La debacle de la banca española en bolsa tiene un protagonista especial: Bankia, que esta semana ha marcado nuevos mínimos históricos por debajo de 1,54 euros tras perforar los de mayo de 2013 (ajustados por split y contrasplits).
Eso deja el valor de la participación del Estado por debajo de 3. 000 millones y pone de nuevo sobre la mesa qué puede hacer el Gobierno con ella.
Salvo mantenerla como banco público, cualquier solución -venta o fusión- implica reconocer una pérdida para los contribuyentes mucho mayor de la esperada.