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Autor Tema: "La falta de controles y una deuda que se creí­a infinita provocó la crisis"  (Leído 661 veces)

Zorro

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Bernheim: "La falta de controles y una deuda que se creí­a infinita provocó la crisis"

Il Sole 24Ore

Antoine Bernheim está convencido de que en las novelas de su cíélebre paisano está ya descrita al pie de la letra la crisis actual. Y sugiere que se lea a Cíésar Birotteau, ví­ctima de su propia avaricia. El presidente de Generali presenta, pues, el aspecto del que está de vuelta de todo, porque todo parece haber pasado ya ante sus ojos azules, estrellas vivaces en un cuerpo aparentemente inmóvil. Se desliza hábilmente entre la ironí­a y el sarcasmo; está atento incluso cuando parece, aunque quizás sea una pose, totalmente ausente.


Es francíés con los italianos e italiano con sus paisanos. Parece un banquero cuando habla de seguros y un empresario asegurador cuando habla de bancos. Vive ya por encima del narcisismo y de la vanidad. A sus 84 años, no tiene intención alguna de escribir un libro de memorias, porque siente que todaví­a no ha vivido lo suficiente. Y, a veces, hace como si no se enterase.

Presidente ¿cuál fue el mayor error cometido durante estos meses de crisis financiera?

La falta total de controles eficaces. La idea de que la deuda, favorecida por los tipos de interíés históricamente bajos, podí­a crecer hasta el infinito. Los bancos dejaron de hacer su oficio y prestaron enormes cantidades de dinero sin verificar siquiera la solvencia de los destinatarios. El riesgo, a travíés de la cartolarización de las hipotecas, se distribuyó tan bien que se hizo invisible. Las subprime actuaron como la peste de otra íépoca. Ciertamente castigaron a los aventureros, pero, sobre todo, diezmaron a los más díébiles.

La entrada del Estado en bancos y aseguradoras, la adquisición de tí­tulos tóxicos, el plan Paulson y el salvamento del sector automovilí­stico... ¿se necesitarán más medidas?

Soy demasiado viejo para hacer de profeta. El Tesoro y la Reserva Federal actuaron con rapidez. Pero su plan de salvamento inicial se vio lastrado por la decisión de no salvar a Lehman Brothers por tan sólo 5.000 millones de dólares más. Esto restó confianza en el Gobierno americano. Y la mayor incógnita es la cuenta que tendrá que pagar el contribuyente americano. Una cuenta que será muy elevada.

¿Cuándo terminará la crisis?

Ya estamos en recesión. Pero creo que los mercados se recuperarán y eso será positivo para todos y, especialmente, para Generali. Necesitaremos años para limpiar el sistema de los miles de millones de dólares en productos tóxicos. Se exigirán medidas de ahorro imponentes por parte de los bancos. Pero eso no quiere decir que no pueda producirse un impulso en la economí­a real. Los bancos centrales están inyectando liquidez de una forma masiva en los mercados. Estoy convencido de que la economí­a americana saldrá con bastante rapidez de la recesión y que Europa se verá contagiada positivamente.

¿Las primeras decisiones de Obama le convencen?

Estamos siendo ingratos con Bush, al que conozco y aprecio. Obama hizo una campaña extraordinaria y es un genio de la comunicación. Pero el Gobierno es otra cosa.

¿Quíé le parece lo que ha ocurrido con caso Madoff?

Me quedíé sin palabras. Incluso el mayor banco francíés, BNP Paribas (BNP.PABNP PARIBAS, se vio afectado. Soy miembro del consejo del Santander, que tambiíén se ha visto afectado, aunque creo que no de una forma directa, dado que la exposición parece haberse realizado a travíés de una serie de fondos de inversiones.

La mayor aseguradora del mundo, AIG descubre un domingo de septiembre que va a quebrar el miíércoles siguiente. ¿Cómo pudo pasar algo así­?

R No se puede especular con el dinero de los asegurados. Parece que AIG se indigestó con las CDO (collateralized debt obligations) y con las CDS (credit default swaps). Nosotros, ancianos y prudentes, nunca comemos platos cuyos ingredientes desconocemos.

¿Generali está interesada en los activos de AIG?

Una cosa es estar interesado y otra, tener la capacidad. Ciertamente estamos interesados en su actividad en China. Nosotros tenemos una importante asociación con el mayor grupo petrolero de Pekí­n. Con ellos, podremos pensar en hacernos con la actividad china de AIG. Pero, hoy por hoy, no hemos tomado decisión alguna.

¿Quieren expandirse tambiíén en Rusia? ¿Está analizando las empresas de Deripaska?

Junto a nuestro socio checo, tenemos casi el 40 por ciento del capital de la empresa Ingosstrakh. Al principio, Deripaska quiso entrometerse, pero nuestra posición fue confirmada por los tribunales rusos. Y, además, el contexto ha cambiado. Ahora, dialogamos con Deripaska y espero que consigamos alcanzar una solución aceptable para todos.

¿Hace unos dí­as, ustedes subrayaron el empeoramiento de la coyuntura y recortaron sus estimaciones para 2009. Standard and Poor's confirmó su 'rating' pero habló de un panorama negativo para su empresa...

La crisis de los mercados ha permitido a Generali hacer gala de todas las cualidades que la distinguen de las demás compañí­as aseguradoras. Hemos sufrido menos que la competencia y nos hemos convertido en lí­deres en cuanto al valor mercantil. No hemos comprado ni subprime ni productos estructurados. Y, aunque el hundimiento de las cotizaciones repercutió en profundidad en el universo de los seguros, sólo el 10 por ciento de nuestras provisiones está invertido en tí­tulos accionariales.

¿Quíé va a pasar en el futuro?

Mire, a fuerza de oí­r hablar de mi edad, me siento una especie de bicho raro. De vez en cuando, me encuentro con compañeros de clase. Todos decríépitos y centenarios. Y me pregunto: ¿Es que yo estoy como ellos? Entonces, es algo tremendo y tienen razón mis crí­ticos, como ese joven, cuyo nombre no recuerdo...

 


Estoy inmerso en la nueva fiebre del oro.