porque invertir en bolsa
La Bolsa tiene una seguridad , rentabilidad , liquidez y flexibilidad muy superiores a cualquier otro tipo de activo como los inmuebles o el arte.
Diversificación de activos: Es evidente que para comprar 5 pisos hace falta un patrimonio muy elevado, y sin embargo un patrimonio bajo puede invertir en 10 empresas distintas con unos costes (tanto en tiempo como en dinero) mucho más bajos y una diversificación mucho mejor. Al invertir en inmuebles en otro país u otro continente el patrimonio mínimo y los costes (tiempo y dinero) de gestión y mantenimiento se disparan, mientras que al invertir en bolsas extranjeras los costes son muy similares a los de la española y en cualquier caso están al alcance de cualquier inversor, por muy bajo que sea su patrimonio.
Diversificación temporal: Es imposible para un patrimonio bajo que invierta en inmuebles. Los pisos se compran de una vez (aunque luego se tarde díécadas en pagarlos). Sin embargo, se puede invertir en una empresa concreta haciendo varias compras pequeñas a lo largo de meses o años, evitando el riesgo de una gran bajada poco tiempo despues de que hayamos realizado toda la inversión de una sola vez.
Liquidez: En caso de necesitar dinero debido a algún suceso inesperado no hay comparación posible entre la inversión en Bolsa (la venta de unas acciones tarda aproximadamente 5 segundos) y los inmuebles. Evidentemente, si coincide con un mal momento de mercado el precio de venta de las acciones será inferior al que se obtendría en un momento favorable, pero cuando se intenta vender un inmueble en un mal momento de mercado lo más probable es que, simplemente, no pueda venderse, con lo cuál el problema deberá solucionarse vendiendo otros activos (Bolsa o renta fija), pidiendo un críédito, etc. Por otra parte, por las acciones sólidas se puede obtener un críédito igual que por un inmueble se puede obtener una hipoteca. Exactamente igual que sucede en la compra, los pisos se venden enteros o no se venden y las acciones se pueden vender en la cantidad exacta que se necesite, conservando el resto.
Transparencia: En internet hay multitud de sitios web que ofrecen información gratis de la cotización y los dividendos de cualquier empresa de los últimos años, incluso díécadas. Cualquiera puede acceder a esta información y saber realmente lo que ha pasado con la empresa X en el pasado. No hay nada remotamente parecido a la hora de invertir en inmuebles. Las cifras de compras, ventas, alquileres, etc. que se oyen a diario en cualquier sitio son simples rumores, y no hay posibilidad de confirmarlos en ningún registro público, gratuito e informatizado de operaciones realmente cerradas. Gracias a esta transparencia, en todo momento podemos saber el precio al que realmente podríamos vender nuestras acciones en caso de querer hacerlo, algo totalmente imposible de saber en el caso de un inmueble.
Rentabilidad: A largo plazo (y a grosso modo) la revalorización de la Bolsa depende fundamentalmente del crecimiento de los beneficios de las empresas y de los dividendos que repartan y el precio de los pisos está relacionado con el crecimiento de los sueldos. El crecimiento de los beneficios y dividendos de las empresas sólidas a largo plazo es superior al de los sueldos. Además los gastos de mantenimiento de una cartera de acciones son muy reducidos y los inmuebles necesitan “dinero nuevo†constantemente (gastos de comunidad, derramas, seguros, IBI, reparaciones, actualizaciones, ...). A pesar de que estos gastos habitualmente se ignoran tienen una importancia decisiva en el cálculo de la rentabilidad final y en el de la renta disponible que podemos obtener (en los períodos en que un inmueble no está alquilado hay que seguir haciendo frente a dichos gastos, obteniendo el dinero de una fuente distinta al propio inmueble).
Seguridad en el cobro de una renta: No hay que hacer nada para cobrar los dividendos. Simplemente por tener las acciones depositadas en cualquier banco, sociedad o agencia de valores el importe de los dividendos es ingresado automáticamente en nuestra cuenta corriente. Hay muchas empresas sólidas y bien gestionadas que no han dejado de pagar dividendo ni un sólo año desde hace muchas díécadas, incluso siglos. General Electric, por ejemplo, no ha dejado de pagar su dividendo anual desde finales del siglo XIX, y casi siempre por un importe superior al del año anterior. Cuando se desea alquilar un piso hay muchos problemas potenciales. Que alguien se meta en tu casa a vivir no quiere decir que estíé dispuesto, o pueda, pagar el alquiler al que se comprometió. Además, es casi imposible tener alquilado un inmueble de forma ininterrumpida durante díécadas. En la gran mayoría de los casos el inmueble se quedará vacío antes o despues, y no sólo pasarán varios meses, o años, sin encontrar un nuevo inquilino, sino que muy probablemente habrá que realizar obras y reparaciones en el inmueble para arreglar los deperfectos causados por el último inquilino antes de poder alquilárselo al siguiente.
La Bolsa española es una de las más baratas (en cuanto a costes de operación), eficientes y transparentes del mundo. Además, muchas empresas españolas se encuentran entre las más sólidas y mejor gestionadas del mundo. Por tanto es lógico que una gran parte del patrimonio de un inversor español estíé en la Bolsa española.
Pero la capitalización de la Bolsa española representa aproximadamente un 2% de la capitalización de todas las bolsas mundiales. Por ello, es recomendable invertir una parte del patrimonio en otras bolsas, buscando diversificar el riesgo y/o una mayor rentabilidad. Entre las bolsas desarrolladas hay varias posiblidades; la zona euro, Reino Unido y Estados Unidos .
En la zona euro no hay riesgo divisa , a diferencia de lo que ocurre en Reino Unido y Estados Unidos, en donde el resultado de la inversión dependerá no sólo de la cotización de las empresas que tengamos en cartera, sino tambien de la cotización del euro respecto a la libra o el dólar. Esto no hace a unas zonas mejor que otras, sino distintas. Este riesgo divisa puede ir en contra nuestra pero tambien supone importantes oportunidades, además de conseguir una mejor diversificación a largo plazo, ya que tanto la libra como el dólar son consideradas divisas más sólidas que el euro. La libra normalmente tiene una fluctuación respecto al euro inferior al dólar, por lo que en este aspecto Inglaterra estaría en un punto intermedio entre la zona euro y Estados Unidos.
La economía de Estados Unidos tiene un dinanismo y un ritmo de crecimiento superiores a los de Reino Unido, y muy superiores a los de la zona euro. Esto hace a la inversión en Estados Unidos la más interesante, ya que el ritmo de crecimiento de beneficios de sus empresas, en conjunto, es superior a las británicas y a las de la zona euro. En este punto Reino Unido supera a la zona euro.
Por último, las Bolsas de Estados Unidos son las más grandes del mundo. En ellas están representadas una cantidad de empresas y de sectores superior a cualquier otra. En Estados Unidos hay opciones de inversión que no existen en ninguna otra Bolsa .
Tambien hay que tener en cuenta que para un inversor particular es más facil conocer y seguir la evolución de las empresas de su país.
En definitiva, no hay una zona que sea la mejor para todos los inversores. Cada uno debe decidir si invierte en una de estas zonas, en dos o en las tres.