• Al darse cuenta, por fin, de que la inversión extranjera es esencial para su salud económica, China ha intensificado su ofensiva de encanto para atraer a empresas estadounidenses y extranjeras en un intento de amortiguar los efectos debilitantes de la guerra comercial con la administración Trump.
• En una reunión reciente con ejecutivos occidentales, el primer ministro Li Keqiang declaró, con aparente entusiasmo, que las empresas manufactureras mundiales pueden aprovechar las oportunidades a medida que China se abre más.
• Se espera que la política industrial renovada de Beijing, "Hecho en China 2025", ofrezca un mayor acceso al mercado para las empresas extranjeras. El viceprimer ministro Liu He es el principal negociador comercial. Como era de esperar, la administración Trump criticó el plan citando fuertes subsidios del gobierno y transferencias forzadas de tecnología de compañías occidentales.
• En una visita reciente a una planta de semiconductores de Samsung en Xi'an, el Sr. Li prometió que China trataría a las empresas nacionales y extranjeras por igual.
• El gobierno quiere demostrar que logró el objetivo del presidente Xi Jinping de duplicar el tamaño de la economía de China entre 2010 y 2020, un objetivo que requiere al menos un crecimiento anual del 6%, el nivel en el tercer trimestre. Las autoridades tienen la intención de impulsar el gasto en infraestructura e instituir políticas que mejoren el crecimiento para generar impulso.