elmundo.es/CARLOS SEGOVIA
MADRID.- El año 2009 comienza con el deterioro de un indicador clave para medir la confianza internacional en la economía española. El Gobierno se ve obligado, por primera vez desde el ingreso en el euro, a ofrecer en el bono del Reino de España una rentabilidad de 83 puntos básicos más que la del bono alemán para poder colocarlo en los mercados internacionales. Se trata de un diferencial ríécord tras la distancia que se ha ido abriendo entre la deuda pública de ambos países desde el estallido de la crisis financiera en agosto de 2007. Desde entonces, los inversores ven una prima de riesgo si invierten en deuda pública española con respecto a la alemana.
Cuando se ha cumplido el díécimo aniversario de la entrada en vigor del euro, la rentabilidad el pasado viernes del bono español a 10 años -el de referencia- fue del 3,80%, mientras que al bund alemán, el considerado más fiable de la UE, le basta con ofrecer el 2,99%. El incremento de la distancia se debe a que los mercados consideran, entre otros factores, más fiable a largo plazo la economía alemana que la española y que ya no creen que la pertenencia de ambas a la moneda única las equipare en calidad y solvencia.
El propio Banco de España resaltó en su boletín económico, difundido el pasado 30 de diciembre, que, pese a la caída de tipos de interíés, la rentabilidad del bono español no ha podido caer tanto como el del alemán, por lo que el diferencial entre ambos ha alcanzado niveles ríécord. Según sus datos, mientras que hasta 2006 la distancia de rentabilidad entre ambos era de cero, la llegada de la crisis crediticia en 2007 abrió una brecha que no ha parado de aumentar. El pasado agosto llegaba a 38 puntos básicos y en septiembre, tras el cataclismo de Lehman Brothers, a 46.
En octubre se situó en 57, debido a las fuertes medidas de apoyo financiero a la banca anunciadas por el presidente del Gobierno, Josíé Luis Rodríguez Zapatero, y terminó diciembre a 78 puntos. "El descenso de la rentabilidad de la referencia española a 10 años fue inferior al de la alemana, por lo que el diferencial entre ambas se amplió, llegando a superar los 75 puntos básicos", subraya el boletín de la institución.
El problema no es sólo para la deuda pública española, sino el efecto de arrastre en la imagen de las empresas españolas. "Las primas medias de los seguros de riesgo crediticio a cinco años de las sociedades no financieras experimentaron un nuevo ascenso, situándose en torno a los 290 puntos básicos", describe el Banco de España. Cuanto más desconfíen los inversores del bono español, más lo harán de las emisiones de deuda de bancos, cajas y empresas españolas.
El portavoz económico del Partido Popular, Cristóbal Montoro, considera este problema clave, especialmente ahora que todos los estados, incluido el español, van a lanzar deuda de forma masiva para poder sufragar sus programas de inversión contra la crisis. Por cada 10 puntos básicos de diferencia entre el bono español y el alemán, el sobrecoste para las arcas públicas es de 345 millones de euros, por lo que los actuales 80 suponen 2.760 millones.
Por su parte, Pedro Solbes, ha sostenido hasta ahora en sus comparecencias parlamentarias que no hay que atribuir "exclusivamente" a la desconfianza en la economía española el diferencial con el bono alemán, sino que hay que tener en cuenta que íéste tiene reputación de ser más líquido dada la dimensión del mercado de ese país. Alemania ha anunciado que emitirá deuda en 2009 por valor de 323.000 millones de euros, un ríécord. Francia tambiíén lo hará en 145.000 millones.
Los bonos de todos los países europeos se han tenido que distanciar del alemán, pero España ha llegado a niveles superiores que Francia, Austria u Holanda. Está aún peor Italia, que supera los 100 puntos básicos de diferencia.
España no ha tenido hasta ahora problema en cubrir sus emisiones de deuda, aunque sí se ha percibido en algunas subastas un decrecimiento de la demanda. El Estado cuenta además en la recámara con el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que dedica parte de sus 50.000 millones de euros de recursos en adquirir deuda pública española