio ¿Cómo terminaría eso? En una disputa entre británicos que exigían el comercio del opio por el dinero que les dejaba y los chinos que veían cada vez más el deterioro en todos los aspectos del pueblo chino, en especial de sus funcionarios; deterioro en sus valores, corrupción, apatía generalizada como asimismo otros contaminantes sociales y económicos catastróficos; por lo que la orden impartida por el Emperador de marras debió ser ejecutada por Lin Hse Tsu para combatir el flagelo para lo cual inició las acciones con una carta a la Reina Victoria que sintetizaba lo siguiente:
“Pero existe una categoría de extranjeros malhechores que fabrican opio y lo traen a nuestro país para venderlo, incitando a los necios a destruirse a sí mismos, simplemente con el fin de sacar provecho. (...) ahora el vicio se ha extendido por todas partes y el veneno va penetrando cada vez más profundamente (...) Por este motivo, hemos decidido castigar con penas muy graves a los mercaderes y a los fumadores de opio, con el fin de poner término definitivamente a la propagación de este vicio. (...) Todo opio que se descubra en China se echará en aceite hirviendo y se destruirá. En lo sucesivo, todo barco extranjero que llegue con opio a bordo será incendiado (...) Lin Hse Tsu. Carta a la reina Victoria. 1839.”
Sin embargo continuaron las arbitrariedades en el comercio del opio a tal punto que en 1865 se creó el HSBC (Hong Kong and Shanghái Bank Company) que muchos creen que es chino siendo su origen y el dominio actual del mismo británico,
con la finalidad original de administrar los fondos obtenidos por la Guerra del Opio. ¿Entendemos que la Revolución Popular China que estalló en 1911 y 1949 estuvo motivada por estos hechos de corrupción por las drogas y tratados vergonzosos?
Es muy probable por el deterioro que causó al tejido social y a la función pública en una suerte de corrupción generalizada, que necesariamente debía estallar alguna vez la rebelión contra ese estado calamitoso de cosas, con costos siderales de sangre, económicos, decadencia, debilidad jurídica con escasas o nulas garantías para el ser humano y otros aspectos negativos.
Asimilando ese ejemplo histórico al caso argentino de hoy, cabe recordando que la Geopolítica Comparada es la disciplina que observa las similitudes y diferencias como así también los aciertos y los errores de paradigmas geopolíticos seleccionados que nos puedan ser útiles como fundamento para adoptar decisiones acertadas en la elaboración de nuestra propia geopolítica; con lo cual observamos con severidad y objetividad científica la realidad de Argentina de estas últimas décadas.
Si bien la agresión al Río de la Plata con una flota anglo portuguesa comenzó en el año 1786 con un fracaso de los agresores por no poder hacer base en Colonia del Sacramento, actual colonia en Uruguay, las agresiones nunca se detuvieron hasta el día de hoy.
Colocamos como punto de partida y elemento de referencia la decisión del Tribunal de La Haya por el Canal del Beagle, recordando la vieja alianza entre británicos y holandeses con peculiar influencia en el tribunal mencionado que opera con total funcionalidad a sus intereses compartidos y la derrota argentina en la Batalla por Malvinas como continuación del conflicto con Chile por el canal aludido, el advenimiento de una democracia débil con grandes focos de corrupción y perduellis de turno que no permitieron el completamiento del primer gobierno post última dictadura cívico militar.
Observamos con estupor el inicio de nuestra propia
“Guerra del Opio” pero sin opio, las débiles puertas argentinas se abren al satánico ingreso de la droga y la trata de personas que por similitud a los chinos, carcomen por dentro a las piezas más importantes del “poder” político que se acrecienta hasta llegar a su máxima culminación en el Acuerdo de Madrid, ese acuerdo vergonzoso e ilegal firmado a espaldas del pueblo argentino; en el mismo se materializa la rendición incondicional de Argentina ante el Imperio Británico, quede claro que la rendición incondicional es de los políticos argentinos y no de la masa del pueblo que continúa con la firme convicción de la necesidad del ejercicio soberano en toda nuestra jurisdicción, ¿recuerdan los
“Tratados de Nankín y los Desiguales” en el caso chino?
Otro párrafo de pensamiento pesado o
“Think Tank” lo dedicamos a la destrucción de los valores, la familia, crear la confusión, eliminar las noticias ciertas por las falsas noticias o
“Fake News”, la destrucción de las instituciones fundamentales de la Nación, los cambios introducidos en la Constitución y sus leyes derivadas, propaganda de la ideología de género impuesta a nuestros hijos, obstaculizar todo desarrollo importante de la Argentina, destruir sus industrias, su educación y mil etcéteras más, ¿acaso no somos como China hasta que estalló la revolución popular que dio vuelta la china imperial por una nueva china bañada en sangre pero que hoy termina disputándose el liderazgo económico mundial?
Muchas ONGs dependientes de las dinastías del poder económico mundial abordan las distintas batallas con otras armas para lograr los fines señalados, entre ellas podemos centrar nuestra atención en una de las más notorias derivadas de la Federación Internacional de Planificación Familiar, fundada y financiada por la Fundación Rockefeller, la cual apunta al asesinato del niño por nacer.
Las perspectivas de comparación nos llevan a meditar en que nos encontramos envueltos en una
“Guerra Híbrida” de varios poderes hegemónicos contra Argentina ¿cuál es el pecado de Argentina?; el poseer abundancia de recursos naturales con un pueblo apático dominado por la corrupción.
“Guerra híbrida: es un concepto polemológico de reciente creación (2014) con el que se identifica un nuevo tipo de guerra que "viene a dar por superada la guerra asimétrica (ejército convencional contra fuerza insurgente)". “Une fuerzas regulares e irregulares, desinformación y una aparatosa presencia militar en una ofensiva limitada", siendo su ejemplo la guerra en el este de Ucrania y calificando genéricamente a las relaciones entre Rusia y los países occidentales (Estados Unidos, Unión Europea, OTAN): "esta nueva especie de guerra híbrida está definida por el hecho de que no hay una distinción real entre la guerra y la paz". "... [L]os conflictos híbridos implican esfuerzos a diferentes niveles con el objetivo de desestabilizar un estado funcional y provocar una polarización de su sociedad. A diferencia de lo que ocurre en la guerra convencional, el “centro de gravedad” de la guerra híbrida es un sector determinado de la población. El enemigo trata de influenciar a los estrategas políticos más destacados y a los principales responsables de la toma de decisiones combinando el uso de la presión con operaciones subversivas. El agresor a menudo recurre a actuaciones clandestinas para no asumir la responsabilidad o las posibles represalias." Otras denominaciones utilizadas para los conflictos ucranianos de Crimea y el Donbass son las de "guerra proxy (guerra por delegación), guerra asimétrica, guerra de cuarta generación... guerra en red...
Despierta Argentina, no esperes una revolución popular sangrienta y atroz como el caso chino, la experiencia es la madre de las enseñanzas pero cuesta mucho y llega tarde; para utilizar el paradigma chino de comparación acudimos a la fuente de consulta al pie.2
...
1.- Wikipedia – Enciclopedia libre.
https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_h%C3%ADbrida2.-
https://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_del_Opio#cite_note-5